Aniversario

El Ciudadano ya es otro

Trabajar en la transformación digital de un diario cooperativo como El Ciudadano es quizás el desafío más inquietante que hayamos asumido en esta tarea periodística singular: el “hacer medios”.


Por Cristian Alarcón (Director de Revista Anfibia) y Sebastián Hacher (editor de Cosecha Roja)

Trabajar en la transformación digital de un diario cooperativo como El Ciudadano es quizás el desafío más inquietante que hayamos asumido en esta tarea periodística singular: el “hacer medios”. Comprometidos desde siempre con el periodismo narrativo, con la permanente relación de periodismo y literatura, esta experiencia desde adentro de una redacción suma además la aventura de sumergirnos junto a todos los que forman este colectivo de trabajo en la cultura digital contemporánea. Se trata de un proceso en marcha, imparable, en el que el contenido y la forma, los métodos y las dinámicas cuestionan a cada uno de los miembros del colectivo, al tiempo que intentan potenciar una identidad única: la de ciudadanos que piensan en ciudadanos. Y todo esto, con mística.

La originalidad de El Ciudadano no es sólo su mirada “ciudadana” de una metrópolis como Rosario y de sus habitantes –lo que importa es lo que habita la ciudad—sino una historia de casi veinte años hecha de resistencias y luchas por la autonomía. Este diario se construyó a pesar de las empresas más o menos destructivas que lo poseyeron. Cuando estaba por cerrar sus trabajadores decidieron darle continuidad, y al mismo tiempo decidieron transformarlo. Hemos sido convocados para acompañar y empujar esa transformación: el lenguaje, el punto de vista, el foco, la búsqueda de una innovación que será agradecida por un público lector joven y dinámico.

El Ciudadano ya es otro. Y será muchos más. En su equipo los talentos individuales conviven bajo todas las tensiones. Sus periodistas cubren la densa lista de temas e historias que conviven en un territorio conflictivo al mismo tiempo que creativo y lleno de belleza. Rosario se merece un diario moderno, progresista, dinámico, comprometido, dispuesto a defender la autonomía editorial y a construir su identidad con sus lectores. El diario existe por que existen ellos y ellas: algunos llevan 19 años de batallas por el oficio en la misma redacción. Otros y otras llegan con sus raros peinados nuevos a mover a los románticos de la canción hacia aventuras novedosas.

Están en pleno desarrollo una nueva página web, y junto a ella un nuevo modo de producción de noticias: el acontecimiento cubierto con los tiempos de lo digital, sin abandonar el rigor y la calidad del periodismo de diario. Con ello también llegará un nuevo diseño para el diario de papel. Y detrás de estas estéticas jóvenes y contemporáneas un contenido que asume las nuevas agendas culturales, sociales y políticas.

El Ciudadano está hecho por una diversidad de identidades individuales y por las que surgen de la audiencia ciudadana; en base a ese universo lleno de matices se construye su transformación editorial y digital. Hemos asumido el desafío conscientes de que sería intenso, agotador, pero también creativo y divertido. En estos meses y los que vienen vislumbrarán un nuevo ciudadano: el que habita la ciudad, el que la merece porque la construye y la defiende, como a sus amores, a sus ideas y a sus pasiones.