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Islas del Paraná con menos vida

El combo letal de bajante, sequía y quemadores seriales produce mortandad de peces y tortugas

Lagunas secas, poco suelo firme para los animales terrestres por la retirada de las aguas y la devastación del fuego, y un Estado que en todos los niveles y poderes mira para otro lado. Las consecuencias para el humedal son impredecibles


Las manchas blancas son peces muertos. Miles. Foto: El Paraná no se Toca.

“La esponja de agua, limo y plantas se transformó en un reseco y duro suelo, toda la fauna del lugar ya no está, algunas especies llegaron a escapar. Los primeros en sucumbir fueron los peces, las plantas luego, le siguieron las tortugas”, narra Pablo Cantador, fotógrafo, observador meticuloso y creador de un registro visual inédito de la flora y fauna del humedal. “Cuesta creer en lo que se transformó este lugar que desbordada de vida, ni el caballo quiere cruzar por las grietas del suelo que lastiman sus cascos”, sigue el texto en su perfil de Facebook Pablo LosAliadoS.

Bajante del río prolongada y sin horizonte de final cercano, incendios que se suceden sin que el Estado, en ninguno de sus niveles y Poderes, tome nota más allá de declaraciones y anuncios para salir del paso, son un combo de consecuencias imposibles de definir pero, seguro, negativas para una reserva de biodiversidad y dadora de servicios ecosistémicos como el Delta del Paraná. “¿Los ministerios de Ambiente de Santa Fe y Entre Ríos están a la altura de lo que está sucediendo?, pregunta Cantador. Y su respuesta suena lógica: “Todo indica que no…, nada hacen para evitar que se masacre la fauna sobreviviente que se refugia donde encuentra algo de agua, nada hace para evitar y encontrar quienes prenden fuego durante estos dos años, nada hace para poner un freno a la depredación ictícola, nada hace para controlar la gente armada que ingresa al humedal”.

Las tortugas, otra mortandad masiva por la bajante y las quemas. Foto: Pablo Cantador.

 

Lo que refiere la frase son los cazadores furtivos que aprovechan la escasez de tierra firme y la concentración de fauna para perpetrar verdaderas matanzas, la persistencia de los quemadores seriales en beneficio de sus negocios ganaderos e inmobiliarios en territorios que no los pueden sustentar, la existencia de frigoríficos exportadores de pescado que inducen a usar mallas de tramado pequeño porque el tamaño de los peces capturados no interesa si su destino es el procesamiento.

Cantador agregó que el panorama que se observa en el humedal frente a Rosario “es idéntico” a lo que sucede en Laguna Paiva, donde el espejo de agua que da nombre a la localidad santafesina desapareció. Y en la laguna Garay, en Santo Tomé, que también se está secando.

En Laguna Garay, ambientalistas locales rescataron en los últimos días a cientos de tortugas acuáticas que habían quedado enterradas en el barro.

“Acá, en las islas frente a Rosario, la mortandad de tortugas fue una muerte silenciosa, que pasó desapercibida para el común de la gente”, recordó Cantador.

El colectivo ambientalista El Paraná no se Toca (EPNST) difundió cuatro fotografías aéreas tomadas el último miércoles en las islas a la altura de Rosario que muestran miles de peces muertos. “Fotos de hoy 12-01-22. Después de más de dos años de esta bajante extrema, la mayoría de las lagunas del humedal se secaron”, acompaña el texto a las imágenes publicadas en Facebook.

El mismo lugar en las islas del Paraná. Donde hubo agua, con suerte queda barro. Foto: Pablo Cantador.

 

Pocas lagunas conservan un nivel de agua significativo “después de meses de encierro”. Con las altas temperaturas de los últimos días y el bajo nivel del río que persiste, sigue EPNST, se armó “un coctel mortal para los peces que sobrevivían en ellas”.

“Miles de peces muertos. Como esta imagen, hay cientos más a lo largo de todo el delta, millones de peces muertos lejos de la vista de la mayoría de nosotros”, informó el colectivo ambiental de Rosario.

De nuevo, el Estado en déficit: “Mientras tanto, Santa Fe y Entre Ríos, durante 2020 y 21, siguió habilitando cupos de exportación de peces del Paraná. ¿Durante este 2022 que tendrán pensado hacer?”, señalan y preguntan en el mismo posteo, en referencia a lo mismo que apuntaba Cantador: los frigoríficos exportadores de las dos provincias.

Sin agua para los peces y el resto de la fauna del humedal. Foto: Pablo Cantador.

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