Ciudad

El gran desafío de educar y aprender en estos días

Puntos de vista de docentes de distintos niveles acerca de la situación en que está la educación de hoy.

El patio de la escuela lucía desolado, las aulas vacías, y no se escuchaba el murmullo de los chicos jugando en el recreo. “Las clases se reanudan recién el viernes”, le informaron desde el colegio Verbo Encarnado a una mamá que aún no se había enterado de la suspensión de las actividades escolares. Esta imagen fue la que se repitió en gran parte de los establecimientos educativos de la provincia a pocos días de comenzado el ciclo escolar.

La falta de maduración en los estudiantes, el poco compromiso con el estudio, sumado a una sociedad regida por la inmediatez hacen de la educación  una tarea nada fácil de desarrollar.

“Las dificultades que vemos en educación tienen que ver sobre todo con la familia. Hoy en día el chico está muy abandonado, los padres trabajan todo el día y los hábitos de estudio han cambiado. El chico ahora se tiene que arreglar solo desde muy chiquito. Se prioriza lo económico y se está dejando de lado lo que es acompañar a un hijo”, expresó Adriana Cuaranta, docente de matemática en quinto grado del colegio Verbo Encarnado.

“Los chicos tiran la mochila cuando llegan a la casa y se terminó la escuela hasta el otro día, cuando retoman. Esto tiene que ver con este problema social que se está viviendo”, afirmó María Belén Rosales, docente de lengua en quinto grado. Desde su área de enseñanza, la maestra evidencia como principal problema de aprendizaje la dificultad en la compresión lectora. “Creo que es una problemática que se tuvo siempre. Permanentemente estamos buscando estrategias para que el chico comprenda qué es lo que leyó. Creo que esto se da porque cuando leen son muy distraídos”, agregó la docente.

Para Rocío Caterina, docente de Lengua en sexto grado, la distracción tiene que ver con “esta etapa de la posmodernidad”. “Quieren todo ahora y que uno les diga qué es lo que tienen que hacer, ya que ponerse a leer para ellos es todo un trámite”, consideró la maestra. La repitencia escolar se da en el menor de los casos producto de la falta de maduración. “No repiten chicos por abandono, desidia o desinterés”, agregó la docente.

“En la escuela se manejan otros tiempos que ellos no están acostumbrados porque la sociedad los está llevando a otro ritmo. Les pedimos que construyan el conocimiento y eso es un proceso que lleva su tiempo”, manifestó Romina de Paul, docente única de segundo grado.

Las maestras coinciden en que la escuela es el único ámbito donde los chicos leen ya que “en las casas no lo hacen”. “Cuando uno les pide que busquen información, la buscan y la traen de internet pero no tienen idea de lo que bajaron de la computadora”, expresó Rosales.

En  los primeros grados la principal dificultad está en poder desarrollar la autonomía. “Desde agarrar los útiles y saber utilizar bien un cuaderno, hasta hacerles comprender las consignas tanto orales como escritas”, consideró de Paul. La maestra además dicta clases en una escuela de la periferia de Rosario donde los primeros grados llegan a componerse de hasta 45 alumnos lo cual dificulta la enseñanza y el aprendizaje. “El trabajo puntual con el alumno se desvirtúa. Hay chicos de primer grado que vienen del jardín sin hábitos de estar sentados o de agarrar una hoja”, contó la docente.

“Se pretende que la escuela transforme la sociedad y en realidad la escuela no deja de ser una consecuencia de esta sociedad. Ante un Estado ausente y una familia diezmada, la escuela es una de las pocas instituciones que queda sostenida y con cierta autoridad, por lo cual se deposita todo en ella”, consideró la maestra de Lengua de sexto grado.

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