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El Conicet en Rosario viene pisando cada vez más fuerte

Ocho institutos llevan adelante investigaciones de alto nivel, con subsidios y reconocimiento internacional Talento argentino recuperado

Andreo apuesta a mejorar la infraestructura del Conicet en los próximos años. (Foto: Sofía Korol)
Andreo apuesta a mejorar la infraestructura del Conicet en los próximos años. (Foto: Sofía Korol)

Por: Daniel Zecca

La cultura mediática de las últimas décadas los representa con tubos de ensayos en la mano, manejando máquinas poderosas, con los pelos a lo Carlitos Bianchi y la típica frase sonando en sus labios: “Con este invento dominaré el mundo”. Pero a poco que se ingrese en el mundo del Centro Científico Tecnológico Rosario, en Ocampo y Esmeralda, uno de los más importantes del país, se empiezan a ver personas que nada tienen que ver con los que peleaban contra los superhéroes. Ninguno de ellos quiere dominar al mundo y su pelea suele ser contra los flacos presupuestos y las negativas oficiales más que contra Batman o el Hombre Araña. Sueñan con mejoras en el presupuesto pero se alegran porque ahora tienen un ministro en su área y ya no hay nadie que los mande a lavar los platos, como lo hizo Domingo Cavallo en pleno auge de los 90.

“En aquel momento sentí mucha decepción. Pensé que no había nadie que creyera en uno, cuando le estábamos dedicando todo el tiempo y los mejores esfuerzos a algo que suponíamos era importante”, le dijo a El Ciudadano el director del CCT Rosario, Carlos Andreo.

Sin embargo, los tiempos cambiaron. Las últimas noticias que se conocieron desde el centro que agrupa ocho institutos de investigación que dependen del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (Conicet) –en especial los avances de Carlos Fernández en relación a la enfermedad de Parkinson–, pusieron a los investigadores rosarinos ante la mirada de una población que convive con ellos sin saber las implicancias que pueden tener las investigaciones que llevan adelante.

¿Hay razones para pensar que la investigación empieza a ocupar un lugar de privilegio en el desarrollo del país y que Rosario es una pieza clave de este nuevo escenario? Las hay. El Conicet Rosario lo confirma, con el aumento importante de cantidad de becarios que buscan su doctorado y participan de investigaciones, aunque todavía falta mucho para llegar a los porcentajes de personal y de inversión que tienen los países desarrollados. Por cada mil integrantes de la población económicamente activa hay en la Argentina 1,9 investigadores mientras que en España y Canadá existen 4,9 y 6,7 respectivamente. Pese a todo, la Argentina elevó el área a categoría de ministerio desde 2007, aumentó considerablemente las becas otorgadas y promovió un programa de repatriación de científicos argentinos en el exterior (uno de ellos es el propio Fernández, quien regresó después de trabajar varios años en Alemania). “La investigación está creciendo en estos últimos años luego de un largo período de estrechez. Eso parte de una decisión del directorio del Conicet de aumentar el número de becas. Estamos en un promedio de quinientas en los últimos años. Es mucho si pensamos que durante años estuvo totalmente cerrado el ingreso y en otros recuerdo que hubo sólo doce”, reflexiona Andreo. “Lamentablemente esto no ha sido acompañado por mayor cantidad de aportes –si bien hicieron todo el esfuerzo posible– que acompañen con subsidios la investigación. Uno puede tener mayor cantidad de investigadores, mayor cantidad de becarios, pero lo que hace falta para que trabajen a veces no está, como por ejemplo los insumos. De cualquier manera hay otras formas de financiación, las que dependen directamente del Ministerio de Ciencia y Técnica y del exterior, que están dando algún resultado”.

En el CCT Rosario hay ocho institutos de investigación. Algunos de ellos funcionan en el predio de Esmeralda y Ocampo y otros en la Facultad de Bioquímica de la UNR, aunque también se utilizan instalaciones del Observatorio Astronómico Municipal y de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR.

