El teléfono suena en la oficina e invitados inesperados se anuncian a cenar. No hay problema: de acuerdo con las novedades que se presentaron en el futurista mundo de la Feria Internacional de Electrónica (CES) de Las Vegas, que cerró ayer, los electrodomésticos conectados a internet lo solucionan todo.
Con las innovaciones mostradas esta semana en la gran cita anual de la electrónica de consumo en Las Vegas (Nevada, oeste de Estados Unidos), es posible dirigir a distancia la aspiradora por la sala, activando el altavoz para decirle al perro que se levante del sofá.
Y con sólo cambiar la aplicación en el celular, también se puede verificar qué ingredientes faltan en el refrigerador para preparar la comida: un mensaje de texto comunicará al usuario que se necesita comprar leche.
Cuando uno decidió qué va a cocinar, se lo informa al refrigerador, que a su vez le dice al horno que comience a precalentarse en función de la receta seleccionada.
Los robots para la limpieza de pisos, y los refrigeradores y cocinas, en exhibición en la feria CES pueden hacer todo lo anterior… y mucho más.
“Los electrodomésticos inteligentes, que han sido una especie de quimera en los últimos años, se están convirtiendo en realidad”, dijo John Taylor, vicepresidente de la filial estadounidense de la empresa LG Electronics.
La surcoreana LG Electronics es una empresa líder en la materia, lo que implica no sólo desarrollar la conectividad wi-fi para permitir que los electrodomésticos se comuniquen entre sí, sino también controlar la energía para que la factura de electricidad no sea astronómica.
“El año pasado hubo un montón de preguntas acerca de cuándo estarán disponibles” estos electrodomésticos inteligentes, dijo Kevin Messner, vicepresidente de la Asociación de Fabricantes de Electrodomésticos de Estados Unidos.
“El avance que se ha hecho durante el último año en electrodomésticos inteligentes con respecto a dónde estábamos al año pasado en el CES y a dónde estamos hoy es simplemente asombroso”, dijo.
Una heladera en el stand de LG en el CES tiene una pantalla táctil en la parte delantera con una función de “gestión de los alimentos”, que proporciona un inventario de qué productos hay en el interior y dónde se encuentran –como ser: jugo de naranja, puerta de la izquierda– y las fechas de vencimiento.
El inventario de lo que está en el refrigerador se hace tomando una foto del recibo de compra del almacén o del supermercado con el teléfono inteligente y enviándolo a la nevera, o mediante el escaneo del código de barras de cada artículo.
Una heladera ofrecida por Samsung, rival de LG, permite al usuario comprar en verdulerías o mercados seleccionados, arrastrando y soltando íconos de los elementos –manzanas o huevos, por ejemplo– en una pantalla táctil, y disponiendo que los víveres sean entregados a domicilio, aunque este servicio sólo está disponible por ahora en Corea del Sur.
El robot de limpieza de pisos de LG incluye tres cámaras y admite que el usuario llame desde su teléfono inteligente para decirle al perro que salga del sillón.
Warwick Stirling, director de energía global y sustentabilidad de la empresa Whirlpool, dijo que los electrodomésticos inteligentes son simplemente parte de lo que se conoce como el “hogar conectado”.
“Para mí es hacer las tareas domésticas más sencillas, lo que simplifica la vida”, dijo Stirling, para quien la era de los electrodomésticos inteligentes está en pañales. “Creo que se hará realidad este año y será más y más importante con el tiempo”, agregó.
Taylor, de LG, dijo que aunque la empresa es “muy optimista sobre el futuro de los electrodomésticos inteligentes” aún son caros y no serán los productos predominantes en el mercado por un tiempo.
“Hay cierto nivel de consumidor que quiere lo último y lo mejor que se sentirá atraído por algunas de las nuevas funciones inteligentes”, dijo sin embargo.
Jon van Dore, director de desarrollo de productos de la firma china Haier, dijo que la rapidez de los cambios tecnológicos plantea un desafío especial para los fabricantes de electrodomésticos, cuyos productos están destinados a durar mucho tiempo.
“La tecnología tiene una vida útil de uno a dos años”, dijo Van Dore. “Nosotros tenemos una vida útil de 10 a 20 años”, añadió.
La conectividad wi-fi y las máquinas inteligentes pueden ser la moda del futuro, señaló, pero las novedades pueden quedar obsoletas en pocos meses, advirtió.