Agustín Aranda
Hace tres años la Nación reglamentó la ley de Salud Mental y Adicciones. El principal cambio consistió en prohibir el funcionamiento de los manicomios, también conocidos como hospitales monovalentes. Bajo la nueva norma, las personas con padecimientos ligados a la salud mental deben recibir tratamiento en la red de salud pública como cualquier hijo de vecino. Los pacientes internados deben ser “externalizados”, esto es, buscar el modo de salir a través de denominados dispositivos intermedios. Son casas y centros donde realizan actividades productivas, de oficio, culturales y artísticas. En Santa Fe la ley avanza lento, señalan desde el movimiento de usuarios y trabajadores en defensa de la normativa. El grupo se creó en diciembre y para la jornada de hoy organizó un festival artístico en el Parque España para dar visibilidad a la problemática (ver aparte). Piden crear el organismo de revisión de la aplicación. Desean saber la posición del gobierno nacional luego de los rumores de que Andrew Blake, funcionario de Maurico Macri en la Capital Federal, iba a asumir al frente de la dirección nacional, ya que el profesional no estaría alineado a la idea de la ley.
Hacia 2020
Para el final de esta década el territorio nacional debe estar libre de manicomios. Así piden usuarios, familiares y profesionales de la salud y la cultura de Rosario reunidos en el movimiento en defensa de la ley 26657. Aprobada en 2010 y reglamentada en 2013 ya tiene resultados en Santa Fe.
En 2012 había 430 camas en los tres hospitales psiquiátricos de la provincia: el Mira y López, de la capital santafesina; el de Oliveros, y el Centro Regional de Salud Mental Agudo Ávila de Rosario. Para fines de 2015 quedaron 341 plazas disponibles, según la dirección de Salud Mental del gobierno de Santa Fe. Todavía resta conocer qué pasa con los establecimientos del orden privado.
“Es un nuevo paradigma. El encierro no cura. Pedimos la creación del organismo que debe fiscalizar y auditar el cumplimiento de la ley en la faz pública y privada”, explicó a El Ciudadano Iris Valles, miembro del consejo consultivo de la Comisión Nacional Interministerial en Políticas de Salud Mental y Adicciones.
La funcionaria aportó un informe sobre la adecuación en el país. Según ese material, Misiones fue la provincia que más disminuyó en estos años la cantidad de camas en hospitales monovalentes, un 48 por ciento: pasó de tener 74 a 50. Le sigue Jujuy con un 35 por ciento (de 54 a 40), Corrientes con 34,62 por ciento (de 350 a 260), Catamarca con 29 por ciento (de 34 a 21) y Entre Ríos con 23 por ciento (de 404 a 327). Completan la nómina Mendoza, que bajó 21 por ciento (de 289 a 237), Tucumán con 4,5 por ciento (de 232 a 222), Salta con 4 por ciento (de 181 a 174).
En tanto, Chaco, Chubut, La Pampa, Neuquén, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego no tienen hospitales monovalentes. Según aportó Valles, las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Formosa, La Rioja, Río Negro y San Juan no entregaron información sobre la adecuación a Nación.
“Santa Fe es pionera en el nuevo paradigma que valoriza los derechos humanos. No se trata sólo de cerrar los manicomios sino de enfrentar el sufrimiento en la cultura. Rosario ha tenido un gran desarrollo en prácticas de salud mental alineadas al nuevo paradigma. Lo pendiente es instalar los equipos interdisciplinarios en las áreas de Salud y el ámbito carcelario”, agregó Valles.
Entre todos
Otro de los ejes en el marco de la adecuación es la cantidad de hospitales generales, esto es, no especializados en salud mental o multivalentes que sumaron internación para usuarios en necesidad de atención por “padecimientos subjetivos”, como definen desde el movimiento. En el grupo prefieren evitar hablar de pacientes, enfermos y locos. Consideran que son categorías viejas, estigmatizantes y formas de discriminación. Según datos de la provincia, en 2012 había 34 centros de salud que lo hacían. En 2015 eran 124. De acuerdo con los datos que maneja el Consejo Consultivo. Santa Fe es uno de los territorios que más sumó en Argentina.
