El bloque de diputados Frente para la Victoria anunció que Anabel Fernández Sagasti asumió como nueva presidenta de la Comisión de Juicio Político de la Cámara baja y ya dio el primer paso para una eventual destitución de Carlos Fayt como juez de la Corte Suprema.
De esta manera, la diputada Fernández Sagasti, de 31 años y oriunda de Mendoza, reemplazará a su par Adela Segarra, también oficialista, y para ello obtuvo el voto de la mayoría de los integrantes de la Comisión.
“Debemos actuar en base a las demandas existentes. Nosotros estamos estudiándolas todas y dependiendo de qué diga cada una, la comisión determinará de qué forma actuar”, aseveró Fernández Sagasti, según el comunicado del bloque oficialista.
Además, valoró el trabajo realizado por la diputada Segarra “por haber cumplido honradamente al frente de la presidencia y por poner todo su compromiso militante para llevar adelante esta comisión”.
En el marco del cambio de autoridades, la legisladora María del Carmen Bianchi, también del Frente para la Victoria, solicitó agendar para una próxima reunión el análisis y tratamiento por parte de la Comisión de “las denuncias públicas que fueron adquiriendo mayor volumen y constancias sobre el estado de salud, que refiere al miembro más antiguo de la Corte Suprema de Justicia”, Fayt, de 97 años, nombrado en 1983.
Bianchi dio a entrever que “en el día de ayer (lunes), el propio jefe de la Corte (Ricardo Lorenzetti) asume la existencia de esa propia naturaleza”, en alusión al estado de salud de Fayt.
“Es un tema de agenda de carácter prioritario, que debe tener una especial consideración por la valía personal y de trabajo del miembro de la Corte en cuestión, sin dejar de tomar en cuenta que su función está en vinculación directa con el pleno funcionamiento de los derechos de los argentinos”, dijo Bianchi.
Fuentes parlamentarias consultadas por ámbito.com señalaron que “por ahora” no existe ningún pedido de juicio político contra Fayt y que lo que hará en un principio la comisión es analizar la “idoneidad” del magistrado para seguir en el cargo. Pero no hay tiempos -al menos no aún- para avanzar con la destitución.
Para lograrlo, el kirchnerismo debería asegurarse una importante cantidad de legisladores en ambas Cámaras, algo difícil de lograr. En Diputados necesita dos tercios para habilitar la acusación, pero actualmente necesita de sus aliados para llegar al quórum de 129. En tanto que en el Senado el panorama es aún más complicado. En esa Cámara ya mostró que no tiene posibilidad de reunir los dos tercios para la designación de Roberto Carlés como reemplazante en la Corte de Eugenio Zaffaroni.
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