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El calor descansará en las fiestas

La ola de calor que se registró en los últimos días dará una tregua las noches del 24 y 25, cuando las temperaturas mínimas descenderán a 18ºC y 19ºC, lo que puede provocar tormentas fuertes. Por la ola de calor, continúa el estado de alerta amarillo

El calor agobiante que desde el lunes afecta a gran parte del país dará un descanso las noches del 24 y 25 cuando las temperaturas mínimas descenderán a 18 ºC y 19 ºC respectivamente aunque durante el día el termómetro pasará los 30 grados, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

“La definición de ola de calor implica que la máxima tiene que ser superior a 29 ºC y la mínima superior a 20 ºC y tiene que haber una humedad del 60%, por lo que para Nochebuena y Navidad no estaríamos atravesando esa situación”, explicó el difusor del SMN, Julio Aveggio.

La disminución de las temperaturas mínimas se debe al paso de un frente frío esta tarde-noche y madrugada de mañana que puede ocasionar tormentas fuertes con ráfagas de viento en el centro y sur de Santa Fe.

En relación a los cuidados preventivos ante el calor, el Ministerio de Salud de la Nación recomendó: tomar mucha agua durante todo el día; evitar las comidas abundantes; consumir alimentos frescos, como frutas y verduras; evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes, y usar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros.

También sugirió no realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos; protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla; usar cremas de protección solar factor 15 o más, y evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.

Para los lactantes y niños pequeños las medidas preventivas son: dar el pecho con más frecuencia; hacerlo beber agua fresca y segura; trasladarlo a lugares frescos y ventilados, y ducharlo o mojarle todo el cuerpo con agua fresca.

En caso de que una persona se maree o desvanezca hay que acostarla en un lugar fresco, bajo techo y se le puede ofrecer una bebida rehidratante, pero nunca infusiones calientes ni muy dulces; también colocar agua fría en las muñecas proporciona alivio.

Si la temperatura corporal aumenta, hay que sacar la ropa de la persona afectada, pasar una esponja mojada por la cara, y, en lo posible, dar un baño corporal con agua helada.

Los ancianos y quienes trabajan en ambientes calurosos y húmedos tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor, ocasionándoles una temperatura corporal por encima de los 40 grados, pulso fuerte y rápido, cambios en el estado de conciencia (somnolencia), y piel seca, caliente y enrojecida.

Otros síntomas de alerta son dolor de cabeza, sensación de fatiga y sed intensa, náuseas y vómitos, calambres musculares, convulsiones y sudoración importante que cesa repentinamente y somnolencia y respiración alterada.

Frente a ellos, es imprescindible concurrir rápidamente a la consulta médica en el centro de salud más cercano.

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