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El caballito de mar de aguas patagónicas se encuentra en peligro de extinción

El Hippocampus Patagonicus, que habita en las aguas de la bahía de la localidad rionegrina de San Antonio Oeste, se encuentra en peligro de extinción a causa del comportamiento humano que desarrolla procesos industriales, pesqueros y turísticos en el área natural protegida


El Hippocampus Patagonicus, más conocido desde 2004 como Caballito de Mar Patagónico y que habita en las aguas de la bahía de la localidad rionegrina de San Antonio Oeste, se encuentra en peligro de extinción a causa del comportamiento humano que desarrolla procesos industriales, pesqueros y turísticos en el área natural protegida que también contiene a Las Grutas y El Puerto del Este.

El director de ambiente de la municipalidad de San Antonio Oeste, Diego Luzzato, dijo que “el primer individuo de la especie descrito para la ciencia venía de allí, pero luego descubrimos que tiene una distribución territorial bastante más amplia e incluso llega hasta Brasil”.

En ese país había sido clasificado como otra especie, “pero tuvieron que cambiarle el nombre porque es la misma que tenemos nosotros y eso implicó mucho trabajo en ecología y en trabajos de conservación en la bahía”.

En el mundo hay solo 44 especies de caballitos de mar. En el continente Americano hay cinco descriptas: una en el Pacífico y cuatro en el Atlántico. La que está acá es una migración que vino de Europa hace tres o cuatro millones de años.

Llegó a América del Norte y fue bajando. En esa migración fue adquiriendo características propias, hasta llegar al nivel de especie. Este es un lugar muy particular por sus características geográficas, “las amplias mareas que allí se despliegan permiten el desarrollo de un ecosistema bastante distinto al de la parte externa, que posee características propias de la Patagonia”, aclaró el ex investigador del Conicet.

En esa zona la población de caballitos de mar está siendo cada vez más afectada por la presión del comportamiento humano con “el desarrollo de procesos industriales por parte de la empresa Alcadis de la Patagonia (Alpat), las empresas pesqueras que muchas veces arrojan residuos al agua, la urbanización que desplaza áreas naturales y la visitas de turistas que se dio durante los últimos años”, precisó Luzzato.

El riesgo que corren con la pesca

Todo eso hace que el hábitat de estos animales se vaya desplazando, y que la población de la especie disminuya de manera alarmante. Según estimó, “durante los últimos diez años se redujo en un 90%”.

Para Luzzato, “el primer factor que afecta la existencia del caballito es la pesca, porque no es como cualquier pez al que se le puede diagramar una estrategia de pesca, cuando se levanta uno ya no quedan más, entonces la densidad poblacional disminuye automáticamente”.

Según explicó, al caballito se lo puede encontrar durante las mareas bajas cuando el agua llega a los tobillos, en cambio en otros lugares del norte se los encuentra a unos 20 o 30 metros de profundidad.

Estos caballos no galopan, se deslizan por el mar cerca de la costa, entre praderas de algas. Con sus colas enroscadas se aferran a los sustratos y buscan alimento.

Se mimetizan con el ambiente. La distribución territorial es desde la Bahía de San Antonio hasta Río de Janeiro, y las principales características físicas es que tienen la cabeza a 90° respecto del cuerpo, y la cola es una modificación de la aleta caudal de los peces comunes, con la que se sujeta a los sustratos.

“Tienen roles sexuales intercambiados, el macho es el que recibe los huevos, sufre un embarazo y tiene un parto, luego de un cortejo que suele iniciarse en septiembre, durar varios días hasta que la hembra le transfiere los huevos a una bolsa especial de su cuerpo, y allí los embriones comienzan a desarrollarse y crecer hasta unos siete milímetros”, precisó.

El período de gestación dura unos 20 días y pueden nacer hasta mil embriones, pero el promedio es de unos 300 que en su mayoría son consumidos por otros organismos, por lo que la probabilidad de que uno llegue a ser adulto es muy baja, pueden llegar a crecer hasta unos 18 centímetros a lo largo de unos 4 o 5 años de vida.

Monumento natural

Otro problema es que al ser tan grandes y habitar aguas poco profundas, tienen pocas probabilidades de camuflarse y son más visibles para la gente que suele recorrer la zona.

En la costumbre local se los saca del agua y una vez que el caballito de mar muere, se seca al sol para que conserve el aspecto y se los integra a alguna artesanía, en el mercado son más apreciados y valiosos, llama mucho la atención a los turistas. Los turistas lo encuentran como algo lindo, cuando en realidad es un cadáver.

“Lo consideran un souvenir de vacaciones y tratamos de cambiar esa percepción. Eliminar una especie del planeta, es un paso más hacia nuestra propia destrucción”, dice el biólogo.

El municipio local durante el último verano lo declaró “Monumento Natural”, la máxima categoría de conservación que puede tener una especie animal. Y desde la provincia, desde hace pocos días se lo está protegiendo mediante un proyecto ingresado por los legisladores Marilin Gemignani y Facundo Montesino Odarda, al parlamento rionegrino.

Lo importante de esa iniciativa es que se lo saca de categoría de pez y se lo pasa a la órbita de fauna, con lo que se logra una protección más efectiva. La recomendación para todas las personas “es que si alguien se encuentra con un caballito de mar, no lo moleste y sólo lo mire desde lejos y nada más, porque todo lo demás está prohibido y penado”, remarcó Luzzato.

Durante todo el año los caballitos de mar están en la bahía, y en invierno buscan un poco más de profundidad en el área natural protegida que abarca Las Grutas, San Antonio y el Puerto del Este.

La bahía de San Antonio, está a 20 kilómetros al norte de Las Grutas. Es una entrada de mar protegida, sin oleaje y con un régimen de mareas que promedian los ocho metros. Allí están los Hipocampos Patagónicos. Son amarillos, con bandas rojas en la aleta dorsal; otros grises, con bandas negras y puntos iridiscentes de gran brillo.

Una vida relacionada con los hipocampos

Luzzato cuenta cómo llegó a la zona y su debilidad por la investigación de las especies marinas: “Soy solitario, me vine a un lugar en el que no había nadie. Trabajo en colaboración con gente de otros lugares del mundo.

Hay un club mundial de especialistas, que es chico. Describir una especie es un honor, porque te trasciende”, dice y jura que para bien o para mal, su vida, siempre está relacionada con los hipocampos.

El investigador del Conicet cuenta que logró importantes avances. Hace 15 años describió la especie Hipocampus Patagónicus, el caballito de mar más austral del Atlántico. El pasado 6 de junio el mundo lo conoció por Nat Geo, el canal de National Geographic en el documental Héroes de la Conservación, donde protagonizó una de las seis historias de especies en peligro, en la producción de Jumara Films y con la voz del actor Ricardo Darín.

“El mundo científico es chico. Si sos conservacionista o ecólogo tu nombre más o menos se conoce. Lo que se ve en el documental, lo hicimos en cinco días, pero hay imágenes mías, momentos íntimos que estuve años para registrar”, contó.

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