El Ciudadano Global

Objetivo nacional

El gobierno de Alberto Fernández y Malvinas, ¿hacia una política de Estado?

2020 será recordado como  el año en el que el mundo se paró por la pandemia del covid-19. En relación a la Cuestión Malvinas, el gobierno nacional llevó a cabo una serie de acciones tendientes a la afirmación de la soberanía argentina sobre el territorio en disputa que tuvo repercusión internacional


Celina Romani**

La Cuestión Malvinas es entendida como la disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido por las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Esta controversia abarca 1.500.000 de km2 de recursos minerales, pesqueros y turísticos, renovables y no renovables. A esto hay que sumarle la proyección antártica, el control de los pasos bioceánicos, la mayor base militar británica y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el Atlántico Sur, entre otros factores de gran valor estratégico.

Primeras decisiones

Apenas iniciado el gobierno de Alberto Fernández, en diciembre de 2019,  se anunció la elevación a Secretaría del área de Cancillería dedicada a la Cuestión Malvinas –luego de que fuera degradada a subsecretaría durante el período 2015-2019–, volviéndose a nombrar a Daniel Filmus como secretario de la misma. Esta medida fue el indicio primero del reposicionamiento de la Cuestión Malvinas en la agenda nacional, seguido por una serie de iniciativas que se presentaron durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.

En la apertura de sesiones, el presidente señaló en su discurso que “no hay lugar para colonialismos en el siglo XXI” y presentó tres proyectos de ley íntimamente vinculados con la Cuestión Malvinas orientados a recuperar el dominio de los espacios marítimos circundantes del archipiélago, como así también endurecer la venta de permisos de pesca de Argentina a Reino Unido.

Los proyectos fueron remitidos y aprobados por el Congreso, posicionando a la Cuestión Malvinas con gran intensidad en la agenda política argentina con la sanción de las siguientes tres leyes:

1-Creación del Consejo Nacional de Asuntos Relativos de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y Espacios Marítimos Correspondientes. El mismo se conforma con representantes del oficialismo y la oposición, veteranos de la Guerra de Malvinas (1982), académicos, juristas y delegados de la provincia de Tierra del Fuego, distrito al que le corresponden estos territorios según ley argentina. Su propósito es contribuir a generar los consensos políticos y sociales necesarios para diseñar e implementar políticas de Estado que tengan por objeto efectivizar el ejercicio pleno de la soberanía a mediano y largo plazo, como así también colaborar en sustentar la elaboración de la posición argentina en la disputa de soberanía en sus aspectos geográficos, ambientales, históricos, jurídicos y políticos y proponer y llevar adelante actividades de docencia e investigación que aporten conocimiento al pueblo argentino sobre la justicia del reclamo del ejercicio pleno de soberanía. Además, busca promover los derechos argentinos en el ámbito regional y global y proponer estrategias que aporten al reconocimiento permanente de los ex combatientes de Malvinas y caídos en combate y de sus familiares.

2-Demarcación nueva del límite exterior de la plataforma continental argentina. A partir de la aprobación por la ONU de la ampliación del espacio marítimo argentino en más de 1,7 millones de km2, este proyecto extiende el territorio submarino de 200 millas náuticas (322 km) a 350 (563 km), buscando fortalecer los derechos de soberanía e incrementar la seguridad jurídica en el marco de la explotación de hidrocarburos y minerales. Un punto importante a tener en cuenta es que la demarcación del límite exterior de la plataforma continental argentina es el resultado del trabajo desarrollado durante varios gobiernos por la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla), que permitió que la Argentina realice ante la ONU la presentación completa. En relación con esta ley, cabe señalar que el Ministerio de Educación distribuirá en los colegios el nuevo mapa de la demarcación de límites de la Argentina con la extensión de la plataforma continental avalada por la ONU y que la Secretaría de Energía avanzará ahora con los estudios de exploración de recursos en el suelo marítimo argentino.

3- Modificación del Régimen Federal Pesquero. Esta medida endurece las sanciones a los barcos que pescan ilegalmente en los espacios marítimos bajo jurisdicción argentina o en aguas donde el país tiene soberanía sobre recursos vivos. Además busca evitar el saqueo por parte de buques pesqueros que se introducen sin permiso en los espacios marítimos argentinos. Fortalecerá el trabajo de la mesa que se ha conformado con los Ministerios de Defensa, de Seguridad, de Agricultura y la Cancillería, con el objetivo de defender nuestra presencia soberana y actividad económica.

Es importante destacar que en un país donde la “grieta” atraviesa tantas áreas y temas, vemos que la misma no se reflejó en la sanción de estas leyes vinculadas con la Cuestión Malvinas y que la unanimidad prevaleció en los recintos legislativos.

Causa nacional y regional

La Cuestión Malvinas fue reposicionada como tema de agenda con el objetivo fundamental de afianzar la soberanía territorial de la República Argentina. En este sentido, cabe indicar que en su primer mensaje ante la ONU el presidente ratificó los derechos soberanos sobre las islas y reivindicó la vía diplomática para recuperarla, remarcando que Gran Bretaña “insiste con la injustificada y desmedida presencia militar en las Islas, que no hace más que traer tensión a una región caracterizada por ser una zona de paz y cooperación internacional”.

