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Conmemoración

“El aporte del lesbianismo al feminismo no siempre fue visible”

El 7 de marzo es el Día de la Visibilidad Lésbica en Argentina en homenaje a Natalia Pepa Gaitán, asesinada en 2010 en Córdoba por el padre de su novia en un crimen de odio hacia el lesbianismo


Para Cecilia Pascual decir en el aula que es torta es un acto político. Ella salió del clóset a los 28 años. Hoy tiene 32 y está casada con Florencia desde mayo de 2018. Es profesora de historia en la UNR y dio clases en terciarios y secundarios. Hizo el doctorado y el posdoctorado como becaria de Conicet, pero cuando se postuló para la carrera de investigadora fue una de los cientos de científicos y científicas de todo el país que se quedaron afuera por el recorte del gobierno de Cambiemos. También armó talleres sobre feminismo en su casa. Recuerda que cuando hace 15 años entró a la Facultad de Humanidades y Arte el lesbianismo no era tan visible como hoy. Ella es parte de una generación que vio el cambio. “Sabías que un profesor era gay pero no que una profesora era torta. El lesbianismo siempre fue más subterráneo e invisibilizado. Hoy es distinto, las generaciones más jóvenes crecieron con un piso de derechos”, cuenta en diálogo con El Ciudadano. Lo mismo, explica, pasó dentro del movimiento feminista. Durante años, los aportes del lesbianismo a la militancia y la construcción teórica fueron invisibles: “Con la explosión de los últimos años empieza a haber un revisionismo y un reconocimiento”.

El 7 de marzo es el Día de la Visibilidad Lésbica en Argentina en homenaje a Natalia Pepa Gaitán, asesinada en 2010 en Córdoba por el padre de su novia en un crimen de odio hacia el lesbianismo. Tres meses después de su femicidio, Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica en aprobar el matrimonio igualitario por ley.

En Rosario desde ese año la Dirección de Diversidad Sexual registró una baja paulatina en las denuncias de lesbianas por discriminación. Si hace una década registraban una por mes, hoy los casos son esporádicos. La mayoría de los reclamos llegan desde el colectivo trans, el más vulnerable en las siglas LGTBI. Para su director, Martín Clapié, el problema para lesbianas y bisexuales es la visibilidad: “Existe una negación de los vínculos afectivos y de las identidades lesbianas que en los últimos años viene cambiando por la ola feminista. Pero queda mucho por construir en la sociedad en términos de aceptación y no discriminación”.

Para Pascual si bien las leyes no modifican automáticamente la discriminación y la violencia, sí establecen un piso desde el cual construir una identidad más libre y una vida más vivible. “Ser lesbiana es una actitud marginal en relación al universo heteronormado. Yo estoy casada y podemos discutir lo que significa el matrimonio en la sociedad patriarcal. Pero también tenemos que pensar en estas leyes como herramientas de cuidado. Permiten generar nuevos consensos y ayudan a vivir a quienes estamos en lo marginal”, explica.

—¿Hubo retrocesos en los derechos adquiridos con las políticas del gobierno de Cambiemos?

—El Estado maneja dos cosas: el monopolio de la fuerza pública y el monopolio de lo simbólico. Cuando desde el Estado tenés una lengua que no llama a las diferencias y a las disidencias, que no les da lugar, genera un piso para atacar, discriminar y retroceder. La lengua del Estado condiciona la construcción de la otredad. Y en este gobierno la multuplicidad y la disidencia no participan. Por omisión o por abierto ataque a lo diverso hay consecuencias sociales todos los días que se ven en el envalentonamiento de sectores conservadores. Pero también tenemos la suerte de que desde que está este gobierno hay un movimiento feminista que es muy potente y contestatario. Les marca la cancha.

—La abogada Luli Sánchez, de Lesbianas Feministas, dijo alguna vez la frase “eso que llaman feminismo, es lesbianismo no pago”, en relación a los aportes que las lesbianas han hecho al feminismo y que han sido invisibilizados. ¿Cómo piensa ese vínculo?

—Coincido. El activismo lésbico siempre fue parte del feminismo pero no siempre fue visible. La militancia del aborto con pastillas, por ejemplo, tanto en Argentina como en el mundo, fue llevada adelante por lesbianas feministas.  Hicieron el primer manual que se popularizó. En momentos donde no era una pancarta política como hoy, las lesbianas pusieron en cuestión lo que significaba la heterosexualidad y la maternidad como normas que construyen la sociedad. Y lo hicieron dentro del feminismo aunque la bandera de la diversidad confrontaba con las agendas más hegemónicas que tenían como sujeto político a la mujer. El movimiento lésbico, junto con las mujeres racializadas y las indígenas, ha sido el elemento de interseccionalidad.

—¿Cree que es algo que está cambiando?

—Sí, hoy estamos haciendo un ejercicio de revisar la memoria y la historia de los feminismos y entendemos quienes son las personas que hicieron posible el hoy. Vivimos una explosión que lleva a revisar los aportes. Y la militancia torta, que siempre fue muy subterránea, está siendo revalorizada. Hay una marca interesante de los feminismos de hoy que es la disidencia. Se disputa y se pone en cuestión la construcción de sujeto político mujer. Las compañeras travas están en la misma consonancia: cuestionan el sistema de organización binario que durante mucho tiempo organizó la lucha política. Al desestabilizar esa idea se ampliaron las demandas. Por eso este día es importante. Siempre que hablamos desde los feminismos y el activismo lésbico lo hacemos desde lo vivencial. Yo he salido del clóset hace muy poco tiempo. Lo que no quiere decir que la idea de una afectividad lésbica feminista no me recorriera. La felicidad que me da la visibilidad es eso: que existen múltiples maneras de estar y de sentir en el mundo y que podemos construir un freno sobre las violencias que hay sobre lo que difiere de las normas establecidas.

En agenda

Por el Día de la Visibilidad Lésbica hay distintas actividades en Rosario. A las 13 habrá una intervención artística en la peatonal Córdoba, que empezará en Presidente Roca. A las 19 el colectivo Las Safinas organiza un aquelarre feminista en el Paseo de la Diversidad, en Corrientes y el río. En el Centro Cultural Quetepasa (Riccheri 340) desde las 21 habrá un evento en el que leerán Gabby De Cicco, La Fabi Fernández, Juli Morán y Ce Lina. Musicalizan La Male y La Martha y habrá sorteo de ejemplares de Revista Apología.

En el mismo marco, ayer se proyectó en la sede de ATE la película “Las hijas del fuego”, de Albertina Carri, ganadora del Bafici 2018. Estuvieron cinco de las actrices que la protagonizan.

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