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El corte de boleta no entusiasma al votante

Según dos consultoras, el planteo de opositores no prende en el electorado. Asimismo, dos encuestadoras creen que CFK llegará al 55 por ciento.

El corte de boleta al que apuestan para dentro de dos semanas los candidatos opositores al gobierno tendrá escasa penetración entre los votantes, con un alcance local reducido, debido al claro respaldo que cosechó la presidenta Cristina Fernández en las primarias de agosto pasado. Así lo aseguraron a DyN las analistas Mariel Fornoni, de la consultora Management & Fit, y Analía del Franco, titular de Analogías.

“A juzgar por lo que dice la gente, no se observa en las encuestas una tendencia al corte de boleta para el 23 y, de hecho, no va ser superior a lo que fue en las primarias de agosto, sino todo lo contrario”, subrayó Fornoni.

La oposición “alude al corte de boleta, lo pide, pero la gente no lo tiene claro y con un resultado casi anunciado no se toma el trabajo de hacer el corte. Directamente se piensa en poner la boleta completa”, añadió.

En las primarias del 14 de agosto, la presidenta obtuvo el 50,24 por ciento de las adhesiones, seguida por Ricardo Alfonsín (12,20), Eduardo Duhalde (12,12) y Hermes Binner (10,18).

Desde entonces, a excepción del Frente Amplio Progresista que representa Binner, distintas fuerzas opositoras redireccionaron sus campañas haciendo hincapié en la necesidad de sumar legisladores para “controlar” al gobierno desde el Congreso.

Los spots de la Coalición Cívica, por caso, remarcan que la fuerza ha sido “parte del debate en los últimos años” y la necesidad de tener “presencia y voz” en el Parlamento.

Proyecto Sur, bajo el liderazgo de Fernando Solanas y sin candidato presidencial para octubre, ya que Alcira Argumedo no alcanzó en agosto el piso de 1,5 por ciento de los sufragios, pide desde entonces “el voto para que Patricia Walsh y Martín Scalabrini Ortiz lleguen al Congreso”.

En Mendoza, el aspirante a gobernador por la UCR, Roberto Iglesias, impulsa el corte de boleta de su candidato presidencial, Ricardo Alfonsín, a quien también le juega en contra la campaña que, en el conurbano bonaerense, hacen el postulante a gobernador y teórico aliado, Francisco de Narváez, con Alberto Rodríguez Saá, que compite contra Alfonsín.

“De ocurrir un fenómeno de corte de boleta, será reducido, en escenarios locales. No es sencillo lograr captar el voto con un corte de boleta completo”, opinó Del Franco.

Para la analista, “no es tan fácil privilegiar el voto a un diputado para controlar a un presidente. Es forzado”, planteó.

Otro de los que apuesta al corte de boleta es el primer candidato a diputado nacional por el PRO en la ciudad de Buenos Aires, Federico Pinedo, quien no tiene en su cartón una figura presidencial desde que Mauricio Macri decidió pelear, y conseguir, un nuevo mandato en la Capital Federal.

“La experiencia en las primarias mostró que si bien Pinedo tuvo una buena performance, lejos estuvo de conseguir los votos de Macri cuando compitió por la ciudad”, comparó Del Franco.

En las primarias, Pinedo logró el 16 por ciento del voto porteño, la cuarta parte de los 64 puntos que Macri captó en la segunda vuelta ante Daniel Filmus.

“El resultado de las primarias fue contundente y no deja mucho espacio para pensar en un cambio. La elección del 23 ha dejado de tener expectativa. El discurso del oficialismo ya apunta a lo que hará en la próxima gestión, mientras que la oposición piensa en 2015”, dijo Fornoni.

Para Del Franco, “las primarias fueron muy contundentes. Se adelantó la voluntad general y es muy difícil que se cambie una tendencia de voto en dos meses”.

Ambas consultoras estimaron que la presidenta podrá alcanzar el 55 por ciento de los votos dentro de tres semanas, con Binner en segundo lugar “en detrimento de Alfonsín y Duhalde, que pelean junto a Rodríguez Saá por el tercer lugar”.

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