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El escenario hidrológico asoma muy complicado en la región

Así lo confirma un informe realizado por el Instituto Nacional del Agua, que advierte sobre “precipitaciones superiores al nivel normal” que agravarían la situación del Paraná.

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El Paraná mantiene su estado de alerta en todo el Litoral de la Provincia y para peor, sigue creciendo y así lo hará en los próximos días. Al menos, eso afirman los especialistas del Instituto Nacional del Agua, quienes realizaron un estudio pormenorizado del escenario hidrológico en la cuenca del Plata.

El informe indica que “se prevén precipitaciones de normales a superiores a lo normal, con alta variabilidad espacial, en el Litoral, República Oriental del Uruguay, este de Paraguay y sur de Brasil. El verano es la estación de mayor precipitación sobre las cuencas del Paraná y Paraguay en Brasil. Estas lluvias podrían generar nuevas ondas de crecidas que se propagarían sobre el río en territorio argentino agravando la situación actual”.

También indica que “los resultados de diversos modelos de pronóstico, tanto dinámico como estadístico, en general, indican condiciones para que se continúe desarrollando El Niño con un pico en nuestro verano, y luego gradualmente disminuyendo durante el próximo otoño”.

Sobre la situación hidrológica actual en la cuenca del Plata, advierte: “En el caso del río Paraguay continúa con niveles bajos por lo ocurrido durante todo el año 2009. Las lluvias de octubre, noviembre y diciembre permitieron la recuperación de los afluentes del tramo medio, produciendo un cambio de tendencia desde noviembre. Durante el verano se espera que las lluvias sobre la alta cuenca vuelvan a ser significativas, mayores a lo normal y se mantenga la carga del Pantanal. En cuanto al Paraná la condición de la alta cuenca del río en Brasil siguió siendo caracterizada por suelos saturados y embalses en niveles altos, con escasa capacidad de retención. La perspectiva climática indica que se desarrollarían lluvias de normal a por encima de lo normal sobre la alta cuenca del río en el trimestre de enero-marzo. Este es el trimestre donde se producen los mayores montos de precipitación. Esto conformaría una crecida de verano que podría ser significativa, agravando la situación de aguas altas en todo el tramo argentino del río”. Y agrega: “La condición hidrológica actual de la cuenca y la perspectiva climática plantean la persistencia del escenario de aguas altas para el verano. En consecuencia, podría agravarse la situación ya observada en todo el tramo argentino del río. Los afectados en forma más severa serían los productores ganaderos de márgenes bajos e islas y también se verían afectadas gradualmente las zonas urbanas bajas”.

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