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El gobierno fija las reglas de juego

En medio de una expectativa creciente, el gobierno nacional y el bonaerense definirán esta semana las reglas del juego para las elecciones.

Gabriel Profiti/Noticias Argentinas

En medio de una expectativa creciente, el gobierno nacional y el bonaerense definirán esta semana las reglas del juego para las elecciones que se desarrollarán en el país y en el principal distrito electoral el próximo 23 de octubre.

En el caso nacional se trata de concluir la reglamentación de la ley de reforma política 26.571 que introdujo las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso), pero no prohibió las colectoras extrapartidarias, llamadas listas de adhesión.

En ese marco, distintas fuentes oficiales confirmaron a Noticias Argentinas que esta semana la presidenta firmará dos o tres decretos para regular la norma y no hará mención a las listas de adhesión, por lo cual estarán habilitadas.

Si bien marcha en contra del espíritu de la ley, estas listas permitirán a dos postulantes a gobernadores de distintos frentes electorales llevar el mismo candidato presidencial. El caso más resonante es el que habilitará a Martín Sabbatella a competir con Daniel Scioli bajo esas características en Buenos Aires.

Pero no es el único. También podrá replicarse en provincias que votarán unificadas con la nacional en las que gobiernan partidos aliados y al mismo tiempo hay una expresión del PJ.

El dato saliente es que no permitirá que haya dos listas de candidatos a legisladores nacionales por pedido de Cristina Kirchner, confirmaron las fuentes a NA. Dicho de otro modo, Sabbatella podrá armar su lista de legisladores provinciales, pero no podrá llevar diputados propios.

La cuestión empalma con una estrategia federal: la jefa del Estado se está reservando la decisión de incluir los nombres de los principales candidatos de cada provincia al Congreso nacional para sufrir en un virtual próximo período de gobierno la menor cantidad de deserciones posibles en hemiciclos parejos.

Otras cuestiones que están pendientes de reglamentar en el plano nacional son la asignación de la pauta del Estado a los partidos políticos para hacer publicidad y sus criterios de distribución, el color que tendrán las boletas de las distintas fuerzas y el tipo de papeleta, que incluirá fotografías.

Antes de la reforma, la distribución de aportes públicos para la campaña era del 30 por ciento en forma igualitaria entre las listas presentadas; y el 70 por ciento en forma proporcional a la cantidad de votos que el partido obtuvo en la última elección.

Además, las agrupaciones políticas podían recibir aportes privados.

Ahora se incrementó al 50 por ciento la porción de los aportes de campaña que se distribuyen en partes iguales y se prohíbe toda donación o contribución de empresas y sociedades.

Más allá de los montos, interesa a la oposición ver cómo la Dirección Nacional Electoral otorgará espacios de radio y TV para transmitir sus mensajes de campaña, porque además, las agrupaciones ya no podrán contratar espacios de publicidad propios como pudieron hacerlo hasta 2009.

Puntualmente, hay preocupación por la posibilidad de que esos espacios no sean equitativos debido a las diferencias de audiencia en los distintos horarios, que se suma a las posibilidades del oficialismo de echar mano a la publicidad oficial de los actos de gobierno.

“Lamentablemente hay algo que la reglamentación no va a resolver que es el desequilibrio entre la publicidad oficial y la de los otros partidos porque la publicidad oficial no tiene restricción”, apuntó Gustavo Ferrari diputado nacional y mano derecha del candidato a gobernador Francisco de Narváez.

Según explicó, la publicidad oficial está restringida en 15 de los 35 días de campaña, pero alcanza únicamente a los avisos que procuren el voto, lo cual es muy difuso.

Buenos Aires

La reglamentación de la ley nacional se dará esta semana en consonancia con la bonaerense, pese a que los plazos son distintos y están vinculados al llamado a las primarias que en ambos casos serán el 14 de agosto. Mientras en Buenos Aires el tope es de 60 días antes (el 16 de abril), en la Nación es de 90 (16 de mayo).

En el distrito que concentra el 40 por ciento del padrón nacional la atención está puesta en si también se permitirán las listas de adhesión provinciales para los cargos municipales.

“Están negociando”, resumió una fuente con despacho en la Casa Rosada en alusión a la posibilidad o no de que los intendentes vecinalistas que comulgan con Scioli puedan ir colgados de boletas del gobernador, que de ese modo podría tener dos candidatos a jefe comunal en un mismo distrito.

El punto es que ya se daba por hecho que la reglamentación bonaerense también incluiría este aspecto, pero un grupo de intendentes peronistas redobló la presión para impedirlo ante la posibilidad de perder poder en sus distritos.

Eso encierra una discusión subyacente: para algunos juristas del PJ la ley bonaerense no podría prohibir las listas de adhesión si están permitidas en la normativa nacional.

La presión es centrífuga porque a su vez los vecinalistas quieren aplicar este mecanismo para traccionar votos de Scioli. Algunos de los jefes comunales extra PJ que están en esta situación son Gustavo Pulti (General Pueyrredón), Ricardo Ivoskus (San Martín), Blas Altieri (Pinamar), entre otros.

Más allá de convertirse en una verdad de Perogrullo, lo cierto es que con las reglamentaciones se despejarán los resabios de incertidumbre sobre la realización de las primarias, bajo su nueva concepción obligatoria, el 14 de agosto.

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