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Informe del SAT

El fuego arrasó en cien días una superficie de humedal equivalente a 9,5 veces la de Rosario

En base al análisis satelital corregido, el Centro de Monitoreo Climático con sede en Granadero Baigorria estimó la magnitud del ecocidio: 170 mil hectáreas entre el 14 de junio y el 26 de septiembre últimos. Y evaluó que están en riesgo de quemarse otras 415 mil hectáreas en el delta del Paraná


Imagen captada el 19 de agosto por el satélite Sentinel de la Comisión Europea.

El Centro de Monitoreo Climático y Meteorológico SAT, con sede en Granadero Baigorria, estimó que la superficie arrasada por el fuego en el humedal del delta del Paraná totalizó, en los últimos 100 días, unas 170 mil hectáreas. Lo hizo mediante el análisis de las imágenes satelitales disponibles, y con las correcciones técnicas de esos datos. Para dimensionar el ecocidio, el territorio devastado equivale a más de nueve veces la extensión urbanizada de la ciudad de Rosario. A futuro, de acuerdo al mismo informe, el panorama es igual de grave: con la persistencia de precipitaciones inferiores al promedio histórico, aún cuando se anuncien episodios aislados de lluvias intensas, hay una biomasa expuesta a quemarse en una superficie de 415 mil hectáreas dentro del área estudiada de 584 mil hectáreas comprendida por los humeales en juridicción de San Nicolás, Victoria y San Lorenzo.

Análisis de superficie quemada de humedales de junio a septiembre de 2022 by Claudio de Moya on Scribd

El centro meteorológico de alerta temprana aclara que sus informes no son oficiales, pero están apoyados en rigurosos estudios. Son en base a los datos del satélite NOAA-20, de la nueva generación de equipos en órbita polar que se lanzó el 18 de noviembre de 2017. Lo que se analiza es la información de uno de sus sensores, llamado VIIRS (radiación infrarroja y visible). Los datos están disponibles, pero por sí solos no dicen gran cosa, hay que interpretarlos, y hacer correcciones con otro combo de información.

El análisis explica que las áreas quemadas o afectadas por incendios se caracterizan por depósitos de carbón y cenizas, remoción de vegetación o alteración de la estructura vegetal. Cuando el suelo desnudo queda expuesto, el brillo en la Banda I1 del satélite puede aumentar, pero puede compensarse con la presencia de residuos de carbono negro. El infrarrojo cercano (Banda I2) se oscurece y la Banda M11 se vuelve más reflectante. Cuando se asigna a rojo en la imagen, la Banda M11 muestra las cicatrices que deja el fuego en rojo intenso o brillante, según el tipo de vegetación quemada, la cantidad de residuos o la totalidad de la quemadura.

Con la observación diaria de la información satelital, el SAT estimó una superficie quemada de 169.130 hectáreas entre el 14 de junio y el 26 de septiembre últimos. Esto es, 9.46 veces la superficie de la ciudad de Rosario (178.690 hectáreas).

Lo que sigue, con una bajante del Paraná y una sequía que persistirán, no es alentador. “La biomasa está predispuesta a que cualquier incendio tome gran dimensión”, alertaron desde el centro de monitoreo. Explicaron que los pronósticos para los próximos meses indican “un déficit hídrico bastante importante, con tormentas fuertes y acumulados importantes de agua, pero debajo del promedio esperado”. Lo anterior, avisaron, diagrama “una situación para tener mucho cuidado, para tomar medidas preventivas”.

 

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