Ciudad

Arqueología urbana

El hallazgo de un pozo de agua y unos tres mil objetos ofrece una historia inédita de Rosario

Una parte del Patio Cívico de la sede de Gobernación, en San Lorenzo y Dorrego, se hundió y dejó ver lo que fue suministro de agua para un aserradero. Arqueólogos y paleontólogos del Museo Gallardo reconstruyeron una historia de consumos populares de entre siglos. Hay una muestra abierta al público


La ciudad de Rosario sufrió muchos cambios en su fisionomía, incluso desde lo que era a fines del siglo XIX, con emblemáticos edificios que antes fueron otra cosa y que, a veces, como ahora, ofrecen un retazo de historia, una recuperación de identidades olvidadas. Y nada es más gratificante para un grupo de arqueólogos, en esa reconstrucción del pasado, que encontrar en el patio del lugar donde trabajan un tesoro. Es lo que pasó con el descubrimiento de un viejo pozo de agua en el patio Cívico de la Sede de Gobernación, en San Lorenzo y Dorrego. Un hallazgo arqueológico urbano único que ahora los rosarinos pueden visitar como parte de una nueva muestra del Museo Provincial de Ciencias Naturales Ángel Gallardo.

Es día de semana, el Museo abre sus puertas a partir de las 10 de la mañana y ya algunos transeúntes hacen parada para dar inicio a un recorrido histórico. El Museo ocupa un amplio espacio en el edificio de la sede de Gobernación. En el patio Cívico hay, desde hace cinco años otra vez a flor del suelo, un pozo que no es cualquiera: guarda, en pedazos materializados en objetos, parte de la historia de Rosario. En particular, de sus trabajadores de finales del siglo XIX y principios del XX.

“No sabía que estaba esto acá, ¿Qué es?”, pregunta una chica a los antropólogos del Museo Gallardo. Prestos, la entusiasman con un relato que parece, pero no es, de ciencia ficción.

En 2016, mientras se desarrollaban los trabajos para remozar con, entre otras cosas, más verde el Patio Cívico de la Sede de Gobernación, hubo sorpresa. El edificio fue inaugurado en 1916, durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen y la gobernación de Domingo Grandoli, como sede de la Jefatura de Política. El hallazgo fue en uno de los triángulos de césped, en el vértice más cercano a la esquina de San Lorenzo y Dorrego. Hubo un hundimiento, probablemente por las lluvias que aflojaron el piso ya sin la cubierta de losa. Los integrantes del grupo de arqueología se dieron cuenta de que podría ser algo relevante.

Tras intensas tareas, en su mayoría burocráticas, para iniciar la exploración, la curiosidad y un escozor se combinaron por eso que estaba bajo tierra muy cerca de lo que fue sede del ex Servicio de Inteligencia en la última dictadura cívico-militar. La perforación no figuraba en ninguno de los planos disponibles del edificio, y eso era otro posible indicio.

Germán Giordano, Fernán García y María Belén Molinengo, del área de Antropología y Paleontología del Museo Gallardo, trabajaron en todo el proceso. Una vez otorgados todos los permisos, comenzaron las tareas de excavación.

Encontraron una forma circular construida con ladrillos: un pozo. Llegaron hasta los siete metros y medio de profundidad. “A los dos metros, casi de manual, la materialidad cambió, era totalmente antigua”, le explicó Giordano a El Ciudadano.

“Empezamos a encontrar fragmentos de botellas, enteras, restos óseos de fauna, fragmentos de vajillas”, enumera Germán. No puede referirse a todos los objetos: son tres mil los que recuperaron.

 

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Mucho trabajo de archivo y largo tiempo de lectura en libros de historia de la ciudad permitieron certificar que en ese predio, que fue Jefatura de Política y hoy es sede del Gobierno santafesino, antes hubo un aserradero. El pozo, con una probabilidad alta, entonces, funcionó como fuente de agua para alimentar las calderas de una empresa que, además, se dedicaba a reparar carruajes.

“La materialidad de la estructura del pozo de agua encaja perfectamente con la idea que ese pozo era utilizado en la industria maderera”, señala Giordano.

