Ciudad

El camino de los sueños y la cultura alternativa local

Premiaron a ocho proyectos que van desde talleres de murga, cumbia villera, hasta portales en internet.

Ernesto Ávila

Rosario y una producción particular: se presentaron 42 proyectos culturales para obtener subsidios de estímulo a ese tipo de actividades. La Secretaría de Cultura y Educación municipal difundió la nómina de los ocho ganadores, y entre los seleccionados hay portales digitales, talleres de murga y espacios de producciones musicales de cumbia villera. En algunos casos, son emprendimientos que llevan varios años de trabajo mientras que otros son más recientes. La particularidad es que todos surgieron desde el llano, con la energía y la creatividad que empujan los sueños y con la convicción de que se pueden hacer realidad.

Para algunos de los emprendimientos la suma del estímulo, un promedio de 6 mil pesos, alcanzará para completar una pequeña pero importante parte de sus proyectos en crecimiento.

Lucrecia Gracia, del Taller Cultural de Murga llamado “Murguita del Sur”, comentó que en el caso de esta actividad que se desarrolla en un centro comunitario de Viamonte al 7200, con el estímulo económico podrán comprar algunos de los instrumentos musicales que les faltan y mejorar los vestuarios de murgueros.

“Además, usaremos el dinero para pagar las tarjetas de colectivos para viajar a distintos barrios a visitar a otras murgas de más trayectoria para que los chicos puedan aprender”, explicó.

“Nosotros trabajamos desde lo histórico, las implicancias culturales y sociales que tiene la murga, e incorporamos la música y el baile. Arrancamos en diciembre por lo que todo es muy nuevo y hay mucho entusiasmo en los pibes, cuya edad va de los 13 a los 22 años”, contó a este diario.

“Comprende a una parte del barrio Belgrano que nosotros lo conocemos como Franzetti, un barrio de monoblocks cercano y a parte del barrio Godoy. La mayoría de los pibes que participa va al colegio, son de clase media y baja, aunque algunos también trabajan en el cirujeo o en otras changas y emprendimientos”, describió Gracia.

 Cumbia villera

 Otro de los proyectos premiados corresponde a un espacio de producción musical del barrio Ludueña que tiene a la cumbia villera como disparador.

“El proyecto arrancó de un grupo de chicos que quería armar una banda de cumbia y que se acercó al centro de salud del barrio Ludueña. Quería buscar gente que les enseñara. Se concretó conmigo y comenzamos hace cuatro meses”, explicó Malena Rozín, percusionista y profesora.

La particularidad es que los chicos, cinco adolescentes sin saber de música ni haber tocado nunca un instrumento, tenían letras escritas y melodías en la cabeza y hasta el nombre del grupo: Alta Pala.

“Los chicos de entrada querían tocar cumbia. Me contaban los grupos que escuchaban, la mayoría del estilo de la cumbia villera, sobre todo un par de bandas: Supermerkado y La Liga. Ellos tenían muchas letras escritas y comenzaron a cantarlas y a ponerle música. Las letras son variadas: hablan de la cuestiones de la familia, del amor y de la droga también”, explicó.

“Empezamos a ir al barrio con algunos instrumentos y les empezamos a enseñar en una especie de gimnasio que nos prestaban. Las primeras veces, como no teníamos instrumentos, sólo escuchábamos música. Pero a fin de año los chicos ya tocaron en la ludoteca del barrio cuatro o cinco temas propios. Organizamos rifas para comprar los instrumentos y también presentamos el proyecto con el que vamos a poder completar la banda”, relató.

“Al principio con lo único que contábamos era con unas timbaletas regaladas y uno de los guiros (los ralladores). Una chica nos prestaba el teclado y yo llevaba el cencerro. Con el premio podremos incorporar un bajo para completar el esquema del grupo”, indicó.

 Cultura digital

 Dentro de las iniciativas premiadas se encuentran también páginas de internet como Sonidos de Rosario (www.sonidosderosario.com.ar) y  Club de Fun (www.clubdefun.com). La primera es un sitio dedicado al archivo de audios de distintos eventos o de simples sonidos cotidianos de la ciudad. El portal contiene un “banco de sonidos” como el sonido ambiente del partido Argentina-Brasil jugado en Arroyito el año pasado, una ceremonia en un iglesia evangélica o de dos locomotoras y además cuenta con un “salón de lectura”, en donde escritores rosarinos leen fragmentos de sus obras. Alfredo Corts, su responsable, explicó que la idea es hacer una documentación sonora de la ciudad que se vienen compilando desde el año 2002 aunque el proyecto está en ejecución desde octubre de 2006.

En tanto Club de Fun tiene formato de página periodística pero dedicada a la crítica de arte.

“Tenemos un portal de difusión multimedia de artistas, con algo de periodismo digital en donde se trata de rescatar a los artistas rosarinos de distintas disciplinas”, explicó una de las integrantes del proyecto, Alejandra Pañoso.

“La idea es incorporar más material y ampliar la capacidad técnica para hacer más notas y crear una videoteca. Hace tres años que está en la web y los que los integramos somos nueve personas. Nuestra devolución del subsidio a la Municipalidad pasa por tomar sus sugerencias de una serie de notas para incentivar la cultura rosarina”, comentó.

“Todo surgió de la iniciativa de jóvenes que provenían de la rama de la comunicación y el diseño, que vieron que no había lugares dentro de la web con críticas y difusión de los artistas locales. La propuesta además es que funcione como un club en donde la gente colabore y, además de entrar, publique”, relató.

El resto de los premiados son proyectos relacionados a las artes plásticas, la fotografía y el video. En este último formato se destaca la miniserie de  ficción de Claudio Víctor Perrín, que se basa en antiguas leyendas sobre el río Paraná trasladadas a lo urbano. “En esta etapa somos diez personas entre actores y técnicos y con el subsidio realizaremos un demo para seguir buscando financiación total del proyecto”, sostuvo el realizador en diálogo con este diario.

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