Policiales

Narcotráfico y lavado

El clan Loza, clave en el envío de cocaína a Europa en las últimas décadas

La banda desarticulada días atrás enviaba droga en autos de rally y pescado congelado. Según la Justicia argentina operaba desde los años 80 y se puede rastrear su relación con otros jugadores de peso en la Argentina y en países del viejo continente como España e Inglaterra


Foto: Ministerio de Seguridad de la Nación

El llamado clan Loza, la banda desarticulada el miércoles último que enviaba droga al exterior en autos de rally y pescado congelado, tenía estrechas vinculaciones con múltiples organizaciones narcocriminales del todo el país, de Bolivia y de España, de acuerdo con la investigación realizada por la Justicia argentina. Entre ellas se citan los embarques de cocaína camuflada en carbón vegetal a Europa, operatoria que tuvo más de una década y que en al menos un caso fue despachada desde el puerto de Rosario.

Según informaron fuentes judiciales, los antecedentes de los hermanos José Gonzalo (52) y Erwin Raúl Loza (32) se remontan a fines de la década del 80 y comienzos de los 90, cuando ambos fueron detenidos con cocaína en su poder, la mayor cantidad (20 kilos) en 1994, y los investigadores creían que era de origen boliviano.

Carbón Blanco

La labor de los pesquisas estableció más cerca en el tiempo conexiones de los Loza con el narco salteño Reynaldo Delfín Castedo quien –según quedó establecido en un juicio oral realizado en Chaco– gestionó y proveyó los estupefacientes secuestrados en las causas conocidas públicamente como Carbón Blanco I y II, las mayores investigaciones sobre drogas realizadas en el país, que involucraron al abogado porteño Carlos Salvatore y al fundador del club Real Arroyo Seco, el santafesino Patricio Gorosito, ambos ya fallecidos.

Castedo estuvo más de una década prófugo de la Justicia hasta que fue detenido en 2016 durante un operativo en la provincia de Buenos Aires.

De acuerdo con los voceros, los líderes del clan Loza también están vinculados con el narco salteño Ernesto Sandalio Motok, alias Manco o Manquillo, condenado por el transporte de 753 kilos de cocaína secuestrados en la localidad bonaerense de Jose C. Paz, en 2005.

Según se probó en la pesquisa, la droga se encontraba oculta en un cargamento de bananas que ingresó al país desde Bolivia y que iba a ser recibido por el hermano de Ernesto, Alejandrino Motok.

Conexión Bolivia

Los investigadores también encontraron conexiones entre los Loza y el clan boliviano Ferreyra, quienes serían los proveedores de la banda a través de Cristian Ferreyra Callau y su madre, Natividad Callau Moreno, quienes estuvieron alojados con los hermanos argentinos en Madrid, en agosto de 2017, según aportó la Policía española.

Por otra parte, a través de lo declarado por un arrepentido colaborador, se conoció que Erwin habría estado íntimamente relacionado con el secuestro de 481 kilos de cocaína hallados en 2013 en una quinta de la localidad bonaerense de Moreno, en un operativo que se conoció como Leones Blancos por las estatuas de esos animales que había en la finca.

Además, en el marco de la pesquisa, ya en 2017 la DEA informó a la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) la identidad de algunas personas que se dedicaban al tráfico de estupefacientes y al lavado de activos en la Argentina, entre ellas los integrantes de la familia Loza.

España e Inglaterra

Lo mismo sucedió con la Policía española, que colaboró activamente en la investigación argentina y a través de la colocación de micrófonos descubrió que el clan estaba intentando hacerse de 600 kilos de cocaína ya introducidos en España por una organización narcocriminal liderada por una mujer colombiana.

Y a través de los propios dichos de José Gonzalo Loza se supo que un cargamento de 1.200 kilos de cocaína que fue secuestrado en noviembre del año pasado en la ciudad española de Granada le correspondía a la organización.

Según quedó probado, un camión de matrícula inglesa se desplazó hasta la provincia de Bilbao, donde recogió un cargamento de 530 kilos de cocaína que fue trasladado hasta Granada, y luego del secuestro de esta mercadería, se realizó un allanamiento en otro domicilio de la primera, en el que otros 612 kilos de la misma droga fueron encontrados enterrados.

