Cuando apenas había empezado primer año de la escuela secundaria en el Carlos Pellegrini, en Buenos Aires, Alejandro Kurz grabó su primer cassette; en él se escuchaban algunos temas de Nirvana interpretados junto a su primo y “otro pibe que tocaba el bajo”. Lo llevó a la escuela y se lo mostró a su compañero de banco, Pablo, a quien pareció gustarle porque le dijo: “El día que vos cantes en una banda y seas famoso yo voy a decir que escuché tu primer cassette”. “Ahí empezamos a llevar las guitarras a los recreos. Después surgió la idea de tocar en un cumpleaños, entonces le pregunté a un amigo, el Botti, si conocía a alguien que tuviera una batería, nos presentó a Miguel y él, como no sabía tocar nada, se anotó como manager. Al principio éramos nosotros cuatro, después se sumó Leo en la armónica y mi hermano Diego en la guitarra”. La anécdota que el vocalista Alejandro Kurz cuenta en detalle y con entusiasmo, marca el inicio de la hoy afianzada banda de rock El Bordo e incluye a sus integrantes actuales Pablo Spivak (el compañero de banco, hoy bajista), Miguel Soifer (el amigo del Botti, actual batero), Leandro Kohon (Leo, que además de la armónica toca el piano), Diego Kurz (hermano de Alejandro y el guitarrista) y a Mariano Botti, quien quedó anotado hasta la actualidad como el flamante manager, el sexto Bordo.
Este grupo de amigos no sólo se fue transformando en una agrupación de rock profesional que evoluciona disco a disco, sino que también se fueron transformando en “hermanos” y hoy, de la mano de su sexto disco de estudio (titulado, justamente, Hermanos) y a 17 años de sus primeros pasos, decidieron homenajear esa relación. El material, que cuenta con un sonido ajustado y el afianzamiento de la banda en otras facetas del rock que la aleja de aquel tinte barrial con el que comenzaron, tendrá su presentación oficial esta noche, a partir de las 21, en el Teatro Vorterix Rosario (Salta y Cafferata).
“Vamos a tocar bastante el disco nuevo pero también vamos a hacer canciones de todos los discos. Los estamos versionando (para un show que dieron a conocer como 2×3 en Buenos Aires) así que seguramente van a sonar perlitas que estuvimos desempolvando, temas que nos gustaron mucho de los primeros discos”, adelantó Alejandro Kurz a El Ciudadano, al tiempo que confesó que la revisión de los primeros discos les generó una “nostalgia tremenda”.
“Es como una reivindicación de lo que hacíamos cuando éramos chicos. Soñábamos con sonar como estamos sonando ahora. El otro día los tocábamos y decíamos que «para tener 15 o 16 años sonábamos bastante bien». Tan equivocados no estábamos. Fue muy puro nuestro camino, siempre tuvimos las mismas ganas para tratar de mejorar”.
—Más allá de esta idea de hermandad, el disco está atravesado por una idea de lucha, de batalla…
—Es la forma que tiene uno de plantarse ante la vida, tiene un poco de batalla, de guerra; de tratar de mejorar y de crecer, de que el tiempo no pase en vano sino que sea en pos de ser un poco mejor cada día. La forma de pararnos es como guerreros y como hermanos, estar juntos en este camino que se formó a base de sueños que tuvimos la suerte de poder concretar.
—¿Por eso eligieron que “El Guerrero” abra el booklet?
—Esa es una poesía que había escrito para cuando, en 2006, tocamos en Obras Sanitarias. La idea era entregarla antes del recital. Cuando estábamos laburando para este disco, a Pablo se le ocurrió que ya que estábamos hablando de hermanos y guerreros, podíamos poner ese poema que cuenta cómo vivo yo la experiencia de salir a tocar con mis hermanos. Yo necesito que a la derecha esté uno, a la izquierda otro y uno atrás cuidando la retaguardia. Busca reflejar la unión, el valorar al de al lado, el trabajo en equipo, cosas que te potencian, que te hacen crecer.
—El material presenta mayor paleta de climas que los primeros discos, algo que ya se había podido ver en el último material ¿Cómo se fue dando ese cambio de sonoridad?
—Nos hemos sabido rodear de gente que nos dio una mano en mejorar como Ale Vázquez, que fue el productor del disco y Edu Pereyra, el ingeniero; y toda la gente con la que laburamos. Creo que el trabajo que hizo Vázquez en este disco fue hacernos crecer, que la banda suene más fija, más sólida. Esa fue una de las claves del cambio sonoro. Trabajar con la gente adecuada, escucharnos mucho, ensayar mucho.
—Grabaron “a cinta abierta”, un método analógico ¿Qué le brinda a la sonoridad del disco?
—Lo decidimos grabar a la vieja usanza, como se grababaron los discos que nos gustan. Fuimos todos al estudio y tocamos en vivo; así cuando hay un pequeño error, no se corrige. Es súper real, genuino, después cuando salimos a tocarlo en vivo no nos tenemos que preocupar por nada porque ya lo grabamos así. Es real, creo que lo que queríamos trasmitir era eso. A veces la tecnología, cuando tenés la posibilidad de corregirte y de editarte, hace que toques con menos decisión, total después lo podés corregir. En cambio, cuando tenés que grabar con cinta, tenés que estar seguro de lo que vas a ir a hacer y vas y lo hacés. No hay otra vuelta, no hay otra historia. Me parece que eso le aporta una fuerza a la música que está buenísima. Hay un aporte a nivel audio que van a poder apreciar los melómanos y todos aquellos que estén atentos a los detalles de esa naturaleza, pero creo que en lo que más se aporta es en la cuestión interpretativa, allí está la verdadera esencia de la banda y de cada uno de nosotros.
Colecta de libros
Según informaron desde su cuenta de Facebook oficial y confirmó Kurz, esta noche antes y durante el recital se estará realizando una colecta de libros para armar una biblioteca en un comedor del barrio Ibarra de Villa Gobernador Gálvez. “Ahí se alimenta todos los días a un montón de chicos y se organizan actividades para tratar de sacarlos de la calle. No reciben donaciones de ninguna organización política, sólo de gente que quiere dar una mano”, postearon los miembros de la banda mientras aclararon que las cajas donde se van dejar los libros estarán ubicadas al lado del puesto de venta de remeras oficiales.
Mensaje de unión
“Somos nosotros”, dice Alejandro Kurz y comienza a describir la tapa de Hermanos: “Somos una célula, formada por cinco elementos que va al frente como una bola de fuego. Estamos conectados igual que como nos paramos en el escenario, en la misma disposición. La idea es dar un mensaje de unión, algo que me parece muy bueno en una época en la que vivimos todos de manera individualista, en la que vivimos todos metidos cada uno en su celular y su historia. Decir que está bueno laburar con tus hermanos, que sin ellos no podrías estar disfrutando de la manera que lo hacés, es un lindo mensaje. Muchos piensan que lo podrían hacer solos pero eso nunca va a ser igual, por más que puedas hacerlo te aseguro que es más divertido si lo hacés con tus amigos, con la gente con la cual estás conectado de otra manera”.
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