Este jueves el Ejecutivo municipal ingresa el Presupuesto 2022 al Concejo con dos datos a tener en cuenta: por un lado, aparece un pedido de autorización para toma de deuda con la finalidad de ejecutar obras públicas. Por otra parte se mantiene la potestad del intendente para aumentar de manera trimestral la Tasa General de Inmuebles (TGI) con base en la inflación que de a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
El municipio presenta gastos por 70 mil millones de pesos para el ejercicio 2022, un valor que supera los 51 mil millones de pesos presentados para este año y que aún no se terminaron de ejecutar.
La intención del intendente Pablo Javkin es achicar el déficit que para este año está proyectado en poco menos de 900 millones de pesos y para eso planificó un presupuesto que permita equilibrar las cuentas a fines del año que viene, afirman en su entorno.
Tras el ingreso del texto quedarán dos jueves de sesión antes de la renovación parlamentaria del 10 de diciembre para debatirlo. Una vez ingresado, el secretario de Hacienda Municipal, Diego Gómez, lo presentará en la comisión de Presupuesto y la semana que viene puede comenzar a debatirse con los integrantes, dijeron las fuentes.
En caso de que el Ejecutivo pretenda darle debate formal antes de la renovación de bancas, tendrá el jueves 2 y 9 de diciembre para hacerlo. Si bien la renovación es el 10, la jura de nuevos concejales puede darse con anterioridad a esa fecha.
TGI
Una de las cuestiones que más le interesa a la ciudadanía en este debate tiene que ver con el aumento de la Tasa General de Inmuebles. Para este caso, el Presupuesto 2022 mantiene la misma lógica que prevalece hasta el momento.
En caso de aprobarse, el Ejecutivo tendrá la potestad de actualizar la TGI de manera trimestral, y como bien quedó establecido desde el año 2020 por la actual administración el aumento quedará atado a la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que marca el Indec, se ocuparon en recalcar.
El tema generó polémica durante 2021 ya que Javkin hizo uso de las facultades cedidas por el cuerpo legislativo el año pasado para disponer importantes aumentos. El 25% a partir del 1° de enero, a la que se le sumó un 10% en abril aprobado por el Concejo, y luego se añadió en julio una suba del 9,7%.
El acumulado fue mayor incluso que la inflación interanual que se posicionó en el 48 por ciento. En ese momento, la concejala de Juntos Por el Cambio Germana Figueroa Casas calculó que, desde que asumió el intendente Pablo Javkin hasta julio de 2021, la TGI aumentó un 132% en Rosario y la inflación fue del alrededor del 60%. Cabe mencionar que, durante el primer año de pandemia, hubo sólo un aumento en abril de 2020.
De qué se trata la emisión de bonos
Otra de las cuestiones resonantes del Presupuesto 2022 tiene que ver con el pedido del Ejecutivo Municipal para tomar deuda con la finalidad de encarar un plan de obras públicas. El pedido de deuda, por una cifra cercana a los 2.500 millones de pesos, tiene que ver con la repavimentación definitiva en algunos barrios de la ciudad.
La emisión de bonos es una de las modalidades que adoptó la actual administración desde su inicio de gestión. Se hizo en su momento, por ejemplo, para saldar deudas con algunos proveedores del municipio.
Consultado por este diario, el analista financiero Federico Fiscella detalló de qué se trata la emisión de bonos que pretende encarar, otra vez, la administración municipal. En primer lugar explicó: “La Municipalidad emite comunicados a actores financieros en los que estipula las clausulas sobre cuándo va a ir pagando el capital y cuál va a ser el interés”.
A su vez prosiguió: “El día que se hace la colocación, el municipio recibe los pesos de los inversores que se quedan con un papel (un título electrónico que está en los mercados) y, a medida que va pasando el tiempo, quienes se quedaron con el título van recibiendo el interés y después le van devolviendo el capital con el correr del tiempo”.
Se trata de uno de los mecanismos más utilizados por los municipios para hacerse con dinero de manera inmediata. Es por eso que ya cuentan con una cantidad de inversores que van a comprar el bono, es decir, que van a desembolsar el dinero a cambio del título, describió.
“Es como si fuera un pagaré, es un documento que obliga a la Municipalidad a ir devolviendo un capital (los 2.500 millones de pesos en este caso) más los intereses a través de un tiempo. El Banco Municipal, por ejemplo, tiene dinero ocioso y le compra un bono a la Municipalidad”, explicó Fiscella.
Esta forma de endeudamiento aparece como una posibilidad de invertir en obra pública sin tener que desembolsar recursos corrientes y afrontar los costos en el largo plazo.
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