El Hincha

De eso sí se habla

El ciclo menstrual en el fútbol, un tema tabú que empieza a salir a flote

Hace unas semanas, la AFA organizó una charla sobre el tema, de la que participaron más de 80 profes de equipos de todo el país y de diferentes categorías. De Rosario estuvieron los preparadores físicos de Newell’s, Social Lux y Central. El equipo auriazul lo viene trabajando desde el año pasado


Arte El Ciudadano

Desde el nacimiento del fútbol las mujeres siermpre estuvieron presentes en las canchas. Hasta que las echaron, claro. Con poca visibilización, falta de oportunidades – y también de apoyo de las distintas federaciones-, las mujeres juegan al fútbol desde que se inventó el deporte en el siglo XIX. Esa falta de oportunidades en las canchas no alcanza sólo a las que sueñan con ganarse la vida pateando una pelota: sino también a todas aquellas que tienen como meta formar parte de un cuerpo técnico –y hasta ser entrenadoras- o bien ocupar un cargo político importante en un club.

De todas maneras, en el último tiempo se ha visto un gran crecimiento de planteles integrados por mujeres, que entrenan y compiten como sus pares masculinos. Sin embargo, no hay una gran cantidad de estudios, análisis y profesionales que se enfoquen en una cuestión clave: el ciclo menstrual y su relación con el rendimiento de las futbolistas.

El año pasado, Estados Unidos se consagró campeón del Mundial de Francia por segunda vez consecutiva y alcanzó su cuarta Copa del Mundo. En suelo galo, el plantel norteamericano implementó un método sin precedentes para minimizar el impacto adverso en el rendimiento del ciclo menstrual. El programa, a cargo de Dawn Scott (la preparadora física del plantel), comenzó en 2016.

En una entrevista al periódico británico The Telegraph, Scott afirmó que al llegar esperaba encontrarse con un trabajo avanzado, entendiendo que la selección estadounidense era (y es) una potencia que ya había logrado conquistar diferentes competencias internacionales. Pero se encontró con “un lienzo en blanco”.

El trabajo de Scott estuvo enfocado principalmente en un seguimiento del ciclo menstrual de las jugadoras para evitar lesiones y minimizar el impacto en el rendimiento. Según la profesional, “la fase premenstrual y durante la menstruación son las peores: cuando las hormonas disminuyen y están en su nivel más bajo”. Por eso, una vez que tuvieron conocimiento sobre el ciclo menstrual de las futbolistas ajustaron las dietas, los hábitos de sueño, los factores del estilo de vida y las cargas de entrenamiento para cada una. Todo ese trabajo, muchas veces invisible, estuvo presente en Francia, cuando el equipo conquistó otra vez con total autoridad la Copa del Mundo.

De a poco, el trabajo hecho por la selección de Estados Unidos comenzó a extenderse a otros equipos. El Chelsea de Inglaterra, según informó el portal de Buenos Aires FutFemProf, inició un programa similar este año con el elenco que conduce Emma Hayes. En Argentina, a nivel nacional no se cuenta con información sobre el tema, aunque no hay que cruzar el charco para conocer otras experiencias: Central comenzó a trabajar con el ciclo menstrual de sus jugadoras en agosto de 2019.

En Argentina, a nivel nacional, no hay datos

Desde hace unas semanas, la Asociación del Fútbol Argentino está implementando una serie de charlas virtuales con preparadores físicos de diferentes equipos del país para poner en común las estrategias de entrenamiento durante la cuarentena. La actividad se paralizó en marzo debido a la pandemia del coronavirus y aún no hay fecha de regreso a las canchas. A raíz del parate, los clubes se las ingenian para poder continuar con los entrenamientos a distancia. Y en el cuarto encuentro se incluyó una exposición especificada en deportistas y el ciclo menstrual. Antes de hablar con los profes de los equipos, se realizó una charla con las jugadoras de la selección Mayor y la Sub 20, encabezada por el doctor Martín Simos, parte del cuerpo técnico de AFA.

Según publicó la página oficial de AFA, Simos realizó especial hincapié en el déficit relativo de energía en el deporte, que puede llevar a fracturas por estrés, amenorrea, anemia, fatiga crónica, cardiopatías y efectos psicológicos, entre otras cosas. Todo esto repercute en una disminución del rendimiento deportivo.

“Este es un tema que tenemos que abordar todos: nosotros como médicos, ustedes como jugadoras y el cuerpo técnico para saber cuándo meter más carga y cuando presionar menos”, puntualizó el doctor.

Además, se habló de los estudios que demuestran que el aumento de estrógeno incrementa el riesgo de lesión del ligamento cruzado anterior.

El primer gran objetivo debería ser naturalizar el hablar de menstruación. Hoy el tema sigue siendo tabú en muchos espacios y a veces discutirlo en público se hace embarazoso. Además, la gran mayoría de cuerpos técnicos del fútbol femenino son integrados por hombres, los cuales crecieron en una cultura en la que casi no se usa la palabra menstruación más que para denigrar a la mujer y mucho menos se habla del ciclo menstrual.

