El emperador de Japón, Akihito, ofreció un discurso televisado sin precedentes a la nación, diciendo que está “profundamente preocupado” por la crisis en los reactores nucleares dañados e instando a las personas a ayudarse las unas a las otras en estos momentos difíciles.
Con apariencia estoica, Akihito, de 77 años, dijo que los problemas en los reactores nucleares de Japón, donde las autoridades intentan impedir una catástrofe nuclear, son impredecibles y que está “profundamente preocupado” por una situación a la que calificó como “sin precedentes”.
Las principales cadenas de televisión interrumpieron la programación habitual para difundir la primera aparición en público del emperador desde el devastador terremoto y el posterior tsunami que dejaron miles de muertos.
“Espero desde el fondo de mi corazón que las personas, juntas, se traten las unas a las otras con compasión y superen estos tiempos difíciles”, dijo Akihito, quien manifestó “gran tristeza” y dijo que espera que sean “salvadas el mayor número de personas”.
Es la primera vez desde que sucedió a su padre Hirohito, en 1989, que Akihito aparece en la televisión de su país para enviar “un mensaje a los siniestrados”.
Tras el terremoto de Kobe en 1995, en el que murieron 6.400 personas, se limitó ha enviar un comunicado escrito. Aunque el emperador es el jefe del Estado en Japón, su papel es honorífico y no tiene ninguna función pública.
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