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El histórico bar Olimpo, clausurado por ruidos molestos

El histórico bar Olimpo, de Corrientes y Mendoza, permanecerá cerrado por 25 días. Deberá pagar una multa para reabrir. Así lo resolvió el Tribunal Municipal de Faltas tras constatar decibeles superiores a lo permitido en la norma.


La Secretaría de Control y Convivencia clausuró el miércoles por la tarde el histórico bar Olimpo, de Corrientes y Mendoza. La medida acató un fallo del Tribunal de Faltas que sancionó al lugar por una denuncia de ruidos molestos que fue confirmada. El viernes 7 de enero agentes municipales habían constatado un exceso en los decibeles permitidos por la ordenanza 46542 de 1972. La sanción incluyó 25 días de cierre y más 6 mil pesos de multa. Desde el bar cuestionaron el fallo del tribunal y explicaron que las denuncias se repiten hace meses. Nacen de un vecino de la cuadra con quien ya tuvieron más de 30 mediaciones. “Es muy difícil trabajar cuando todo se hace a pulmón. No recibimos subsidios y, sin recursos, es difícil sobrevivir. Ofrecí obras de insonorización, bajé los horarios de cierre y cambié programaciones, pero la clausura te quita la posibilidad de trabajar y de darle trabajo a los artistas”, sostuvo el titular del bar desde hace 6 años, Pablo Teglia.

Confirmado

El miércoles por la tarde agentes municipales llegaron al bar ubicado en Corrientes y Mendoza y determinaron la clausura. En el lugar se desarrollaba una clase de milonga. Los inspectores ingresaron y pidieron al titular que desalojaran la sala. Esa noche estaba previsto un recital de tango de una agrupación de Buenos Aires, que debió ser suspendido y trasladado a otro espacio. “Teníamos 100 reservas para esa noche. Tuvimos que mudar la milonga y la orquesta al Distrito 7. Cambiamos toda la programación del mes a otros lugares pertenecientes al Ecur (grupo de espacios culturales que bregan por una nueva ordenanza que los incluya)”, explicó Teglia.

La sanción se dio después de numerosas denuncias por ruidos molestos. Fueron hechas por un vecino de la cuadra y  para la decisión se tuvo en cuenta una medición realizada el viernes 7 de enero. Los decibles superaron lo permitido por la ordenanza. “Es una norma de 1972 que quedó obsoleta. Ni siquiera sabemos si los ruidos venían del bar. Es una cuadra por donde pasan muchos autos y colectivos”, señaló el titular de Olimpo.

Según explicó Teglia no es la primera vez que el bar es denunciado por parte del mismo vecino, con quien dijo “acumular más de 30 mediaciones (instancia de conciliación municipal para resolver los conflictos sin llegar a la Justicia)”. “En la última dijo que prefería seguir denunciado y que no quería ir más a esas instancias. Nosotros cumplimos con las obras prometidas y hubo notables mejorías. Están buscando cerrar el espacio cultural en vez de dialogar. No es un ejemplo de vecindad”, agregó el titular del espacio y cuestionó el protocolo de medición. “Presentamos una defensa en la Municipalidad con tres testigos que no fue tenida en cuenta. También ofrecimos obras acústicas y mostramos predisposición para ir a una mediación, pero el oficio llegó igual. Nos resta apelar y esperar que se contemple el trabajo cultural que venimos haciendo hace años”, señaló Teglia.

Desde el bar dijeron que la programación para marzo fue trasladada a otros espacios que se solidarizaron. También están organizando festivales y otras actividades para visibilizar la situación y buscar colaboración para sostener el emprendimiento. “Estamos tratando de mantener el espacio. Tenemos que renovar un contrato y pagar las boletas de luz, gas y agua que llegan con el doble de lo que pagábamos. Vamos a organizar fechas en clubes y otros lugares para salvar la situación”, explicó Teglia y adelantó que harán dos festivales en el club Central Córdoba y en El Ciclón próximamente.

La falta

“Se hizo una medición que junto con los antecedentes pasaron al Tribunal quien definió una clausura de 25 días y una pena de multa”, explicó el subsecretario de Control, Guillermo Turrín.

Es la segunda clausura que tiene el bar. La primera fue en 2014, también por ruidos molestos, pero no fue tomada en cuenta ya que pasaron más de dos años del hecho.

En cuanto al cuestionamiento del protocolo, Turrín dijo que se trata de un mecanismo específico y objetivo. “La ordenanza establece que la medición debe hacerse desde el dormitorio del lugar que denunció con las ventanas abiertas. Se mide por un técnico en seguridad e higiene o un arquitecto durante más de una hora. Se descarta que pueda ser alterada por ruidos callejeros”, concluyó Turrín.

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