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Humedal incendiado

¿El fuego es de los asados?: gobierno de Entre Ríos pide que los rosarinos no vayan más a las islas

La ministra de Gobierno de la provincia vecina derivó responsabilidades en acampantes de la otra orilla por los incendios que ponen en jaque el medio ambiente del Delta


Las autoridades de Entre Ríos tienen una singular hipótesis sobre el origen de las llamas que están devastando el Delta del río Paraná bajo su jurisdicción: pidieron cesar con las incursiones náutica de los rosarinos a las islas “para eliminar toda posibilidad de un asado”. Lo explicitó la ministra de Gobierno y Justicia de la vecina provincia, Rosario Romero, bajo el argumento de que muchos focos de incendio se explican por la sequía y las llamas mal apagadas de los asados. La geolocalización de los focos ígneos contraría esos dichos, porque se producen alejados de la ribera, que es la zona que visitan kayakistas y demás navegantes.

Más de 8 mil focos de fuego detectados desde inicios del año, y sobre todo su ubicación, además de las imágenes obtenidas por las brigadas contra incendios enviadas a la zona y la historia de las quemas, ponen en duda los argumentos de la funcionaria entrerriana.

“Un modo de colaboración que les pedimos a los rosarinos con embarcación es no desplazarse a las zonas de las islas, no acampar, no hacer turismo náutico el fin de semana a los efectos de eliminar toda posibilidad de que a alguien se le ocurra hacer un asado”, sorprendió la ministra entrerriana ante una consulta periodística del programa Radiópolis de Radio 2.

Producción agropecuaria sí, turismo no

“Es una propuesta a futuro, si queremos cuidar las islas no podemos usarlas como lugar de acampe”, agregó Romero sorteando las denuncias sobre una producción agropecuaria insustentable, por las quemas ilegales, terraplenes y carga animal excesiva, como causa del desastre ambiental en el Delta.

“El traslado de embarcaciones masivo que ocurre los fines de semana tenemos que evitarlo, por lo menos por un tiempo”, recomendó Romero cargando la exclusividad de responsabilidades sobre los rosarinos.

Romero remitió a “reportes de los Bomberos” la explicación de que la sequía favorece la generación de colchones de ramas y hojas que ocultan las llamas mal apagadas y son su combustible, alimentando las llamas por la acción del viento. Y que a ello se suma la desaparición de riachos por la bajante del río que en otras condiciones ofician de corta fuegos. El origen de los focos así reavivados, sin embargo, los remitió a la irresponsabilidad de acampantes, aunque sin obviar a los propietarios de los terrenos insulares incinerados.

 

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