El Hincha

Rosario Central

El conocimiento de los juveniles, virtud del cuerpo técnico

El equipo ideal que pensaba Leonardo Fernández tuvo acción únicamente en un amistoso.


Una de las tantas virtudes que demostró tener el cuerpo técnico de Central es que tuvo que mutar su idea inicial y a pesar de esto no ha resignado resultados. Es que hoy el equipo titular está lejos de ser aquel que pensó Leonardo Fernández a principio de año.

Por bajos rendimientos y por lesiones, principalmente, el once que saldrá desde el arranque el domingo que viene en Paraná ante Patronato tendrá cinco cambios con respecto al ideal que pensó el entrenador. También será diferente el sistema de juego con el que salga al Presbítero Bartolome Grella del que tenía en mente el cuerpo técnico en la pretemporada.

¿Qué equipo y qué esquema figuraban en el ideal del entrenador y sus colaboradores? El once con el cual Fernández tenía intenciones de dar pelea en el segundo semestre de la Superliga era con: Jeremías Ledesma; Paulo Ferrari, Fernando Tobio, Mauricio Martínez, José Luis Fernández; Washington Camacho, Maximiliano González, Federico Carrizo; Néstor Ortigoza; Marco Ruben y Fernando Zampedri. Antes del arranque, la única posibilidad que había barajado el DT era la de ubicar a Leonardo Gil en lugar de González. En cuanto al esquema estaba claro que quería un 4-3-1-2, como jugaba la reserva donde tan buenos resultados obtuvo Fernández.

Lo llamativo fue que este equipo y sistema solamente lo pudo poner en cancha una sola vez. Pero no fue en un juego oficial sino en el amistoso que jugó Central ante Lanús en Santa Fe.

Lo primero que hizo mutar al director técnico de idea fueron las lesiones. Es que en ese partido amistoso se lesionaron Camacho y Ortigoza. Y para disputar el encuentro postergado con Independiente, Fernández ya no pudo contar con el once ideal y al no estar el ex Olimpia decidió cambiar el esquema y jugar con el 4-4-2, mismo dibujo que tiene pensado llevar a cabo el domingo en Entre Ríos.

Pero la lesión de Ortigoza no fue esa sola, sino que cuando iba a jugar como titular se resintió instantes antes de comenzar el duelo ante Godoy Cruz. Camacho se recuperó pero no volvió a ser titular…

Claro que el equipo sufrió más bajas, algunas por lesiones y otras por suspensiones.

También hubo jugadores que perdieron el puesto por bajo rendimiento y a Fernández no le tembló el pulso para dejar en el banco, hasta al mismísimo Ruben.

En el medio hubo gratas sorpresas como las apariciones de Andrés Lioi, Joel López Pissano y Agustín Maziero, los dos primeros aprovecharon sus chances cuando les tocó suplir a los titulares; mientras que el último apareció de gran manera cuando marcó los dos goles en el partido pasado cuando ingresó a los 25 minutos del complemento.

Uno de los que era duda para integrar el once era Gil. Pero el Colo aprovechó la ausencia de Ortigoza y a fuerza de asistencias de convirtió en un jugador indispensable en este Central.

La mayoría de los entrenadores con tantas circunstancias en contra les resulta casi imposible acomodar las piezas. Sin embargo a Fernández no. Y para eso tuvo muchísimo que ver el conocimiento que tenía de los jugadores que por aquel entonces solamente daban un salto cuantitativo. Pero el entrenador auriazul se recostó en varios juveniles y le sacó provecho.

En cuanto al esquema, solamente en un par de partidos apostó igual a jugar con enganche definido. Pero el funcionamiento mejor lo encontró en el 4-4-2 y será ese con el que salga a jugar el fin de semana en Paraná.

Reponerse a las adversidades fue otra de las virtudes que tuvo este cuerpo técnico, tal vez la principal para lograr que su equipo sea uno de los de mayor efectividad en estos últimos 12 juegos que se han disputado.