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“El Brote”, la historia de un actor en su laberinto que reclama protagonismo

El actor, dramaturgo y director porteño Emiliano Dionisi, al frente de la Compañía Criolla,  habla de la obra que protagoniza Roberto Peloni, que este sábado se presenta con una única en imperdible función en el Astengo


El teatro, ese hecho artístico tan maravilloso como inexplicable que aparece en un primerísimo  primer plano entre los últimos fenómenos vivos que le quedan a la humanidad, en una lógica deliberadamente pirandelliana, vuelve a ser el motor de una obra. Se trata esta vez de la elogiada El Brote, que junta una vez más (se los recuerda juntos, entre más, por Cyrano de más acá) a dos grandes talentos de las escénicas porteñas contemporáneas como son el actor, dramaturgo y director Emiliano Dionisi, y al siempre sorprendente Roberto Peloni, un creador de recursos desbordantes, dueño de un “instrumento muy virtuoso” como dice Dionisi, mentor de la Compañía Criolla, cada vez que habla de él.

PH: Mariano Dawidson.

La imperdible El Brote se presenta este fin de semana en Rosario, en una única función (al menos por el momento), en el Astengo, y es una cita imperdible con una de las piezas del momento de la cartelera porteña, donde es todo un fenómeno, que dada la demanda de entradas debió pasar del Teatro del Pueblo al Maipo donde seguirá en cartel hasta finales de noviembre.

Estrenado el año pasado, con dos nominaciones a los premios ACE, sumadas a la publicación del texto de la obra a través de Editorial Atuel, además de lo que implica el trabajo conjunto de estos dos grandes artistas, El Brote se mete de lleno, y sin contemplaciones, en el mundo del teatro, en el de la actuación, a partir de Beto (Peloni), un actor de una compañía de repertorio al que se le empiezan a desdibujar los límites entre la ficción y la realidad al punto de llegar a desconfiar de “quien escribe” los acontecimientos de su propia vida y de preguntarse qué clase de personaje es en esta historia, donde confluyen lo propio, lo ajeno, la idea de éxito, lo protagónico frente a lo secundario y las contradicciones que habitan el universo del teatro donde, al mismo tiempo, se ponen en tensión la verdad y la mentira.

Beto, en el límite del borde

“El protagonista de El Brote es Beto, un actor de una compañía que hace teatro de repertorio y que está un poco en el límite, en el borde, un poco pasado. Trabaja en una de esas compañías de repertorio que hacen muchas obras en simultáneo, que al mismo tiempo ofrecen distintos espectáculos, pero a Beto le tocan siempre los personajes más pequeños, esos que entran a escena y dicen «la mesa está servida» y no mucho más. Él obviamente siente que está para más, que tiene un amor por su profesión y un talento y  toda una visión sobre el teatro mucho mayor, más rica, de mucho más compromiso que sus compañeros. Pero además, el que dice que no existen en el teatro personajes menores es porque nunca le tocó uno. Entonces, es precisamente toda esa frustración la que lo va llevando un poco a perder las riendas y muy de a poco, también, a empezar a confundir su vida personal con la de sus personajes y las de sus compañeros con las de sus otros roles. Así se arma algo ahí muy confuso y muy divertido”, contó Dionisi acerca de esta nueva introspección en el universo del teatro, al que conoce muy bien, y en el que ha investigado desde diversos roles, particularmente desde 2009 a partir de la creación de la Compañía Criolla, su propio espacio de creación y producción escénica.

Con un singular interés por los clásicos a los que ha revisitado de manera ingeniosa y sin perder el humor como pasa, entre más, con Sueño (a partir de Sueño de una noche de verano) o Romeo y Julieta de bolsillo, aquí también aparecen los clásicos aunque de otro modo. “Los textos clásicos fueron un poco mi refugio de adolescente; cuando mis compañeros estaban con Harry Potter yo estaba con Antígona (risas). Entonces, cuando empecé a escribir teatro tenía los clásicos al alcance de la mano, siempre estuvieron ahí, y siempre les busqué la vuelta para que sean muy accesibles, para que todo el público los pueda disfrutar de una manera contemporánea y quizás más amable, con la intención de ponerlos a vibrar en el presente. Y si bien la Compañía Criolla no es lo único que hace, tiene ya varios títulos en su haber donde reversionamos clásicos para que la gente se divierta y se emocione. Y en El Brote, que como es la historia de un actor y además un actor que transita personajes de obras de repertorio, tenía la posibilidad perfecta de incluir pequeñas citas, pequeños momentos que, para aquellos que conocen el teatro, las van a encontrar y disfrutar y para los que no, no solamente no se pierden nada del espectáculo sino quizás la obra se vuelva una puerta de entrada a esos clásicos”, contó el también creador del  musical Los Monstruos.