En el país, con la excepción Buenos Aires, Córdoba, Formosa y La Rioja, que no entregaron datos, el crecimiento fue menor. La provincia de Neuquén, que en 2012 tenía sólo un centro de salud con internación, hoy cuenta con 28 en funcionamiento. Catamarca sumó 8 más a los dos existentes. Santa Cruz 6 más a las 8 que tenía y Mendoza 2 más a las 9 existentes. Salta pasó de 11 a 13 y Río Negro de 32 a 33. Entre las que mantuvieron la estructura están Chaco (2), Entre Ríos (2), Jujuy (3), San Juan (1), Misiones (8), La Pampa (3), San Luis (3), Tucumán (5) y Tierra del Fuego (2). En Chubut, Corrientes, Santiago del Estero disminuyó la cantidad de espacios para internaciones.
“Existen recursos en el área del sistema de Salud pero son insuficientes. El problema es que Salud Mental tiene niveles de complejidad alto. Rescatamos que en un hospital público se asista a usuarios pero no nos podemos quedar con lo que pasa dentro de las instituciones”, explicó Valles, quien agregó: “La experiencia en Brasil indica que necesitamos de un dispositivo con llegada al territorio, no sólo contar con un equipo de salud que pueda hacer frente a una crisis”.
Esto relaciona las políticas de salud mental con las políticas sociales en sentido amplio. “Las medidas que tomó la Nación nos alejan de esos objetivos. Lo territorial te pone en contacto con otros actores sociales”, concluyó Valles.
En octubre pasado, el entonces ministro de Salud provincial Mario Drisun oficializó la reapertura del Centro de Producción e Intercambio Pomelo en el Patio, ubicado en Zeballos al 800. Vio cómo los usuarios del sistema de Salud y Salud Mental llevaban adelante distintas actividades de integración: elaboración textil, taller de moda, cerámica, cuero, fotografía, entre otros. El lugar es uno de los 114 dispositivos intermedios que funcionan en Santa Fe. Hace cuatro años sólo había 18. Pretenden sustituir las lógicas manicomiales, lograr un vínculo entre la comunidad y los usuarios.
“Aun los más exitosos procesos de salir del paradigma de manicomio, como la reforma italiana, llevaron mucho tiempo. Es un cambio radical hacia un nuevo sistema asistencial y cultural. Tenemos que formar profesionales que puedan asistir”, explicó Valles.
Cambios en el área de salud
La Secretaría de Salud Pública municipal oficializó varios cambios en los altos mandos de las distintas áreas de esa repartición. Así, en el hospital Víctor J. Vilela quedó como directora Viviana Esquivel y subdirectora Carolina Binner; en el Roque Sáenz Peña el nuevo director es Matías Vidal, mientras que en el Alberdi se designó a Silvina Peresini como subdirectora. Nora Redondo asumió como titular de la Dirección General de Servicios de Salud, en tanto que Stella Binelli fue nombrada como coordinadora de la Red de Salud Pediátrica, y Pietro Beletich tomó las riendas del Cemar. Fernando Vignoni quedó al frente de la Dirección Centros de Salud, y Néstor Ponce de la subdirección. Adrián Pafundi fue elegido como director del Sies, mientras que Cristián Bottari como subdirector. Gustavo Sinópoli es el nuevo director de la Maternidad Martin, y la subdirección quedó en manos de Alberto Leroux. El mismo cargo, pero en Salud Mental, ocupa ahora José Belizán.
Festival con música en vivo
Hoy a las 16, en las escalinatas del Parque España, se realizará un festival artístico con bandas en vivo, feria, murga y teatro en defensa de la ley de Salud Mental y Adicciones. Actuarán Los Bardos, Girda y los del Alba, y Homero y sus alegres. El grupo de teatro El Puente hará la obra Lo oscuro de la selva. Desde la organización llamaron a los asistentes a llevar una remera lisa para que, si lo desean, se puedan estampar consignas relativas con la búsqueda del colectivo por llegar al 2020 con una sociedad sin manicomios.
Comentarios