Espectáculos

“El Fuego de la Semilla” ya tiene su CD.

La banda acaba de editar su primer disco “Día” a través de la Editorial Municipal, donde combinan ritmos folclóricos y latinoamericanos con sonidos urbanos.  Lo presentan el viernes en Sala Lavardén.

"Usamos la raíz folclórica para expresar nuestra cotidianeidad", dijo su guitarrista Marco Kofman

Por Daniela Barreiro

 

Con bases folclóricas dotadas de una singular e interesante apertura hacia otros estilos, esta noche El Fuego de la Semilla presentará su primer disco titulado Día. El recital, que contará con la presencia de invitados especiales, tendrá lugar a partir de las 21.30 en la sala Lavardén (Sarmiento y Mendoza).

La banda integrada por Noelia García (voz), Pablo Elizondo y Marco Kofman (guitarras y coros) y Facundo Vázquez (bajo), a quienes se suman en diversas presentaciones Matías Marcipar (vientos) y Jorge Mockert (percusión), comenzó su carrera en 2005 y tras varios años de presentaciones en vivo y algunos cambios de formación llegó este año a la edición de su primer disco de estudio a través de la Editorial Municipal de Rosario.

“Comenzamos en 2005 pero recién este último año logramos una consolidación y fue por eso que tardamos en editar el disco”, contó Marco Kofman a El Ciudadano, al tiempo que agregó: “Empezamos como un grupo de covers de música latinoamericana; después las composiciones propias comenzaron a llegar en los últimos años”.

Consultado sobre cómo eligieron el nombre de la agrupación, Kofman aseguró: “Lo tomamos de El fuego de la semilla en el surco, que es un libro del escritor cubano Raúl Roa. Nos gustó mucho el concepto de una raíz que puja por salir. Por el solo hecho de ser semilla ya está definiendo cosas que van a pasar después”.

“Nos gusta pensar que lo que hacemos es música de raíz folclórica pero urbana; usamos esa raíz folclórica para expresar nuestra cotidianeidad y experiencia: la trayectoria que cada uno tiene y lo que fue escuchando a lo largo de toda su vida. Por eso hay armonías y formas de trabajar las letras que no son tradicionales del folclore; sin embargo, la raíz está en los instrumentos y en los ensambles”, describió el guitarrista.

Es posible detectar entre los temas que componen Día canciones provenientes del repertorio de grandes artistas como el uruguayo Pinocho Routin o Violeta Parra. “Los covers son temas que toleraban ser incluidos en un disco nuestro y mezclados con nuestras composiciones. Buscamos no tratarlos distinto, sino trabajarlos como parte de lo mismo. La idea fue poder apropiarnos de ellas y trabajarlas en el mismo sentido y con el mismo concepto con el que trabajamos las nuestras”, contó Kofman.

“Llamamos Día a este disco pensando en la continuidad de un día –explicó–; un día nunca termina sin que empiece otro. Entonces cada canción está afincada en un momento y, por ejemplo, cada tema está puesto, en el arte del disco, sobre una luz que determina un momento preciso del día. El día alberga las canciones más allá de sus letras o autores. Nos gustó la idea de la continuidad, de que el disco no se termine sin que vuelva a empezar, es una forma de hacer un disco más largo (risas)”.

Respecto del recorrido musical que llevan adelante, Kofman reconoció algunos referentes y “maestros”: “Hay personas que han comenzado a trabajar este concepto mucho antes que nosotros, está el caso del Negro (Carlos) Aguirre en Paraná y el de (Jorge) Fandermole acá en Rosario, con un costado más trovero pero con fuerte presencia de música latinoamericana y con tintes urbanos. La elección de los autores y de algunas de las canciones que componen este disco tiene que ver con eso; es el caso de Violeta Parra que aparece entre los autores del disco y es una artista con la que también nos sentimos afines. Si bien es una compositora reconocida en el rubro específicamente de folclore, la libertad que tuvo para trabajar sus composiciones es súper inspiradora”.

“La principal expectativa que tenemos con el disco es la devolución sobre lo que hacemos, ver qué le pasa a la gente que tenemos cerca y que tiene una experiencia de vida similar a la nuestra con esto que les estamos proponiendo. A partir de ahí, la idea es que  nosotros aprendamos leyendo ese mensaje que el público puede darnos. Lo más importante es estar atentos a la respuesta que tengamos y, a partir de ahí, poder elaborar un lenguaje común, porque de eso se trata hacer música”, concluyó Kofman.

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