“Estamos acá para habilitar transformaciones y empoderar la mujer en la sociedad”, afirmó Norma Carosio, coordinadora de la Red de Educación a Distancia y Ruralidad (Redyr), y organizadora del cuarto seminario internacional “La mujer rural hoy” que transcurrió de manera conjunta en varios puntos del continente.
El empoderamiento de las mujeres y niñas rurales fue el tema central del seminario, que en Argentina se llevó a cabo en diferentes sedes del país y demostró las distintas necesidades del sector femenino rural.
Simultáneamente y en distintas sedes de Argentina, Uruguay, Chile, Colombia y Puerto Rico, mujeres de centros educativos, instituciones tradicionales, organismos estatales y cooperativas se juntaron a compartir conocimiento y vivencias de manera virtual.
“Voluntad de cooperación”
“Hay una real voluntad de cooperación entre mujeres en todo el continente”, constató la organizadora que lleva a cabo el cuarto encuentro de mujeres rurales en tres años.
Carosio agregó que “estas jornadas empezaron desde un deseo de contar y escuchar historias de vidas desde distintos lados y fueron creciendo solas”.
“El empoderamiento de las mujeres y niñas rurales” es el tema que eligió las Naciones Unidas (ONU) en marzo en su reunión anual de la Comisión de la Condición de la Mujer.
Advierte que por más que 43% de la mano de obra agrícola a nivel mundial esté compuesta por mujeres, ellas representan menos del 13% de los propietarios agrícolas.
Estas métricas reflejan una tendencia bien real en el mundo y América Latina no es ninguna excepción, añadió la agencia Agrofy.
Adela Nores, directora de la Sociedad Rural Argentina, contrastó datos similares: “En Argentina, menos del 10% de los establecimientos de producción agropecuaria del país son dirigidos por mujeres. Su rol en la toma de decisiones en nuestro país es muy bajo”.
Señales alentadoras
Sin embargo, nota señales alentadoras en su creciente presencia ya que “hoy en día, las mujeres agrónomas superan el 50% en las empresas institucionales y el 48% de las profesionales del agro”, destacó.
“Antes el reclamo era acerca de la liberación de la mujer. Hoy hablamos de su liderazgo. Ya estamos en otro lugar”, subrayó la directora.
Mujeres cooperativistas de distintos puntos del país contaron cómo a través de institutos estatales y cooperativismo lograron colmar deficiencias de alimentos en proyectos como el programa Pro Huerta de Santo Tomé que se constituyó desde intercambios de semillas, autocultivo y venta de excedentes.
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