Ciudad

El Concejo retoma la discusión sobre la regulación de la noche

Por Pablo Moscatello.- Los ediles buscan consensuar una nueva normativa mientras los dueños de boliches piden más controles a los bares.


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El Concejo Municipal retomó en los últimos días la vieja discusión en torno de la regulación que debería regir para la actividad nocturna en la ciudad. La ordenanza de Espectáculos Públicos (que es la que establece esos parámetros de funcionamiento) data de 2001 y todos los sectores involucrados coinciden en que la normativa ha quedado desactualizada. En el Palacio Vasallo hay tres proyectos en torno del tema y tanto ediles oficialistas como opositores insistieron en la necesidad de una reforma integral. Para eso, en breve, volverán a escuchar a organizaciones y sectores vinculados con la actividad. Entre ellos se encuentran los dueños de boliches, quienes vienen presionando públicamente para que se controle con más fuerza a los llamados bares con amenización musical y poder cerrar sus locales bailables más tarde.

La modificación de la vieja ordenanza de espectáculos públicos (la que lleva el número 7.218 y que data de 2001), que regula integralmente la actividad nocturna en la ciudad, aún sigue sin resolución. El tema se ha instalado con fuerza (sobre todo a partir de anuncios mediáticos del Ejecutivo que nunca avanzaron) desde hace al menos tres años, pero no se han dado pasos concretos.

Desde el Concejo señalan que allí han canalizado en el último tiempo una gran cantidad de denuncias (las cuales, dicen, van en aumento) de vecinos por ruidos molestos y hechos de vandalismo y violencia. También se cuestiona la venta de alcohol en horario prohibido y presencia de menores en espacios que son para mayores.

Quedó ahí

La idea de darle un nuevo marco regulatorio a la actividad tuvo, en rigor, un tímido primer paso reformista en el Palacio Vasallo, aunque hasta ahora nada se concretó.

En diciembre de 2012 la comisión de Gobierno le había dado despacho a un proyecto de la edila radical Daniela León que le permitía a los boliches habilitados para mayores que puedan funcionar hasta dos veces al mes para menores, sin venta de alcohol. A su vez, también se dispuso que la única discoteca que funciona para los más chicos en la ciudad pueda abrir sus puertas para los adultos. Todo durante un período de prueba de medio año, tras lo cual el Ejecutivo debía remitir un balance del impacto generado. Pero aquella propuesta nunca prosperó.

La discusión en torno de cómo debe regularse la noche y, sobre todo, el control y las sanciones a bares y boliches que cometen faltas de forma reiterada volvió al centro de la escena la semana pasada. La comisión de Gobierno abordó el asunto el último lunes.

El tema se volvió a tratar a partir de un nuevo proyecto presentado por la edila María Fernanda Gigliani, del PPS (ver aparte), y la puesta otra vez en agenda de una iniciativa que la radical María Eugenia Schmuck había aportado el año pasado.

La idea de Schmuck va en doble sentido. Por un lado, plantea la reglamentación (entre otras cosas) de los pubs, una figura que, según la edila, la ordenanza de Espectáculos Públicos no contempla.

Al mismo tiempo, se solicita controles más estrictos. “La idea es promover multas económicas más elevadas y la clausura inmediata de locales que acumulen tres faltas o cometan una grave, sin tener que esperar la actuación del Tribunal de Faltas de la Municipalidad”, explicó la concejala radical.

En la reunión del lunes pasado se acordó que las tres concejalas trabajen en la redacción de una iniciativa común. A esta altura hay pocas dudas y la mayoría de los concejales coinciden en la necesidad de que la reforma de la actual ordenanza sea total.

En ese marco, los integrantes de la comisión de Gobierno también definieron establecer una “ronda de consultas” con organizaciones y representantes del sector privado para buscar así consenso con los actores directamente involucrados.

Los boliches presionan

Los representantes de las 16 confiterías bailables que hay registradas en la ciudad solicitaron en las últimas horas volver a ser escuchados por los ediles.

Esos empresarios vienen presionando públicamente tanto al Concejo como al Ejecutivo para que se endurezcan las sanciones para los bares con amenización musical que presuntamente tergiversan el rubro y permiten bailar a sus clientes. Los bolicheros consideran que esa es una competencia desleal.

En las últimas horas esos dueños de las disco también salieron a pedir que se extienda el horario de cierre de sus negocios.

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