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Médicos en acción

El Hospital de Simulación lanzó los cursos de verano

Este mes empezó el primero de los cinco talleres destinados a estudiantes de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario. Desde el año pasado funciona en la ex sala 8 del Centenario, acondicionada para la práctica de los alumnos


Unos 200 alumnos de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se anotaron para participar de los cursos de verano en el Hospital de Simulación que desde el año pasado funciona en la ex sala 8  del Hospital Centenario. Son optativos y están destinados a estudiantes de los diferentes niveles de la carrera. El objetivo es que sumen conocimientos prácticos que complementen lo aprendido en las aulas. De forma inicial, el curso fue pensado para 60 personas, pero por la gran convocatoria lo ampliaron a 90 estudiantes. Este mes arrancó el primero de los cinco cursos que tendrán lugar durante el verano.

En crecimiento

Desde el año 2018 la ex sala 8 del Hospital Centenario fue acondicionada y equipada con tecnología de alta y mediana complejidad. Dispone  de una oficina de enfermería, una sala de partos y neonatología, una sala de pacientes pediátricos, quirúrgicos y ginecológicos. También cuenta con unidades de cuidados críticos e intermedios, con área de cirugía con vestidor, sector de asepsia y quirófano instalado. Las salas están provistas de simuladores de pacientes recién nacidos, niños y adultos. Además tienen un aula desde la que los docentes pueden monitorear las prácticas que los alumnos realizan en las salas de simulación.
“El uso de simuladores busca garantizar la seguridad del paciente y el aprendizaje basado en el error, dándole la posibilidad a todos los alumnos de acceder al hospital y realizar prácticas”, explicó Crisci, director del Hospital de Simulación.
La práctica con simuladores permite que los estudiantes aprendan las destrezas técnicas de las distintas prácticas médicas. También les sirve para aprender cómo manejarse en una institución sanitaria y cómo conducirse con los pacientes. Pueden practicar sobre los muñecos la cantidad de veces que necesiten y aprender de sus propios errores.
Según señaló Crisci “el objetivo es ampliar el uso de simuladores a los estudiantes de las otras carreras vinculadas a la salud”.

Cómo funciona

Durante los talleres los estudiantes tienen una primera clase teórica donde aprenden la técnica. Luego los dividen en comisiones para realizar las prácticas sobre los simuladores. Los alumnos se ajustan a las normas establecidas de conducta e higiene como si trabajaran en una institución médica. Deben utilizar la vestimenta correspondiente, lavarse las manos y utilizar guantes.
Adriana Marcipar es coordinadora del Hospital de Simulación y docente de varias de las prácticas que allí se realizan. Señaló que los inscriptos este año superaron el cupo previsto. “Los cursos de verano son optativos, aunque el número de inscriptos superó por mucho el de las plazas disponibles. Proyectamos el curso para 60 alumnos y se anotaron 200. Tuvimos que dividir las comisiones para recibir a más estudiantes. Pudimos ampliarlo a 90 plazas, que era el número máximo que permitía la infraestructura existente”, explicó.
La dinámica del taller no se limita a los avances tecnológicos o al saber clínico. Los profesores evalúan también el desenvolvimiento de los estudiantes en las posibles situaciones por las que deberán pasar cuando trabajen en una guardia médica como, por ejemplo, el modo en que le comunican una mala noticia a un familiar o al enfermo. Los titulares o ayudantes de cátedra les dan una serie de consignas a los alumnos que deberán montar una escena en la que varían los roles entre doctores, enfermeros y familiares del paciente.
“Con esos elementos deben armar la situación real que les planteamos. No es la resolución de un caso clínico en sí, sino la complejidad de un enfermo que llega a la guardia con un bagaje detrás. Incluso, así es como se desarrollan las historias clínicas: comprenden el entorno de un paciente, su realidad, su trabajo y su ocupación, entre otras cosas”, señaló Carlos Crisci, en diálogo previo a El Ciudadano.

Para febrero y marzo

Los cursos de verano son optativos y se hacen durante febrero y marzo. La propuesta contempla distintos aspectos de la formación de los profesionales de la salud. Consta de un curso de entrenamiento en competencias avanzadas, destinado a egresados recientes de la práctica final, premedicatos y medicatos; un taller de entrenamiento básico en cirugía laparoscópica para residentes; un curso de reanimación neonatal para docentes; y un entrenamiento introductorio a la actividad del hospital de simulación, destinado a alumnos de los tramos iniciales de la carrera.

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