Espectáculos

Juntada femenina

El escenario como una trinchera cultural

La argentina Charo Bogarín y la colombiana María Mulata unen sus potentes voces y búsquedas cercanas para cantar desde Argentina a toda Latinoamérica, en una cruzada escénica que va de los pueblos originarios al folclore


Ambas son investigadoras e intérpretes de la música de raíz, pero sorpresivamente lo que las unió fue el fútbol. Para la banda sonora de De la mano del 10, el programa que llevó adelante Diego Armando Maradona para Telesur durante el último Mundial de Fútbol, fueron convocadas tres mujeres: Charo Bogarín representando a Argentina, Lila Downs por México y María Mulata por Colombia. Durante la filmación de un videoclip las artistas se encontraron en Bogotá. “Ahí tuve la oportunidad de conocer en persona a María Mulata y darme cuenta de que la investigación que ella llevaba adelante sobre la música de su país, tanto del folclore tradicional como de los cantos originarios, tenía que ver con mi búsqueda”, contó Bogarín a El Ciudadano.

Así se conocieron y así también iniciaron un camino juntas que este sábado por la noche llegará a Rosario. “Voy a ser la anfitriona”, adelantó la cantante argentina. “Voy a dar la bienvenida a María Mulata iniciando el concierto con un canto originario. A partir de ahí vamos a quedarnos las dos en el escenario todo el tiempo en un diálogo musical cantando nuestros temas y acompañando a la otra junto al músico marplatense Juan Sardi. Será un dialogo entre Colombia y Argentina a través de nuestras voces”, dijo Charo sobre el concierto.

María Mulata es una inquieta investigadora de la música tradicional colombiana que a lo largo de su carrera supo interpretar tanto los ritmos ancestrales de las montañas como los de las costas de su país. Bogarín, ex miembro de Tonolec que actualmente lleva adelante una carrera solista, es cantautora, investigadora y recopiladora musical de las comunidades originarias del norte argentino y, además, difusora de los cantos de los pueblos originarios.

—¿Qué puntos de contacto hay entre la investigación musical que lleva adelante María Mulata y la tuya?

—Mi investigación sobre los cantos de raíz tiene que ver con ir más allá del folclore tradicional, encontrar los cantos nativos, la conexión con mi sangre guaraní y a partir de ahí propagar, resignificar y tener una lectura como artista de esta nueva época, de lo que es nuestro folclore argentino. Tiene que ver con realzar una identidad cultural. Paralelamente, María Mulata también hizo lo propio con los cantos del Atlántico y del Pacifico colombiano, signados también por la música indígena y por la música africana. Colombia tiene ritmos como el currulao que empatan perfectamente con nuestros ritmos de malambo y chacarera. La conexión está en los ritmos y en el tipo de investigación que tiene que ver con los orígenes de la música indígena.

—¿Cómo se hace en un momento sociopolítico adverso como el actual para seguir generando estos debates sobre el escenario?

—Creo que, justamente, cuando los tiempos son duros a nivel de políticas de Estado en cuanto a lo que nos brindan en cultura, cuando los espacios se nos van cerrando porque las economías del bolsillo de la gente no soportan ir a conciertos, es ahí donde el artista tiene que usar su creatividad y es ahí donde yo veo que la unión entre los artistas se afianza. Empezamos a juntarnos entre nosotros y a resistir desde nuestra trinchera que es el arte. La música que hacemos tiene que ver con una identidad cultural, con nuestra tierra, entonces nuestro lugar, nuestra trinchera desde la música es el escenario. Propagamos un mensaje que tiene que ver con las músicas de las minorías y eso ya es una plantada de bandera.

—¿Cómo ves la actualidad de la mujer en la música?

—Creo que artísticamente también se van acompañando movimientos que pasan en otros lugares de combate. El feminismo ha cobrado un lugar muy importante en Latinoamérica y en el mundo, la defensa de los derechos de la mujer, el no dejarse avasallar. En mujeres de armas tomar, de calles tomar, de música, de palabras. Nos paramos las dos y alzamos nuestra voz no solamente en favor de nuestra cultura originaria sino también representando al género que llevamos con tanto orgullo y defendemos. Tanto María Mulata como yo estamos dentro de estos movimientos fortalecidos que se están gestando en todo el continente.
—La cultura originaria tiene que ver también con lo femenino…

—Sí claro; hay una gran fuerza de madre creadora de Pachamama que se hace carne en nosotras. Las mujeres somos las que damos vida y somos la tierra misma. Creo que el mundo femenino tiene que ver con una necesidad de volver a reconciliarnos con la fuerza creadora. Hemos venido haciéndole daño a nuestra tierra. Hoy hay una mirada puesta sobre este lugar de creación, sobre la Pachamama, y la mujer simboliza esta fuerza creadora, la mujer como Pachamama misma.

—En tu último disco decidiste invitar a Gustavo Cordera, después de ser procesado por “incitación a la violencia colectiva”. ¿Qué reflexión haces a la distancia?

—Fue un momento muy delicado. Cordera, por sus declaraciones, tuvo por parte de la sociedad una posición dura. El espacio que le di en el disco tuvo que ver con que él salió a pedir perdón, se arrepintió, y para mí eso también cobra valor porque se trata de que las personas cambien su punto de vista, de que transformen esa oscuridad que tienen en algo luminoso, y si uno no da una nueva oportunidad cuando alguien se manifiesta arrepentido estamos alentando a que las cosas no se puedan modificar.

Para agendar

Charo Bogarín y María Mulata se presentarán juntas este sábado, a partir de las 21.30, en el Gran Salón de la Plataforma Lavardén, de Sarmiento y Mendoza

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