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“El delito de los extranjeros en la Argentina no tiene ninguna relevancia”

Patricia Tappatá Valdez es directora del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos categoría II Unesco (CIPDH). Habló de quienes llegan a Rosario, como en otras ciudades del país, para estudiar y trabajar


Llegan desde África y Latinoamérica. La mayoría lo hace para estudiar y mejorar su calidad de vida. Eligen Rosario, entre otras grandes ciudades, porque conocen a alguien que ya vive ahí. En los últimos años los contextos sociales, económicos y políticos reavivaron las migraciones entre los países. Argentina no escapa la tendencia internacional y Rosario es una de las ciudades elegidas por los extranjeros.

“Las cifras nacionales del Ministerio de Seguridad mostraron que el delito de parte de extranjeros no tiene ninguna relevancia. Quien migra busca mejores condiciones de vida. Rosario tendrá que construir a través de sus agencias las cifras desagregadas de ciudadanos locales y extranjeros para fundamentar por qué no es cierta la afirmación contra los otros diferentes”, dijo a El Ciudadano Patricia Tappatá Valdez. Ella es directora del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos categoría II Unesco (CIPDH). Semanas atrás firmó un convenio con la Municipalidad de Rosario para conocer las características de los migrantes en la ciudad y pensar políticas públicas para integrarlos.

Del nuevo siglo

Desde hace unos meses CIPDH trabaja en un informe para conocer quiénes llegan a la ciudad, por qué lo hacen y cuáles son los problemas con los que se encuentran. Hicieron 17 reuniones con integrantes de las áreas municipales, de la sociedad civil y de las academias. Notaron que a las tradicionales afluencias de personas de Paraguay, Bolivia o Chile se suman poblaciones dominicanas, colombianas, venezolanas, haitianas, africanas y brasileñas. Vienen a estudiar. “Llegan en busca de medios de vida y un mayor bienestar. Los africanos antes iban a Brasil por identidades múltiples y cercanía geográfica. Hace muchos años empezaron a llegar a Argentina grupos de personas de Costa de Marfil, Cabo Verde y Nigeria. Desde Haití vienen por la pobreza extrema y la inestabilidad permanente de su país. Los venezolanos llegan por la denominada catástrofe humanitaria, que en la actualidad provoca una migración desordenada y desesperada. La migración chilena terminó hace 40 años”, explicó Tappatá Valdez.

“Los migrantes del siglo pasado eran blancos y pobres. Uno de los desafíos de la migración actual es el color de piel. El conocimiento ayuda a bajar los niveles de amenaza. Hay una idealización de la migración del siglo pasado porque venimos de ahí”, agregó la directora del CIPDH.

También señaló que el informe aún no está terminado pero que ayudará a relevar cuál es la población de migrantes para que la ciudad pueda responder a sus demandas y garantice sus derechos. “Hay una movilidad humana que cambia las ciudades. Lo valiente, que es lo que está haciendo Rosario, es observar y actuar. Rosario buscar conocer para realizar políticas específicas hacia los migrantes. Es un punto de partida valorable para afrontar una realidad que vino para quedarse”, señaló.

Con esa información, la directora pondrá a disposición la denominada guía ODS y ciudades, elaborada por Unesco, para dar un panorama de las diversas estrategias de atención e integración de migrantes en las ciudades de América Latina y el Caribe desde una perspectiva de derechos humanos. Incluye 13 posibles vías de acción para que los gobiernos locales implementen contemplando la participación social y la producción de información. “La propuesta es que miren la guía y vean lo que hicieron las ciudades frente al desafío migrante. Algunas acciones son muy simples como la creación de un servicio o la unificación de la atención a los migrantes. El objetivo es ayudar a las ciudades a implementar formatos de recepción. Rosario cambió. Hay otros habitantes que son distintos. El objetivo es que le demos respuestas”, concluyó Tappatá Valdez.

Apoyo y trabajo

El director de Derechos Humanos de la Municipalidad, Rubén Chababo habló sobre la responsabilidad de los medios de comunicación en el tratamiento de los temas vinculados a la migración. “En tiempos de crisis la mirada de chivo expiatorio se traslada a la población migrante como una amenaza a los puestos de trabajo, a la seguridad y a la identidad nacional. El trabajo que tenemos que hacer es inmenso. La clase política sabe tomar al fenómeno migrante y leerlo como una amenaza para cautivar votos frente al desencanto de la sociedad que no ve resuelto sus conflictos”, señaló.

En sintonía, la intendenta Mónica Fein había comentado que desde el municipio buscan acompañar esta problemática. “Queremos comprender las situaciones de vulnerabilidad de los extranjeros para garantizarles sus derechos a ser reconocidos, al acceso a la salud y la educación, a su identidad y a un desarrollo pleno”, explicó. “Queremos ser esa ciudad que planifique, que se prepare para el futuro, que contenga y acompañe. El futuro de las ciudades es tener políticas públicas preparadas para lo que va a venir. Este camino, que ya empezamos a recorrer, muestra la vocación de ser una ciudad abierta, que ha recibido históricamente cantidad de inmigrantes, y que siempre mira hacia el futuro”, concluyó Fein.

Por su parte, el secretario general municipal, Gustavo Zignago señaló: “Nos moviliza construir un Estado moderno que pueda planificar sus políticas a partir de la construcción de información. El fenómeno de los migrantes llegó para quedarse y necesitamos un anclaje de una definición política para poder confeccionar políticas públicas. Rosario es una ciudad que tiene una escala muy grande que siempre privilegia las políticas planificadas”.

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