De la charla participaron más de 80 profes de equipos de todo el país y de diferentes categorías y ligas. De Rosario dijeron presente Pablo Díaz de Central, Martín Damoriza de Newell’s y Emanuel Castillo de Social Lux. Todos coincidieron en la falta de información que hay sobre el tema y en la importancia de comenzar a trabajarlo.

“Primero se habló del ciclo menstrual en deportistas mujeres y después se llevó hacia el fútbol femenino”, contó Damoriza, preparador físico de Newell’s.

“Hay una etapa, que es la etapa de proliferación hasta el día de la ovulación, está más optimizado trabajar la fuerza. Luego de la ovulación hasta el día 28, es una etapa donde se está más predispuesta a trabajar la resistencia”, explicó el profe leproso que en su etapa de formación ya tuvo contacto con el estudio del tema, aunque más referido a su relación con el desarrollo de la fuerza.

“Es un tema totalmente nuevo y muy importante”, afirmó Emanuel Castillo, entrenador de Social Lux. Kento destacó la charla organizada por la AFA y contó que ya lo empezaron a implementar con el plantel de Mercadito: “Sirve para poder adaptar también los entrenamientos”.

Con el parate de la actividad, producto de la pandemia mundial de Covid-19, los entrenamientos se fueron acomodando a la nueva modalidad de virtual. Y tal vez es un buen momento para comenzar a estudiar y analizar la relación entre el ciclo menstrual y las jugadoras. Uno de los puntos claves que se charló en el taller es poner el foco en la menstruación y las lesiones. Cómo en diferentes fases del ciclo hay más probabilidades de lesiones, principalmente ligamentarias. Con ese propósito, desde la AFA se les envió a los profes que participaron del taller un cuestionario para que completen las jugadoras. El objetivo es poder conseguir una base de datos para poder profundizar sobre el tema.

Central adapta los entrenamientos según los ciclos menstruales

Desde agosto del año pasado, Central comenzó a estudiar el ciclo menstrual de sus jugadoras para tenerlo en cuenta a la hora de armar las rutinas y los entrenamientos. El cuerpo técnico del plantel que compite en el primer torneo semi profesional de AFA, encabezado por Roxana Vallejos se tomó tres meses para estudiar, evaluar y juntar datos, y en la pretemporada lo pusieron en práctica.

“No teníamos datos, no había información vinculada al fútbol, sí había de otros deportes practicados por mujeres”, afirmó Pablo Díaz, preparador físico del equipo auriazul.

En una primera instancia, que duró tres meses, el cuerpo técnico se dedicó a juntar los datos. Hicieron encuentras con las jugadoras, consultando los días de sangrados, cuantos días duraba, si tomaban pastillas anticonceptivas, cuál había sido la última consulta ginecológica, si conocían las fases del ciclo menstrual y cuál era el nivel de dolor, al que tenían que responder en una escala del 1 al 10. Uno de los resultados a los que llegaron después de las charlas con las jugadoras, fue que en gran parte, desconocían las fases de su ciclo menstrual y que la periodicidad de las consultas ginecológicas no era anual.

“Cuando llegamos a enero (NdR: inicio de la pretemporada) usamos toda esa información para hacer la planificación del entrenamiento en base al ciclo menstrual. Toda la pretemporada, que duró del 27 enero al 27 febrero, hicimos un trabajo de investigación para ver cómo se relacionaban los valores de rendimientos”, destacó el profe.

Díaz afirmó que el objetivo no pasa sólo por estudiar los rendimientos, ya que no hay estudios que demuestren que hay cambios, sino también por educar.

“Saber que sensaciones, cambios y valores preceptivos tenían individuales y después como se transitan en el entrenamiento. Para eso fundamental conocerte, saber cuándo ajustar, cuando acelerar”, afirmó. En paralelo comenzaron a implementar con la nutricionista del plantel que alimentación era la correcta para cada tipo de fase.

Camila Bellavia, defensora del Canalla, destacó que la inclusión de este tema fue “muy bueno” y sirvió para conocer sus propios cuerpos. “No es sólo para nuestro cuidado sino también para un mejor rendimiento”, destacó.

Así, con la nutrición por un lado y el conocimiento del propio cuerpo del otro, comenzaron a realizar diferentes rutinas en relación al ciclo menstrual. La metodología que implementaron fue dividir las fases por colores, por ejemplo, la fase folicular, era de color verde, la fase lutia de color rosa y la pre y menstrual de color rojo. De acuerdo a que color, es decir, a que fase van transitando las jugadoras, acomodan los ejercicios: en la primera fase se busca sumar intensidad y bajar el volumen de fuerza, en la segunda aumentar el volumen más que la intensidad y en la última, se realizan todos trabajos preventivos, ya que hay estudios que demuestran que es en esta fase cuando mayor probabilidad de sufrir lesiones ligamentarias tienen las futbolistas.

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