El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a proyectar este lunes que la economía argentina continuará en recesión durante 2019, por lo cual registraría una caída del 1.7%. La entidad que dirige Christine Largarde ratificó la profundización del declive a través del informe “Perspectivas de la economía mundial”, cuya última edición se difundió en octubre pasado. Para América Latina, la organización recortó sus previsiones para este año y el próximo en 0,2 puntos con relación a lo previsto en octubre: 2% en 2019 y 2,5% en 2020.
“La economía de la Argentina se contraerá en 2019 debido a que las políticas más estrictas dirigidas a reducir los desequilibrios frenarán la demanda interna, antes de volver a crecer en 2020”, estimó en octubre el organismo. Esto fue ratificado por un lado, y por otro se agregó que el año próximo la economía crecería 2,7%. “La expansión global se ha debilitado”, alertó el organismo, que a la vez estimó un crecimiento mundial del 3,6% en 2020, con un recorte del 0,1% respecto al pronóstico de octubre último.
La economía mundial no crecerá lo esperado
Por otra parte, el FMI proyectó un crecimiento del 3,5% para la economía mundial durante este año, y 3,6% para 2020, lo que arroja 0,2 puntos y 0,1% por debajo de su estimación de octubre pasado respectivamente. Pronosticó además un dato alentador para la Argentina, pero que no afecta directamente al país sino a uno de sus socios comerciales: la economía de Brasil se recuperará luego de la recesión que la afectó en 2015 y 2016, para crecer este año un 2,5%.
“Altos niveles de deuda pública y privada”
Según el FMI, “una gama de factores desencadenantes más allá de la escalada de las tensiones comerciales podría provocar un mayor deterioro en el sentimiento de riesgo con implicaciones adversas para el crecimiento, especialmente dados los altos niveles de deuda pública y privada”. Ante este escenario señalaron que “la principal prioridad política compartida es que los países resuelvan de manera cooperativa y rápida sus desacuerdos comerciales y la incertidumbre política resultante, en lugar de elevar aún más las barreras dañinas y desestabilizar una economía global que ya se está desacelerando”.
El documento refiere a “una disminución persistente en la tasa de crecimiento de las economías avanzadas con respecto a los niveles por encima de la tendencia, y agrega también “una disminución temporal en la tasa de crecimiento de las economías de mercados emergentes y en desarrollo en 2019”. Por último contempla que “la economía China se desacelerará” y se espera que su crecimiento “caiga de 6,6% en 2018 a 6,2% para el presente año y el próximo”
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