Era lo único que le faltaba ganar. El gran rendimiento exhibido en los últimos años con la camiseta de Barcelona dejaba en claro que este Mundial de Sudáfrica 2010 lo iba a tener como uno de los principales protagonistas.
En su impresionante trayectoria con la camiseta blaugrana figuraban dos Champions League, cuatro Ligas de España, una Copa del Rey, tres Supercopas españolas, un Mundial de Clubes y una Copa del Rey, mientras que con la Roja acumulaba un Campeonato Europeo sub-19 y la recordada Eurocopa de 2008.
Y desde su pierna derecha partió el disparo ganador. De la mano del infinito talento que posee Andrés Iniesta, España se consagró Campeón del Mundo por primera vez en su historia, título que a pesar de su rica tradición futbolística todavía les era esquivo a los ibéricos.
Nadie duda que los dirigidos por Vicente del Bosque sean los justos ganadores del certamen. España fue lejos el mejor equipo de toda la competición, alcanzando su punto más alto en la semifinal ante Alemania. Y de la misma manera que pocos discuten la supremacía Roja, menos aún son los que se atreven a negar a los grandes artífices del gran juego que exhibió España a lo largo del torneo: Andrés Iniesta y Xavi Hernández.
La columna vertebral del mediocampo del Barcelona funcionó a la perfección en la selección mayor, a tal punto que cuando uno de los dos tuvo un partido flojo, el equipo lució perdido y desorientado dentro del campo de juego.
Sólo hay que recordar el debut con derrota frente a Suiza. A pesar de que España no mereció perder, tanto Iniesta como Xavi no tuvieran una buena tarde y el saldo fue contundente: caída 1 a 0 frente a un rival muy inferior.
Pero entonces salió a relucir toda la jerarquía del equipo. El comienzo con traspié le hizo ver la dura realidad a los jugadores españoles, quienes llegaban a la Copa del Mundo como uno de los favoritos a levantar el título.
A partir del segundo partido frente a Honduras, Iniesta empezó a hacer de las suyas y España lo aprovechó con todo. El oriundo del humilde poblado de Fuentealbilla, en la provincia de Albacete, desplegó talento y sutileza en cada uno de los compromisos que disputó la Roja en su camino a la final.
A la hora de analizar los motivos de la conquista española sobresalen muchas virtudes, pero entre los primeros puestos resaltan el talento, la jerarquía y la humildad de Andrés Iniesta.
Jerarquía para parar la pelota ante la salida del arquero y el cierre del defensor, talento para clavarla fuerte al palo más lejano y humildad para dedicarle la conquista de todo un país a su fallecido compañero Daniel Jarque.
Andrés Iniesta, pieza clave en las innumerables conquistas del Barcelona, el Cerebro de España Campeón del Mundo 2010 y figura excluyente de la victoria 1 a 0 en la final ante Holanda.
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