El Hincha

Histórico

El día que Argentino de Rosario le ganó a Racing un partido inolvidable

El 24 de marzo de 1984, el Sala derrotó a la Academia por 4-3 en un Gigante colmado de hinchas. Pasaron 36 años de ese encuentro y El Hincha hace un repaso de lo que fue esa tarde en Arroyito cuando el equipo del Tablón Bautista se codeó con la gloria


El 24 de marzo es una fecha muy particular para Argentina. Ese día, pero de 1976, arrancaba el odioso comunicado número uno en el cual determinaba que el poder ejecutivo recaía en las manos del sinvergüenza de Jorge Videla y compañía. Ocho años más tarde, con la democracia dando sus primeros pasos, se jugó el partido más recordados por el hincha de Argentino de Rosario y para aquellos que fuimos testigos de un encuentro inolvidable.

Mis viejos, Adriana y Enzo, siempre fueron fanáticos del fútbol y esa condición me la trasladaron desde muy chico. En ese 1984 jugaba en la categoría 1975 de Social Lux, el club de la familia. Mercadito competía en la liga Ardyti solamente en el baby. Ese 24 de marzo el plan ya estaba armado. Jugaba para Social Lux primero y luego partíamos hacia la cancha de Central, escenario del encuentro de la Primera B entre Argentino de Rosario, uno de los ascendidos de la Primera C, y el poderoso Racing, que transitaba su periplo por el ascenso.

El Salaíto, con el recordado Tablón Bautista como técnico, llegaba la séptima fecha como la sorpresa del torneo. Había ganando cinco partidos y empatado el restante. Y teniendo en  cuenta esa campaña y que arribaba Racing a Rosario se planteó la idea que el partido se juegue en cancha de Central. Una idea que salió a la perfección en todo sentido, tanto económico como deportivo.

El Gigante se vio colmado por más de 40000 hinchas de Argentino, Racing y otros equipos. Los neutrales, mayoría de rosarinos, fueron a ver el Racing que tenía en sus filas al Pampa Orte y al profe Jorge Castelli como técnico.

El Salaíto contaba con grandes jugadores como Omar Montero, Rolando Bertolini, Jorge Jansa, el Colorado Bastía, Billy Ubalner Trevino y Héctor Herrero. Pero fundamentalmente jugaba bien a la pelota.

Nos ubicamos con mis viejos en la platea que da a la calle Cordiviola. Fue tanta la gente que estuvo ese día en el Gigante que muchos se sentaron en los pasillos de las plateas. Esa tarde Arroyito explotó de hinchas.

El partido arrancó favorable a Racing, que en tan sólo 15 minutos de juegos ya ganaba 2-0 con goles de Orte y Grimoldi. Los jugadores de Argentino se encontraban paralizados en el inicio. Quizás el entorno les jugó una mala pasada. Pero a medida que corrieron los minutos el equipo de Bautista mostró sus virtudes, esas que lo habían puesto como la grata sorpresa del torneo. Esa mejoría colectiva desembocó en el descuento de Herrero primero y en el empate de Bastía después. Antes del tanto del Colorado el partido fue suspendido debido a proyectiles de todo tipo que caían sobre el campo de juego, pero el árbitro Fernández luego de hablar con un línea (ahora asistente) decidió reanudarlo.

De esta manera se fueron al descanso igualados en dos y en el aire se percibía que la historia no iba a quedar así. Había olor a partidazo.

Para el complemento el ambiente tanto dentro como fuera del campo estaba espero. A los dos minutos Racing se quedó con nueve jugadores por las expulsiones de Uran y Cordero. Y para seguir con las malas noticias el lateral Corbera puso el 3-2 para el Salaíto. Sin embargo, ocho minutos más tarde, Belloni estampó el empate parcial para los de Avellaneda, en los que era una hazaña en ese momento por la inferioridad de jugadores.

Pero ese 24 de marzo era la tarde de Argentino. A 13 minutos del final, Trebino estableció el 4-3 definitivo para el Sala. El Gigante fue una fiesta. El triunfo se vivió como si fuese un título. El humilde equipo de barrio Sarmiento volteaba al poderoso en un partidazo inolvidable.

Los once del Sala ese día salían de memoria: Vilches; Miniello, Monti, Belén y Corvera: Bertolini, Montero y Jansa; Bastía, Trevino y Herrero. Luego ingresaron Saavedra y Marinucci.

Ese equipo volvió a ganarle a Racing ese año. Fue en Avellaneda por 2 a 1 con dos goles de Jansa; el gol de la Academia lo marcó Horacio Matuszyczk.

Argentino terminó tercero en la general, con 47 puntos, tres menos que Racing y lejos del increíble Deportivo Español, que sumó la friolera de 67 y que tenía al Puma Rodríguez como una de sus grandes figuras. En el Octogonal, al Sala le tocó jugar ante Gimnasia. Primero fue empate 1-1 en Arroyito. Luego llegó la ajustada derrota 2-1 en La Plata. El Lobo luego ascendería a Primera postergando a Racing en la final.

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