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Opinión

El derecho a la atención integral en salud, fundamental en la vida de  los niños y las niñas

Reflexiones sobre las experiencias de intervención desde el área de Trabajo Social con pacientes onco-hematológicos en el Hospital de Niños Víctor J Vilela y en el contexto de pandemia


Licenciada en Trabajo Social Natalia Druetta*
*Colegio de Profesionales de Trabajo Social 2da Circunscripción

A comienzos de este año el mundo se paralizaba frente a esta pandemia que nos modificó la vida a todos y todas, muchas áreas y programas del Estado Nacional, Provincial y Municipal debieron modificar sus lineamientos y sus formas de abordajes de las distintas problemáticas que abordan e intervienen, se crearon  protocolos y  nuevas modalidades  de trabajo y se repensaron y reconstituyeron  nuevas formas de estar y acompañar a los usuarios y usuarios de dichos servicios quedando muchas veces vacíos de atención sin poder  hacer uso de los mismos.

Así también las prácticas profesionales que realizamos desde el servicio de Trabajo Social en el hospital Víctor J. Vilela debieron ser modificadas  en el  marco de la pandemia, surgieron nuevas formas de acompañar, de gestionar, de orientar, de comunicar, de estar presentes y de garantizar la asistencia y el derecho a la atención en salud.

Las familias con las que trabajamos son familias que están atravesando una problemática de salud en donde  los niños y las niñas que pertenecen al grupo familiar se encuentran realizando tratamiento oncológico en el hospital. Algunas de las familias no son de la localidad de Rosario y debieron ser alojadas durante este tiempo en instituciones para garantizar su permanencia en la cuidad y realizar el tratamiento, no pudiendo volver a su localidad debido al aumento de casos de covid en las mismas.

Otros niños y niñas que si son de la ciudad de Rosario y se ha tenido que garantizar el traslado desde su domicilio hasta el hospital para realizar el tratamiento necesario sumado a esto la dificultad que se presentó durante semanas debido al paro de trasporte.

La gran mayoría son acompañados por sus madres o por una figura femenina (abuela, tía, hermana) a quienes se las acompaña en este proceso que a veces no es corto y no es fácil de sobrellevar.

Claro que este trabajo no se realiza solo desde el Servicio de Trabajo Social sino en conjunto con los otros servicios del hospital, Salud Mental, Servicio de onco- hematología, área legal, residentes, jefes de sala, enfermeros , voluntarias y voluntarios.

Las historias de niños y niñas que parecen pequeñas en el contexto de esta Pandemia mundial se fueron modificando y resignificando, meses de incertidumbre y de espera en relación a los efectos de las intervenciones, y los tratamientos, días alejados de sus ciudades de origen en muchos casos, pero tratando de garantizar la comunicación con los familiares. Muchos días y muchas horas de aislamiento pero no por covid solamente sino para poder ser atendidos en su salud integral.

Los   niños y las niñas y sus familias atraviesan este proceso con miedos, confianza, alegría, tristeza, enojo, incertidumbre, malestar, esperanza por eso es primordial escuchar y  acompañarlos, brindar espacios, contención, de confianza para poder garantizar la atención integral en salud.

Desde Trabajo Social surgieron preguntas en este contexto de Pandemia donde parece que todo se detuvo en el mundo: cómo, para estos niños y niñas que se encuentran atravesando un tratamiento que no pueden dejar de recibir, garantizar su atención integral en salud que es un derecho fundamental amparado en la Convención Internacional de los Derechos del niño así como también en la Legislación Nacional (ley 26061) y en la legislación Provincial (Ley 12967).

Nos seguimos preguntando y repensando nuestros procesos de intervención profesional, nuestras formas de hacer, lo que se encuentra instituido en las instituciones en las que estamos insertos, interpelando la realidad social actual. Redefinir nuestro posicionamiento frente al trabajo que realizamos con estas familias y estos niños y niñas que tienen sus historias que parecieran que se perdieran dentro de la gran problemática sanitaria que atraviesa el mundo, pero allí están como sujetos de derecho, como usuarios y usuarias de los servicios de salud.

Para estas familias el mundo se vuelve pequeño y grande  a la vez,  grandes historias para revindicar, para resignificar, para repensar, para contar y acompañar, que ponen en juego  nuestro hacer profesional,  ponen en juego a las instituciones ponen en juego las políticas públicas, ponen en juego el contexto mundial actual.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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