Entre tantas particularidades que propone El Brote aparece como basal la presencia del dúctil Roberto Peloni, referencial intérprete en espectáculos musicales como Siglo de Oro Trans,  El cabaret de los hombres perdidos, Sweeney Todd El fantasma de la ópera, que encuentra aquí uno de los momentos más altos de una carrera, con un unipersonal que no se parece a nada. “Roberto es un actor extraordinario primero por su instrumento; el tipo es un atleta del teatro, un actor muy entrenado. Y por otro lado, con su virtuosismo, podría hacer la plancha y estaría perfecto igual, pero elige otra cosa. Pero además es un tipo al que le encanta trabajar y le encanta desafiarse, entonces El Brote también fue la excusada perfecta para desafiarnos tanto él como intérprete, como yo como autor y director. En ese sentido, se potenció este encuentro en el que compartimos casi un año de proceso en el que abordamos un trabajo muy profundo, muy exigido, y sentimos que también por todo eso nos da mucha satisfacción lo que pasa con la obra y con el público”, destalló Dionisi.

Y sumó: “La obra es en sí misma un gran desafío que el público lo vibra y lo recibe muy bien; yo digo siempre que es tanto el trabajo que parece que Roberto está en escena jugando la final del Mundial”.

En el mismo sentido, el creador habló acerca de lo que subyace detrás de eso que se ve en escena donde un actor se desafía hasta llegar a límites que parece no conocer, en ciernes, en un mundo donde es cada vez más cercano pasar de la neurosis a la psicosis: “La necesidad de ese hombre de que lo vean me parece que de algún modo fue la llave para hablar de esto, del «brote». Cuando estrenamos, tenía un poco de miedo de estar haciendo un teatro sólo para teatrsitas, para aquellos que entendemos este mundo, pero por las respuestas del público nos dimos cuenta inmediatamente de que no era así, que resulta un espejo espectacular para todos, porque quién no sintió alguna vez que no tiene lo que quiere o se merece, quién no debió enfrentarse alguna vez a sus frustraciones por pensar que no estaba en el lugar que debería estar. Entonces, en ese sentido El Brote propone un juego de significados que es interesante sobre todo para este tiempo. Y después,  por supuesto, va con los permisos de la ficción un poco a empujarnos para ver hasta dónde podemos llegar; cómo podemos empatizar con un personaje hasta llegar al punto de nosotros mismos sentir que podríamos ser él”.

PH: Mariano Dawidson.

Finalmente, respecto de la lógica pirandelliano que atraviesa el material como tantos otros de sus contemporáneos, coincidiendo con los dichos del maestro italiano que alguna vez aseguró que llegaría el momento en el que el teatro sólo podría hablar de sí mismo, Dionisi expresó: “Me parece que lo que tiene de fantástico el teatro, que nos resulta tan atractivo para volver a hablar de él, es esta cosa de no poder encontrarle un explicación, y eso es un milagro. Es algo que seguimos haciendo de la misma manera desde hace cientos de años y nos sigue convocando de la misma manera y con la misma emoción, y en esta idea tan de la mentira que está en boca de todos, se convierte en verdad en la medida que la creemos. Todos entendiendo que es una mentira y aceptando el hecho de creerla con total libertad, se genera ese milagro de la humanidad que es el teatro. El teatro es comunicación emocional, y lo que pasa ahí es tan fuerte que no lo encontrás en ningún otro lado”.

Para agendar

El Brote, espectáculo de Emiliano Dionisi protagonizado por Roberto Peloni, se presentará este sábado 4 de noviembre, a partir de las 21, en el Teatro Astengo (Mitre 754). Las anticipadas se venden en la boletería de la sala en horarios habituales o bien a través del sistema https://eventos.tuentrada.com/

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