La hoy Plaza San Martín fue la plaza de Carretas, una especie de mercado de concentración. Los profesionales del Gallardo dieron con una foto del interior del aserradero. No consiguieron una del exterior, de su fachada. Es la imagen que, transformada en gigantografía, expone ahora el aserradero propiedad de la sociedad Leunda y Lehman, antes de la actual construcción del edificio de Gobernación.

“Los materiales encontrados datan de fines del siglo XIX, nos agarra en una sociedad en auge, nos muestra cómo era su forma de vida, qué consumían, ya que todas casi todas marcas recolectadas son importadas. Podemos ver también cómo era el paisaje”, señala Germán, quien trabajo con sus compañeros García y Molinengo junto al equipo de arqueólogos del Centro de Estudios e Investigaciones en Arqueología y Memoria Ceam/UNR y  de la subsecretaría de gestión cultural que depende del ministerio de Cultura de la.provincia de Santa Fe.

También recuerda para poder hacer un dibujo mental de aquella ciudad que estaba en Córdoba y Dorrego el coliseo Taurino.

Varias etapas de excavación, dos hipótesis dando vueltas

“Primero se realizó un sondeo exploratorio, hubo una primer etapa de excavación y luego una segunda más sistemática. En la primera, fue mucho trabajo de archivo buscando información de ese círculo de ladrillos. Descartamos la hipótesis de que se hubiera utilizado en la dictadura, ya que los ladrillos están asentados con morteros de barro, eran de un tamaño más grande que los contemporáneos y no encajaban con la estructura del edifico. De los dos primeros metros encontramos relleno, escombros y basura. Luego, como de manual, se cortó y empezó a aparecer material típico del siglo XIX”, explicó German.

Con todos los objetos encontrados, como botellas y hasta restos de pescados, se barajan dos hipótesis: una que se interpreta como el evento de descarte del consumo de los propietarios y trabajadores del aserradero a vapor. Y la otra, que se trata del evento de desarme del mismo y lo que encontramos responde al posterior de cegamiento de la estructura por parte de los obreros que, a lo largo de varios años, levantaron el actual edificio.

Marcas importadas y consumo popular

Los objetos que descubrieron permitieron corroborar que en ese período de entre siglos se consumía mucho importado. Los profesionales rescataron no solo los materiales sino parte de su historia. Las marcas, por ejemplo. En la muestra del Museo, en el segundo piso, se pueden ver los afiches publicitarios de los fabricantes.

Ejemplos, sólo una parte. Botellas de agua mineral Krondorf,  de “purgante” Hungaria, una base de botella de purgante Bitterquelle Saxlehner´s  Hunyadi Janos,  un pico y cuerpo de botella de sección cuadrada Celery Compound. También, un frasco medicinal Farmacia Victoria A. Schiavon, otro de Tricopherous de Barry, de New York. También, un fragmento de botella Ancla de Lacrima Christi, un fragmento de botella Strega, otro de Trinchieri Torino, de Vino F. Cordero.

Además, se hallaron fragmentos de baldosa Roux Freres, de tejas, ladrillo de la Cerámica Alberdi, placas de bronce, objetos ecuestres, un yguillo (utilizados en animales que tiran carruajes) y herraduras. También, trozos de loza posiblemente perteneciente a una Joafina o palangana, que se complementaba con la jarra aguamanil utilizado para el aseo personal. Y botones de diferentes materialidades, además de una botella de vidrio con el relieve de una mariposa.

Los responsables del hallazgo y su análisis destacan que, dado que muchos de los elementos que estaban en el pozo se estiman provenientes del descarte de los trabajadores que construyeron el macizo edificio inaugurado en 1916, el descubrimiento arroja luz sobre lo que usaban y contribuye a reponer esa otra historia pocas veces contada, de la ciudad y del país. No la de los notorios apellidos, la de las élites económicas o políticas, sino la de los sectores postergados de la sociedad, invisibles para los manuales y libros, ausentes de la mayoría de las crónicas de época.

Museo y visitas

Los horarios para visitar la muestra en un recorrido libre: de Martes a Viernes de 10 a 13  y de 14hs a 17 (Sin inscripción previa). Domingos de 15 a 18hs. Recorrido mediado: Sábados a las 16 y a las 17 . Cupos limitados, inscripciones a: gallardoinformes@gmail.com

 

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