Walter Palombi (*)
Ante las políticas llevadas a cabo por el gobierno de Mauricio Macri, en noviembre de 2017, diferentes organizaciones sindicales de la provincia de Santa Fe sellaron la unidad y le dieron vida al Movimiento Obrero Santafesino (MOS).
Allí coinciden el Movimiento Sindical Rosarino (MSR); la CTA de los Trabajadores de Santa Fe; las regionales de CGT de San Lorenzo, Santa Fe, Venado Tuerto, Rafaela, Reconquista; la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución; la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe provincial); la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE provincial); el Sindicato de Prensa Rosario (SPR); la Asociación de Prensa de Santa Fe (APSF), y la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia de Santa Fe (Festram).
Esas centrales sindicales y gremios de la provincia de Santa Fe fueron las que se unieron en virtud de que había que salir de ese modelo que concentraba riqueza y que estaba generando exclusión y una extrema pobreza.
Así se coincidió en varios puntos fundamentales que fue (y es) el “bastón de mariscal” del Movimiento Obrero Santafesino y Argentino:
- Trabajar y sostener un modelo de país nacional, popular, solidario, organizado e inclusivo con el cual el trabajador se sienta identificado. Recuperar la esperanza y la calidad de vida perdida
- Ratificar la Unidad y la Movilización, no sólo para cuidar los derechos adquiridos, sino también por el contexto socio-económico que en toda Latinoamérica afecta visiblemente las economías regionales
- Recuperar el consumo, de manera tal que vuelva a funcionar el comercio, la industria y el mercado interno. Poner la economía en marcha
El Movimiento Obrero tiene que responder al llamado para terminar con el hambre. Aún en la actualidad hay quienes tienen hambre en Argentina y son trabajadoras y trabajadores desocupados.
En este marco, es preciso disputar con las empresas y el Estado la cuestión del trabajo no registrado.
Es de vital importancia, en los tiempos actuales, la incorporación de las tecnologías. El movimiento obrero tiene que construir una alianza con el mundo del conocimiento para que el mundo del futuro sea un mundo de mayor equidad y que el conocimiento no signifique una mayor concentración de la riqueza y una mayor exclusión.
La acción directa, articulada en la calle, entre distintos gremios, movimientos sociales y organismos de Derechos Humanos, el camino a seguir.
Hay que recuperar los espacios que tuvo el movimiento para que sean los propios trabajadores los que debatan los intereses políticos del movimiento obrero y la producción de Santa Fe.
(*) Secretario General del Sindicato de Empleados de Correos y Telecomunicaciones de Rosario (SECyT)
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