El ciclo de Cocca comenzó de la mejor manera: Central ganó con autoridad

Necesitaba ganar. Era indispensable cortar la racha. La mochila cargada con 14 partidos sin victorias ya era demasiado pesada. Y desde una eficacia poco habitual en los últimos tiempos, el Central del debutante Diego Cocca venció 2-0 a Argentinos Juniors en La Paternal. Supo aprovechar sus oportunidades y pegó en los momentos justos; dos razones para entender el éxito canalla más allá de que fue superado en juego por su rival durante gran parte del complemento.

Leonardo Gil a los 16 del primer tiempo, tras asistencia de Alfonso Parot y el propio chileno a los 8 del complemento, gracias a un pase gol del Colo Gil, fueron los autores de los festejos que permitieron el demorado triunfo auriazul, algo que no sucedía desde fines de noviembre del año pasado, cuando el equipo que conducía Edgardo Bauza derrotó 1-0 a San Martín de San Juan en Arroyito justamente con gol del trasandino.

“Orden, circulación y profundidad”, esos fueron los estandartes que enarboló Cocca en la previa al debut, cuando fue consultado sobre las intenciones futbolísticas que pretendía de su Central en el arranque del ciclo. Y seguramente que fue el “orden” la cualidad que prevaleció por sobre las demás.

“Ordenado” y con una buena cuota de combatividad, al Canalla le alcanzó para complicar al Bicho. Y lo hizo con mucha concentración e intensidad, dejando pocos espacios entre líneas y atento al retroceso. Pero no tuvo las energías suficientes como para sostener esas virtudes. Por eso, en buena parte del complemento, fue sometido por el rival.

En cuanto a la “circulación”, tuvo como eje a Ortigoza, bien secundado por Rinaudo. Central se hizo ancho y lastimó por las bandas. Así llegó el primer gol, desnivelando por izquierda. Pero el equipo se fue quedando “sin nafta”. Cuando eso sucedió, entregó la posesión y se vio obligado a retroceder. Y terminó jugando demasiado cerca, peligrosamente cerca, del arco de Ledesma.

¿Y la “profundidad”? Sólo se vio en algunos pasajes del primer tiempo. Y llegó de la mano de la “circulación” productiva del balón. De los tres valores que apuntó Cocca como emblema para el estreno, no hay dudas de que la “profundidad” es la que más debe mejorar y apuntalar.

En el balance, respecto de lo que venía mostrando, Central mejoró notablemente la eficacia ofensiva. En lo demás, especialmente en la gestación ofensiva, uno de los grandes déficits de este equipo, no hubo grandes cambios. El tema es que, si bien generó poco, esta vez fue muy certero de cara al arco rival.

Además, la última línea se potenció con la vuelta de Caruzzo; en el medio fue positivo el corrimiento de Gil desde el medio a la derecha y en ataque Lovera fue intermitente y Herrera estuvo demasiado solo.

El gran cambio fue el resultado. Central volvió a ganar, y esa es la noticia. ¿La forma? Seguramente que deberá mejorarla. Pero con un triunfo habrá otro ambiente para trabajar, otro clima. El canalla se había acostumbrado peligrosamente a no sumar de a tres. Y con la llegada de Cocca, cortó la mala racha. Algo que a esta altura, y mirando de reojo el promedio para la temporada que viene, no es poca cosa.