En este sentido, desde el gobierno se ha promovido la Cuestión Malvinas como una causa latinoamericana, recordando que los países de esta región tempranamente manifestaron su solidaridad con la Argentina y afirmaron que se trataba de una agresión colonial que atacaba la soberanía de toda la región.

El respaldo por parte de los diversos foros latinoamericanos implica el apoyo y por tanto la crítica a Reino Unido en relación a la agresión a la soberanía, integración y desarrollo de todo el continente. Un ejemplo claro fue la defensa a las políticas del gobierno argentino respecto de la Causa Malvinas por parte del Parlasur (Parlamento del Mercosur), en el mes de mayo de este año.

El mismo ocurrió en el marco de una reunión virtual de la Comisión de Asuntos Internacionales, Interregionales y de Planeamiento Estratégico del Parlasur, canalizada por la Subcomisión de Malvinas, donde los participantes de la reunión remarcaron que la Causa Malvinas no es una cuestión privativa de los argentinos, sino de todos y cada uno de los países de Latinoamérica.

Asimismo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) emitió a mediados de septiembre un comunicado mediante el cual reiteró su apoyo al reclamo argentino por la soberanía de las islas Malvinas: la Celac “reitera su más firme respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”.

Por su parte la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) adoptó por aclamación la Declaración sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, reafirmando, una vez más, la necesidad de que los gobiernos de Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden, cuanto antes, las negociaciones sobre la disputa de soberanía, con el objeto de encontrar una solución pacífica a esta prolongada controversia.

El vínculo con Gran Bretaña

La designación de Javier Figueroa como embajador en Londres fue fundamental para las relaciones que busca tener el gobierno con Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Figueroa había sido designado durante el mandato de Cristina Kirchner como subsecretario de la Secretaría de Malvinas en la Cancillería con Daniel Filmus, lo cual terminó siendo un antecedente clave para que Alberto Fernández decidiera enviarlo a Londres como embajador.

Con diferentes medidas y posicionamientos, el propósito de la política argentina es “sacar del área de confort” a Gran Bretaña teniendo como meta retomar el diálogo bilateral por la soberanía de las islas Malvinas, tal como proclama la Resolución 2065 de Naciones Unidas.

En este marco puede leerse la acción argentina ante el avance del covid-19, cuando el gobierno le presentó la posibilidad a los isleños de su ayuda para enfrentar a la pandemia. En nombre del Gobierno Argentino, Daniel Filmus, se puso en contacto con el embajador del Reino Unido en Buenos Aires, Mark Kent, para transmitirle la disposición de la República Argentina a colaborar con los habitantes de las Islas Malvinas a raíz de la situación generada por la pandemia de coronavirus. No obstante, la respuesta por parte de los isleños fue totalmente negativa, a pesar de ser considerado un momento de solidaridad global.

Por otra parte, en el marco del Brexit, a principios del mes de noviembre se llevó a cabo una reunión entre el canciller Felipe Solá y los embajadores de la Unión Europea en Argentina. Allí el canciller planteó la importancia para el gobierno sobre el lugar que ocuparán las Malvinas en el acuerdo que se logre entre el gobierno británico y la Unión Europea una vez que Londres abandone el bloque.

Con esto es posible de ver que la salida del Reino Unido de la Unión Europea podría beneficiar el reclamo de soberanía de la Argentina sobre las Islas Malvinas.

Pero también tuvieron continuidad áreas de cooperación con Gran Bretaña. El canciller Felipe Solá y el embajador británico en Argentina, Mark Kent, firmaron a inicios de septiembre un canje de notas donde coincidieron en la importancia que reviste la continuación del proceso de identificación y reafirmaron la voluntad de otorgar un nuevo mandato al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) solicitando su intermediación neutral para el esclarecimiento de la identificación de los restos presentes en la referida tumba del Cementerio Darwin.

También, ambos gobiernos acordaron aplicar la fórmula de soberanía a la ejecución de las tareas de identificación en las Islas Malvinas y a todas las actividades relacionadas y sus consecuencias.

¿Hacia una política de Estado?

En diferentes ocasiones el Embajador Filmus señaló que hace 187 años que tenemos este reclamo y que “si no se transforma en una política de Estado, que no esté sometida a los vaivenes de cada gobierno, va a ser muy difícil poder avanzar”. Por tal motivo, el gobierno ha promovido la generación de consensos a nivel doméstico a través de políticas como la creación del Consejo Nacional de Asuntos Relativos de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y Espacios Marítimos Correspondientes y la promoción de la Red de Cátedras, Observatorios e Investigadoras/es sobre Malvinas, Antártida y Atlántico Sur.

De este modo, el primer año del presidente Alberto Fernández tuvo importantes repercusiones en relación con la Cuestión Malvinas, tanto a nivel doméstico como internacional. A futuro será fundamental que el gobierno argentino continúe sosteniendo de manera firme las acciones implementadas hasta el momento con el objetivo de lograr avanzar en la negociación pacífica con Reino Unido.

Las reivindicaciones ante los organismos internacionales y el reclamo de soberanía como políticas de Estado deben ser constantes, ya que son cruciales a la hora de posicionarse a nivel internacional para alcanzar los objetivos nacionales.

**Miembro del Grupo de Estudios sobre Malvinas. Instituto de Investigaciones. Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internaciones

 

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