Gremiales

Conflicto en puerto

El gobierno dictó la conciliación obligatoria en el paro de aceiteros

El Ministerio de Producción y Trabajo, a cargo de Dante Sica, le tiró una soga al complejo oleaginoso cuando la Federación sindical del sector cumplia una huelga de 24 horas en reclamo de la clásula de revisión pactada en diciembre de 2018, establecía evaluar la situación salarial en julio pasado


No va a andar. El Ministerio de Producción y Trabajo les tiró una soga a las exportadoras de granos al dictó la conciliación obligatoria ante el inicio de una huelga aceitera que iba a paralizar la actividad por 24 horas a partir de las 22 del miércoles.

La medida, acatada por la Federación Aceitera, disparó la normalización de actividades. “Saludamos a las compañeras y compañeros que en cada planta y sector de trabajo llevaron adelante la huelga de forma contundente. Nuevamente, tomando las herramientas de lucha en nuestras propias manos, las trabajadoras y trabajadores aceiteros defendemos el Salario Mínimo Vital y Móvil según su definición legal con conciencia del valor de la fuerza de trabajo, con solidaridad y unidad obrera”, reconoció la Federación Aceitera a los afiliados de todo el país.

El área que comanda el ministro Dante Sica dictó la conciliación por 15 días hábiles cuando el complejo oleaginoso nacional se había paralizado prácticamente por completo en todo el país a excepción de San Lorenzo, donde el gremio aceitero Soea es independiente de la FTCIODYARA.

La Federación, con los sindicatos, comisiones gremiales internas, delegados de base y trabajadores afiliados que forman parte había lanzado la huelga nacional “como primera medida de un plan de lucha ante la falta de respuestas de las cámaras patronales Ciara, Ciavec y Carbio a la revisión de la paritaria salarial”.

La gremial recordó que en diciembre de 2018 las partes acordaron una cláusula de revisión “en la cual se comprometieron a reunirse en la primera quincena del mes de julio para analizar la evolución salarial y la coyuntura económica” compromiso que no se cumplió y lleva dos meses de atraso cuando “la crisis se ha acelerado y los salarios pierden día tras día su valor real”.

Mientras tanto, en contrapartida, “se continúan multiplicando sus ya extraordinarias ganancias”, denunció la Federación apuntando a las “grandes ganadoras del modelo agroexportador que se han favorecido con la brutal devaluación y no han tenido reparo alguno en trasladarla a la mesa de las familias argentinas en el precio del aceite comestible”.

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