El Hincha

El gol es su karma

Newell's no ataca, simula. Además no entendió que el empate no era malo y se descuidó atrás. Eso resultó fatal.

“Cuando no se puede ganar, tampoco hay que perder”, reza un mandamiento fundamental en fútbol. Mucho más si se juega ante un rival directo a la hora de buscar un objetivo. Racing venía a cinco puntos de Newell’s, y ahora quedó a tres. En el medio quedó la sensación de un equipo que dominó, en la segunda etapa, con claridad pero no pudo resolverlo, ese fue Newell’s. Y otro que se vio apretado contra su arquero, aguantó como pudo, y con el ingreso de Lugüercio y la locura rojinegra encontró la llave para ganarlo de contra.

También hubo un mal arbitraje de Beligoy que obvió un supuesto penal de Cáceres a Sperduti cuando el partido recién se iniciaba, y después debió expulsar a Martínez y Bernardi, y en ambos casos los perdonó.

Una razón para entender la victoria pasaría por fijar la vista en los bancos de suplentes, Sensini rara vez encuentra éxito en los cambios. Y no es su culpa, no pasa por falta de lectura del juego de parte del DT, simplemente su plantel es corto en calidad. A Racing no le sobra nada, pero al menos tiene un delantero que inquieta. Y ayer, con eso le alcanzó para llevarse un triunfo que no merecía.

Newell’s no ataca, simula. Empuja, avanza, domina por el despliegue de los medios, pero no lastima. Con Sperduti y Formica en baja, no quedan alternativas potables. Estigarribia es posible que haya jugado su mejor partido, se tuvo fe y fue profundo, pero no encontró receptor. Borghello es un ejemplo de la simulación que decíamos, lucha todas, pelea como nadie, pero patea mal, cabecea peor, choca en lugar de amagar, transformando cada acción en una batalla. Items que un delantero debe manejar, y él no lo hace.

La derrota fue tan dura como injusta, pero en parte sirve para observar las claras limitaciones a la que deben enfrentarse los dirigentes. Taborda, Borghello y Rodríguez (no jugó mal) fueron tres refuerzos para el ataque. Nada de eso funcionó acorde al resto del equipo. Aunque Borghello fue importante por su sacrificio, está para ayudar, y no para ser punta principal. Sin plata es difícil reforzar el equipo, y los directivos se ven afectados por este mal. El ingenio, ésta vez también falló.

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