El gobierno municipal inyectó anteayer 12 millones de pesos al sistema de transporte urbano de pasajeros para que mañana se pudiese pagar los sueldos y evitar una medida de fuerza.
El giro de dinero fue resultado de un amplio abanico de gestiones que ordenó la intendenta Mónica Fein y llevaron adelante las secretarias de Hacienda, Verónica Irízar, y de Servicios Públicos, Clara García.
El salvavidas financiero consistió en disponer 8 millones de pesos de fondos municipales para La Mixta y Semtur, las dos concesionarias de capital público y estatal. En tanto, para el caso de Rosario Bus, la única operadora privada del sistema, el Banco Central autorizó a ampliar en 4 millones su capacidad de operación en descubierto en las cuentas del Banco Municipal: la garantía para tomar ese dinero la pone la Municipalidad, respaldando así el sobregiro de Rosario Bus con las arcas del Fondo Compensador del Transporte.
La decisión de la intendenta de auxiliar a las tres concesionarias del sistema tuvo como objetivo garantizar que el Concejo Municipal pueda discutir el aumento de la tarifa sin la amenaza de un paro que estaba al caer y que iba a dejar a cientos de miles de pasajeros varados en las calles, como ocurrió días atrás en el caso de Rosario Bus, pero esta vez involucrando a todo el transporte urbano.
En el Palacio de los Leones advierten que el hecho de que mañana se pueda evitar el paro y pagar los sueldos de choferes y mecánicos, no implica que los concejales puedan relajarse. Estiman que con la inyección de dinero de las últimas horas se ganó algo de tiempo para que entre esta semana y la próxima a lo sumo, el Concejo resuelva una salida al problema de financiamiento del sistema de transporte urbano.
El Concejo empezó a analizar el miércoles pasado el mensaje del departamento Ejecutivo que solicita un aumento de la tarifa del transporte urbano a 4,80 pesos el boleto frecuente y 4,40 en la modalidad prepaga de 40 viajes.
Si bien inyectar recursos al sistema urge, los concejales analizan vías alternativas para que el costo no recaiga sólo sobre el bolsillo de los usuarios. Entre ellas se buscan nuevas fuentes de ingreso para el Fondo Compensador, incrementar la cifra de algo más de 80 millones de rentas generales que la Intendencia giró a las dos concesionarias de capital estatal durante 2013 y obtener recursos de la provincia, aspecto que se estaría saldando cuando la Legislatura apruebe la ampliación del Fondo de Obras Menores para incluir a las ciudades de Rosario y Santa Fe. El proyecto ya está a tratamiento de la Cámara de Diputados y la intendenta ya manifestó su decisión de volcar al transporte los millones que reporte esa partida provincial.
De todos modos los nuevos costos que trajeron aparejadas la inflación y la devaluación de los últimos meses impactaron de lleno en los sistemas de transporte y pusieron en aprietos a los gobiernos locales. En la ciudad de Córdoba la tarifa urbana ya se cobra 5,40 pesos y el gobierno del PRO de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya llevó el boleto del subte a 4,50 pesos, un 309 por ciento más que cuando se hizo cargo del sistema hace dos años.
En Rosario, mañana volverá a reunirse la comisión de Servicios Públicos del Palacio Vasallo, con la agenda prácticamente excluyente de la tarifa del transporte. Pero no parece fácil –aunque por lo bajo todos los bloques reconocen que sin aumento el sistema ya se tambalea, y ni siquiera arrancó la paritaria de los choferes– que el aumento salga rápido, y menos con el monto que pidió la intendenta en su mensaje, de 4,80 pesos.
En ese marco el concejal de la Coalición Cívica–ARI y presidente de la comisión, Carlos Comi, explicó a El Ciudadano que esperan encontrar una salida, y para ello se abrió el diálogo con todos los sectores: “La crisis está a un paso. Esperamos un consenso para la semana que viene que permita que la tarifa se corrija y se encuentren alternativas a futuro”, arriesgó.
“El aumento del boleto no se plantea por capricho, sino porque el sistema de transporte no puede pagar los salarios. La inversión que hizo la Municipalidad es como un préstamo, y no se va a poder sostener en el tiempo. La plata que ponemos en un lugar la sacamos de otro; y es un centro de salud que deja de atender”, ejemplificó el edil de la Coalición Cívica-ARI.
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