Estaba cantado, pero fue un sábado, día inusual para la publicación de un decreto en el Boletín Oficial: el gobierno nacional modificó el esquema de retenciones a la exportación de casi todos los productos de origen animal. La norma elimina el tope de cuatro pesos por dólar establecido por la gestión de Mauricio Macri para cereales y otras materias primas y el de tres pesos para productos más elaborados. En paralelo, establece una alícuota fija del nueve por ciento sobre el monto facturado, que se suma a la hasta ahora vigente. La soja, por ejemplo, que tenía una tasa del 18 por ciento pero pagaba los cuatro pesos por dólar, pasará a tributar el 27 por ciento.
El tope de cuatro pesos por dólar fijado por la gestión Cambiemos, en la práctica, equivalía a un porcentaje sobre la facturación en caída permanente por las devaluaciones. Ahora, la parte del total que representan las alícuotas del derecho de exportación no dependerán de la cotización del dólar.
Sin operaciones el lunes
Junto con el decreto que cambia la fórmula de las retenciones, el Ministerio de Agricultura publicó una resolución mediante la cual el lunes estará cerrado el registro de exportaciones. Esa norma, que lleva el número 196, explica que la medida responde a la “necesidad de preservar la transparencia del mercado mientras se procede a adoptar dicha medida (por los cambios en las alícuotas)”.
El texto del decreto recuerda que “la aplicación de derechos de exportación e importación constituye un instrumento esencial de la política económica nacional” y recalca “la grave situación por la que atraviesan las finanzas públicas“. Por ello, agrega, “resulta necesaria la adopción de urgentes medidas de carácter fiscal que permitan atender, al menos parcialmente, las erogaciones presupuestarias con recursos genuinos”.
El decreto que modifica las retenciones contiene dos anexos que detallan las posiciones arancelarias alcanzadas por la medida y las que quedan exentas, por lo que siguen con la fórmula del tope de pesos por dólar.
Además de la soja, incluye numerosos productos
Los cambios incluyen, según los anexos del decreto, casi todas las posiciones del Capítulo 1 del Nomenclador Arancelario Común del Mercosur, que incluye “los animales vivos” de todas las especies ganaderas. También la mayoría del Capítulo 2, todo los tipos de carnes. La mayoría de los cortes bovinos tributaba hasta ahora 3 pesos por dólar exportado, lo que equivale a cerca de 4 por ciento.
El Capítulo 3 del Nomenclador, sobre productos de la pesca, también es alcanzado por el decreto y pasará a tributar el 9 por ciento.
Del capítulo 4 queda alcanzada la leche en polvo, pero no los quesos.
Siempre según los anexos, las modificaciones incluyen a otros productos de origen animal, como las menudencias, las legumbres (porotos, garbanzos), el maíz pisingallo o pochoclo, el arroz, la harina de trigo, algunas grasas animales, el maní, varias mercaderías del sector forestal, como la celulosa, las lanas y otras fibras animales.
Grito en el cielo
Varios referentes de organizaciones patronales del campo hicieron saber de inmediato su disgusto ante la medida oficial, que todos esperaban. Los argumentos de las quejas hicieron foco en la ausencia de consultas previas.
“Esto no va a caer bien en el sector, no va a gustar”, dijo lo obvio Matías De Velazco, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
Carlos Iannizzotto, su par de Coninagro, criticó al presidente Alberto Fernández por empezar a faltar a su palabra” de “no hacer cosas sin consultas”.
Y contrapuso sus anhelos: “Esperábamos un anuncio a favor de la producción, alentándola”.
Casi lo mismo arguyó Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina. “Con el ministro (de Agricultura, Luis Basterra) nos juntamos el jueves y no nos comentó nada”, lamentó.
“Es una medida aislada y todavía no conocemos nada del paquete económico completo. Hay una cantidad de gastos improductivos que hay que revisar antes”, agregó.
Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), lanzó por su parte una velada advertencia de conflicto en puerta: la Mesa de Enlace tendrá una reunión “urgente”, adelantó.
Mientras que el ex ministro de Agricultura de Mauricio Macri, Ricardo Buryaile, gestión en la cual se quitaron las retenciones, indicó a <<FM Cultura>> que le genera “dudas el decreto” y que le da “la impresión de que pueden venir otras subas”.
Postura santafesina
Carlos Castagnani, presidente de Confederación de Asociaciones Rurales de la Provincia de Santa Fe (Carsfe), la entidad que agrupa a más de treinta Sociedades Rurales y asociaciones adheridas del territorio santafesino, reaccionó: “Siempre dijimos que las retenciones son un mal impuesto”.
“Causa un daño muy importante a la producción nacional y más que nada a los pequeños productores –que representan el 80% del país– que están saliendo de una inundación y ahora entrando a la sequía”, dijo en declaraciones a Aire de Santa Fe.
Castagnani agregó que el gobierno nacional “tiene todavía una oportunidad para convocar al campo y explicar las nuevas medidas”.
Segmentación
En tanto que representantes de pequeños y medianos productores volvieron a insistir en un reclamo histórico: la segmentación de las retenciones.
Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina, expresó en declaraciones a <<AM750>>: “Contrasta de manera negativa con lo que habíamos hablado, que íbamos a saber de primera mano las medidas para nuestro sector”.
“No hay diferenciación entre el que tiene 50 hectáreas y el que tiene 50 mil” ni se consideran las distancias respecto del puerto, denunció. “Las bases están bastante intrigadas y movilizadas por este tema”, aseguró Achetoni.
En tanto que Pedro Peretti, integrante del Movimiento Arraigo, destacó que, aunque “siempre estuvo a favor de las retenciones”, el gobierno debería ser un poco más benévolo con los pequeños productores y segmentar las retenciones.
Texto completo del decreto 37/2019
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