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Concejo Verde

El Concejo se pintó de verde en 2016 pero en 2019 se descascaró

Organizaciones ambientalistas de Rosario trazaron un balance de los últimos cuatro años en la comisión de Ecología. Marcan que un cuerpo clave, el Consejo Asesor, no se reunió ni una vez el año pasado. Y que la revista “Econcejo” se dejó de editar en papel


Organizaciones ambientalistas de reconocida trayectoria en Rosario y la región, como el Taller Ecologista, el Taller de Comunicación Ambiental, STS (Soluciones Tecnológicas Sustentables), el Grupo Ecologista Génesis y El Paraná No Se Toca, trazaron un balance de los últimos cuatro años de trabajo en la comisión de Ecología del Concejo Municipal. A modo de conclusión, destacaron el marcado contraste entre los tres primeros períodos, 2016, 2017 y 2018, descriptos como de fuertes logros, y 2019, año de elecciones a nivel nacional, provincial y local, al que consideraron como una etapa de paralización y hasta de retrocesos.

“Particularmente nos interesa poner atención en los mecanismos de participación que tenemos las organizaciones y sus fragilidades, así como destacar algunos hechos lamentables de este último año”, marca el texto conjunto de las organizaciones.

Las ONG destacaron como “altamente fructíferos” los tres primeros años de trabajo en la comisión, bajo la presidencia del entonces edil Osvaldo Miatello, hoy secretario de Transporte de la provincia. “Entre lo más destacado: se logró prohibir el uso de glifosato, resistiendo el lobby de la corporación sojera, y se lograron avances efectivos en políticas públicas de separación en origen con inclusión de cartoneros”, destacaron las entidades ambientalistas entre otros “avances” tanto “en materia de sustentabilidad” en la ciudad, como en “propiciar debates sobre temas clave” entre los vecinos.

En esa línea agregaron que la comisión “tuvo un papel clave incentivando debates en torno al modelo de gestión de residuos de la ciudad y cómo cumplir con la ordenanza de Basura Cero”; en abordar “los impactos ambientales y sanitarios del modelo agrícola actual” y hasta en tratar temas “como el modelo de transporte, la necesidad de actualizar las normativas de ruido y calidad de aire, los problemas de la fluoración del agua”, entre más.

“En el ámbito del Consejo Asesor de la comisión de Ecología se generó un ámbito de intercambio que permitió poner sobre la mesa diversos temas de relevancia para la ciudad”, puntualizaron. “A primera vista los avances pueden parecer modestos pero hay una distancia enorme si los comparamos con lo ocurrido en el período inmediato anterior de dicha comisión, entre 2011 y 2015”, completaron.

Pero ese nivel de actividad, lamentaron las ONG, se derrumbó en 2019. No precisaron las causas, pero arriesgaron que puede tener relación con el emprendimiento inmobiliario conocido como “Manzana 125”, el proyecto de megatorres en Córdoba, Paraguay, Rioja y Corrientes que el cuerpo legislativo debatió durante largo tiempo y terminó aprobando en julio del año pasado por 15 votos a favor y 10 en contra, con tres ausencias. Todas las entidades rechazaban el proyecto.

El contraste

“En 2019 todo cambió. En todo el año no hubo una sola reunión del Consejo Asesor: la última fue el 26 de noviembre de 2018”, dieron cuenta las organizaciones.

En esa línea, recordaron que el Consejo Asesor, como otros espacios institucionalizados de participación “no son un favor de quienes ostentan el poder político sino un derecho de las organizaciones que está previsto en la legislación vigente”, que en su caso es el reglamento interno del Concejo Municipal.

“Su sostén es fundamental para mejorar la calidad democrática y los debates informados”, subrayaron además.

“El segundo hecho –sumaron– fue la decisión de la comisión de Ecología de dejar de publicar la revista Econcejo en formato papel, dejando sólo el formato digital”.

Para las entidades el medio era fundamental en su doble formato: “La revista es una herramienta de concientización, que se distribuía a escuelas, instituciones, organizaciones y público general. En la misma se difunden proyectos llevados adelante por las organizaciones pero también proyectos que están en discusión en la comisión, avances en políticas públicas ambientales, etcétera”, recordaron.

Y puntualizaron que el argumento dado para la decisión tomada fue el uso racional del papel: “Puede ser razonable o no. Lo que objetamos aquí es que fue una decisión que se tomó sin ninguna consulta a las organizaciones, algunas de las cuales colaboran permanentemente desde hace años en el armado de la revista”, cuestionaron.

“Para nosotros la revista en papel era un instrumento importante que llegaba a distintos espacios en que era de utilidad para incentivar reflexiones y proyectos, a veces en ámbitos que no siempre cuentan con las facilidades para acceder en forma digital. Concejales de algunos bloques que integran actualmente la comisión nos han manifestado su disposición a revisar esta medida”, destacaron las entidades.

 

Megabrecha

“Nos preguntamos en este caso si la razón para la desarticulación del diálogo con las organizaciones fue la brecha abierta entre las organizaciones y gran parte de los concejales, incluyendo a Osvaldo Miatello, a raíz de las discusiones por el proyecto de las megatorres en la manzana 125”, infieren las organizaciones ambientalistas.

Pero, más allá de la sospecha, impulsaron el debate, entendiendo que de ser así (tanto como de no serlo) “merecería una reflexión aparte acerca de la fuerte incidencia del poder económico de la ciudad”.

“No es menor que en el último año el proyecto de las megatorres haya sido casi el único gran tema abordado por la comisión”, cuestionaron.

“Estas torres serán habitadas por ciudadanos clase ABC1, es decir, el 5% más rico”, censuró a poco de haberse aprobado la iniciativa Mirko Moskat, integrante del Taller Ecologista, cuestionando el proyecto que transformará una superficie de terreno de 4.802 metros cuadrados, donde está previsto que la mitad sea paseo peatonal en planta baja a cielo abierto, y en un marco de viviendas y oficinas.

 

Jerarquía que juega a favor y en contra

“La comisión de Ecología fue durante muchos años considerada un ámbito de poca jerarquía frente a otras comisiones con mayor centralidad. Esto empezó a cambiar notoriamente cuando en 2017 fue un ámbito clave para sostener la prohibición del herbicida glifosato”, recordaron las entidades ambientalistas que hicieron el repaso del trabajo del Concejo Municipal en relación al medio ambiente.

Las ONG resaltaron que la comisión de marras incluso tuvo “cuatro candidatos a intendente” entre sus miembros, y anticiparon que van por más: “Desde este colectivo de organizaciones esperamos que esta mayor jerarquía que merecidamente empieza a tener la comisión no vaya acompañada de un manejo más cerrado y sin diálogo franco con las organizaciones”, advirtieron.

Las entidades ambientalistas entienden que “los espacios institucionalizados de participación se atienden o se abandonan según los niveles de acuerdo” entre las organizaciones y el poder político: “Pasó por ejemplo muchas veces con la Comisión de Seguimiento de Basura Cero, en este caso responsabilidad del Ejecutivo, espacio también abandonado en los últimos años”, lamentaron.

 

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