Este material habría sido aportado por el narcotraficante boliviano Wilson Maldonado Balderrama, que identifica su droga con la letra W y se encuentra con pedido de captura en una causa que tramita en Salta.

La banda fue desarticulada el miércoles pasado con la detención de 37 miembros que tenían montado un sistema financiero para lavar los activos millonarios de esta actividad ilícita, según informó el Ministerio de Seguridad de la Nación.

“Fue una operación que duró siete años. La droga iba hacia Europa generalmente desde los países de origen, como Perú y Bolivia. Entre España, Italia y Argentina estaba el método de entrada del dinero, con la compra de más de 100 bienes y plata en efectivo, un circuito del blanqueo ilegal de dinero, en propiedades, hoteles y autos de alta gama”, explicó la ministra Patricia Bullrich.

Uno por uno

Los siguientes son los 14 sospechosos argentinos acusados de integrar la banda narco con ramificaciones internacionales que fue desarticulada en los últimos días:

* José Gonzalo Loza (52): residía mayormente en España y es quien mantenía los contactos con los inversores extranjeros, encargándose de coordinar todo lo relacionado con los pagos de los cargamentos y el ingreso de la droga a Europa. Tenía contactos con varias organizaciones narcocriminales y goza de la complicidad de agentes de la guardia civil española. Era el encargado de gestionar el envío del dinero a Argentina.

* Erwin Loza (32): hermano del anterior, se encargaba de obtener la droga en Bolivia y luego gestionar todo lo relacionado con su transporte hacia Europa. Mantenía los vínculos con los proveedores y recibía aquí el dinero que enviaba su hermano José desde el exterior, el cual era utilizado para comprar la droga que luego se exportaría y luego ser insertado en el circuito financiero legal dándole una apariencia lícita. Sería una de las personas más importantes en el manejo de sustancias estupefacientes en el país, ya que siempre poseía drogas para distribuir.

* Gonzalo Daniel Loza (28): hijo de José, reemplazó a su padre en las actividades delictivas (ya que posee una grave enfermedad) y se encarga de coordinar el envío de la droga, el pago de los cargamentos y la remisión del dinero a este país. Tiene capacidad para integrar la mesa chica de reuniones –inclusive con líderes de otras organizaciones–, cobrar y manejar el dinero que se paga por los cargamentos, aportar sus contactos en pos de coordinar los envíos de droga al exterior y tomar decisiones de importancia al igual que los dos restantes.

* William Weston Millones (40): peruano. Es el nexo directo que posee la organización con proveedores de drogas en países del cono sur y con los transportistas de la droga hacía el continente europeo.

* Miguel Angel Suárez Gómez (59): se encarga de la salida de la droga de este país e interviene activamente en las reuniones de coordinación realizadas por José Gonzalo Loza en Europa.

* Gerardo Guccione (46): muy vinculado con Erwin y José Loza. Participa activamente en las negociaciones y coordinaciones relacionadas con el tráfico de sustancias estupefacientes. A su vez es quien se encarga en Argentina de la venta de vehículos a través de la empresa ML Autos, la cual funciona en Uruguay Parking.

* Clara Luz Fernández (35): es la mujer de Erwin y se encarga de realizar actividades más relacionadas con el lavado de activos, ya que posee varios bienes a su nombre, coordina con distintos estudios contables el pago ante organismos recaudadores tributarios y administra los hoteles que posee la organización en la ciudad de Salta.

* Fernando Gabriel Alvarez: es la persona de confianza de Weston Millones y quien se encarga, entre otras cosas, de coordinar con los proveedores de droga en los países del cono sur.

* Alfredo Santi (60), Juan Carlos Fernández (37), cuñado de Erwin; Alan Iván Loza, hermano de Gonzalo e hijo de José, Soledad Grosso (34), Javier Silveira López (39) y Estela Mari Gallo (53): están acusados de formar parte de la asociación ilícita, pero su rol se limita exclusivamente a realizar la administración de los fondos del grupo y las actividades de lavado de los activos provenientes del narcotráfico.

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