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El Ejército de Gaddafi avanza hacia los rebeldes

El líder libio se dirige con sus seguidores hacia Benghazi, la capital rebelde. Las figuras más representativas del movimiento rebelde dejaron en claro que la caída de ese bastión podría significar el fin del levantamiento.

El ejército de Muammar Gaddafi avanza con paso firme hacia el este del Libia en un intento de acorralar a la tropas rebeldes en Benghazi, sede del gobierno levantado en armas el 17 de febrero tras tomar Zwara, bastión de la revolución en el oeste y, en las últimas horas, Ajdabiya.

En Brega, uno de los puertos petrolíferos más importantes, a 300 kilómetros de la capital rebelde, se combate al límite y hoy se bombardea Ajdabiya, enclave de especial importancia estratégica y moral para los sublevados porque es el último obstáculo para la toma de Benghazi, pieza clave en la defensa de la península Cyrenaica.

Anoche, el jefe de las fuerzas revolucionarias, Ahmed Fatah, ofreció una rueda de prensa en la que quedó patente que la caída de este enclave supondría un golpe casi definitivo al levantamiento.

No en vano, por ella se accede a Benghazi directamente y también a Tobruk, más al este, cortando la frontera de Egipto, ruta de escape y vía por donde llegan la mayor parte de los suministros. En esta localidad, de unos 120 mil habitantes, es donde se están concentrando los mayores esfuerzos armamentísticos y es la primera ciudad de gran tamaño que se encuentra el ejército en su avance hacia Benghazi.

Si bien sus esfuerzos se basan más en controlar las carreteras que llevan a Tobruk, esta mañana la aviación bombardeó con dureza la ciudad y se habla de decenas de heridos y, al menos, un muerto según pudo constatar la prensa internacional que cubre los combates.

En tanto, apoyados por la aviación y por el armamento pesado del que disponen, esta mañana los bombardeos se intensificaban sobre la entrada de Ajdabiya, buscando el depósito de armas que el ejército sublevado tiene allí.

Los rebeldes, voluntariosos pero muy mal equipados, trataban en vano de frenar el avance de las fuerzas leales a Gaddafi. Según las mismas fuentes, los civiles que escapan de la ciudad hablan de coches ardiendo con milicianos que no pudieron replegarse a tiempo y que fueron atrapados en su interior.

En Ajdabiya hay también algunos soldados profesionales que se han unido a la revolución y unos pocos viejos blindados con los que pretenden resistir al ejército regular, escaso pero sustancialmente superior debido a su armamento más moderno y mejores pertrechos y abastecimiento.

En Brega, supuestamente tomada hace dos días por los leales a Gaddafi, según algunos milicianos del ejército del 17 de febrero, aún se lucha intensamente y los barrios van cambiando de manos de forma continua.

Esto alienta la especulación de que las tropas de Gaddafi se están dividiendo para tratar de terminar con la revolución lo más rápidamente posible y no dar tiempo a una posible intervención extranjera.

Por su parte, fuentes del servicio médico de emergencia surafricano, una ONG que opera en Libia desde hace unos días, se ha evacuado el hospital de Brega en su totalidad ante el avance de las tropas de Gaddafi.

Además, en el hospital de Ajdabiya comenzó a evacuarse esta mañana, al menos los heridos que en él se encuentran, que han sido trasladados en su mayoría al hospital de Jala, en Benghazi. Desde ayer, están llegando decenas de heridos a este hospital que comienza a saturarse y a carecer de medios y medicinas suficientes para atender a los lesionados en combate y a los enfermos habituales.

Tras los bombardeos indiscriminados sobre la población civil, ordenados por Gaddafi, son muchos los mutilados civiles que se encuentran en los servicios de emergencia y de atención primaria de este hospital.

Según algunos médicos, “las quemaduras de algunos de los pacientes no obedecen al armamento habitual” y se habla de la posible utilización de armas químicas.

Las últimas noticias hablan de que ha caído Ajdabiya, de modo que la ruta hacia Benghazi puede haber quedado liberada.

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