El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó este martes del 16 al 19,2% la inflación estimada para este año, muy por encima del 15% que todavía defiende el gobierno y el Banco Central, y además redujo las proyecciones de crecimiento económico, al que estableció cercano al 2%.
Además, en el Panorama Económico Mundial de abril, el organismo multilateral advirtió al gobierno que deberá ejecutar más recortes del gasto público para bajar el déficit.
Alertó que el control de la suba de precios a futuro requerirá de “una postura continua de política monetaria restrictiva” y proyectó mejores condiciones para 2019.
Estimó para el año próximo que la economía se acelerará y crecerá 3,2%, con una inflación anual al cierre del 2019 del 13,6%, menor a la de 2018, aunque aún en dos dígitos, y también por encima de la meta oficial.
El Fondo agregó que las reformas aprobadas en Argentina a finales de 2017 son una “guía para la disciplina fiscal” de las provincias, que así colaborarán con la administración nacional de Mauricio Macri.
Sostuvo que la recuperación en América latina y el Caribe se está fortaleciendo y se prevé que el crecimiento de la región aumente del 1,3% en 2017 al 2% en 2018 y 2,8% en 2019”, señaló el FMI.
En ese escenario, el organismo que conduce Christine Lagarde sostuvo que en la Argentina se necesitarán “más recortes” del gasto para alcanzar los objetivos de déficit primario previstos para este año, 2019 y 2020.
El gobierno informó recientemente que bajó el déficit fiscal primario (antes del pago de la deuda) en marzo y sobrecumplió en 0,3 puntos porcentuales la meta del primer trimestre, aunque en un escenario de fuerte crecimiento de los intereses de la deuda.
La gestión Macri ratificó que pretende llevar este año el rojo fiscal primario –“Una de las principales causas de la inflación”– al 3,2% del producto bruto para continuar la tendencia a la baja en 2019 (con 2,2%) y en 2020 (1,2%).
Tras recomendar un ajuste mayor en el gasto público, el FMI dijo que proyecta que el crecimiento de la Argentina pasará del 2,9% en 2017 al 2,0% en 2018.
Ese 0,5% menos con relación a la previsión de enero se atribuye al efecto de la sequía sobre la producción agrícola y al ajuste para mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas y reducir la alta inflación”.
“Argentina se recuperará gradualmente a 3,2% en 2019”, estimó el Fondo.