Precisamente uno de los problemas más importantes en la actualidad es que las mejoras en cuanto al ingreso de becarios y subsidios para algunas investigaciones se chocan contra la falta de estructura: “El espacio es una tremenda limitación para todos. La idea del Conicet es que todos los institutos funcionen en el mismo predio. Por eso se retomaron obras de un edificio destinado al IBR (Instituto de Biología Molecular

y Celular de Rosario) y que ya sería terminado el próximo año. También están construyéndose en el subsuelo del edificio donde hoy funciona el CCT laboratorios que van a recibir equipamiento de primerísimo nivel y de mucha importancia para la investigación de distintas áreas. Y está en carpeta la financiación de la reconstrucción de un edificio para el Instituto de Física (IFIR) cuya construcción se iniciaría en los próximos meses. También están aprobados los fondos para la construcción del edificio del Cifasis (Centro Internacional Franco Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas)”, enumera, esperanzado, Andreo.

Del “calentamiento global” al Mal de Chagas

Una mirada general que sobrevuele los ocho centros de investigación del CCT fascina a cualquiera. Más de 600 personas se levantan cada mañana pensando en la manera de resolver su propio desafío, abarcando áreas tan disímiles como la investigación en plantas, la astrofísica, la relación entre educación y exclusión, la química verde, detectores para diagnosticar el Mal de Chagas, aplicaciones de la informática a la agricultura de precisión, procesamiento de imágenes médicas, calentamiento global, Mal de Parkinson, entre otros. Para eso conviven biólogos, bioquímicos, físicos, ingenieros, antropólogos, psicólogos, historiadores, programadores, físicos, matemáticos y filósofos.

El Cefobi (Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos), dirigido por Carlos Andreo, tiene más de 33 años de funcionamiento. Realiza investigación básica y aplicada en las áreas de Bioquímica, Fotosíntesis, Bioenergética y Biología Molecular Vegetal. Su página web es www.cefobi-conicet.gov.ar.

El Cifasis (Centro Internacional Franco Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas) dirigido por Guillermo Kaufmann, empezó a funcionar en marzo de 2007 a través de un convenio entre la Universidad Paul Cézanne Aix- Marseille III (Upcam), la UNR y el Conicet. Es el primer centro del Conicet en el área de informática. Desde hace un año trabajan cinco investigadores repatriados, doctorados en el exterior. La página web es www.cifasis-conicet.gov.ar.

El IBR (Instituto de Biología Rosario), dirigido por Diego de Mendoza, fue creado en 1999 y realiza investigaciones para conseguir plantas resistentes a las sequías y las altas temperaturas, encontrar nuevos antibióticos y descubrir el mecanismo por el cual las bacterias logran hacerse resistentes a los antibióticos, entre una gran cantidad de temas. La página web es www.ibr.gov.ar.

El Ifir (Instituto de Física Rosario), dirigido por Rubén Piacentini, fue creado a comienzos de la década del 80, y desarrolla investigaciones de áreas básicas, experimentales y aplicadas, entre las que se destaca la línea del “calentamiento global” con aportes del más alto nivel. Junto al IBR son los más numerosos en cuanto a cantidad de becarios e investigadores. La página web es www.ifir-conicet.gov.ar.

El Ifise (Instituto de Fisiología Experimental), dirigido por Aldo Mottino, desarrolla investigaciones científicas en el área de las ciencias médicas básicas y estudia particularmente los mecanismos celulares de enfermedades hepáticas, entre otros temas. La página web es www.ifise-conicet.gov.ar.

El Iquir (Instituto de Química Rosario), dirigido por Manuel González Sierra, se especializa en investigar la generación de distintas drogas y las metodologías para preparar nuevos compuestos. La página web es www.iquir-conicet.gov.ar.

El Irice (Instituto Rosario de Investigaciones en Ciencias de la Educación), dirigido por Raúl Gagliardi, un biólogo especialista en educación que fue repatriado luego de vivir más de treinta años en Suiza, tiene como uno de los grandes objetivos a largo plazo mejorar las condiciones de vida de la población en situación de extrema pobreza. La página web es www.irice-conicet.gov.ar.

El Ishir (Investigaciones Socio-históricas Regionales), dirigido por Marta Bonaudo, integra una unidad ejecutora en red con otros centros del país y dentro de las líneas de investigación tiene “Movimientos y conflictos sociales”, “Los actores y sus prácticas jurídicas y políticas”, e “Historia social de la justicia”, entre otras. Por el momento no tiene página web. Un mail de contacto es secretaria@ishir-conicet.gov.ar.

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