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“El aparato judicial abre puertas a la impunidad”

Lo dijo la mamá de una de las víctimas que causó Matías Capozucca ante la posibilidad de que sea sobreseído.

El mes próximo se cumplen siete años de la tragedia que causó Matías Capozucca cuando conducía a toda velocidad y en estado de ebriedad a bordo de un BMW colisionó contra una arboleda en Rivadavia al 2400. Nayib Abraham y Úrsula Notz, de 19 y 16 años, fallecieron en el acto, mientras que la adolescente Carla Alfaro sufrió irreversibles secuelas cerebrales que la mantienen postrada en estado de conciencia mínima. La causa judicial llegó a la Suprema Corte de Justicia, que a fines del año pasado anuló la condena de tres años de prisión efectiva dispuesta por la Cámara de Apelaciones con el argumento de que los jueces no pueden aplicar una pena mayor a la solicitada por el fiscal. A raíz de esa resolución, la defensa del muchacho solicitó el mes pasado su sobreseimiento por prescripción, pedido que se encuentra en curso. La noticia causó gran malestar entre los familiares de las víctimas que denunciaron negligencia en el poder judicial: “El aparato judicial abre las puertas de la impunidad. No puede ser que después de siete años este chico tenga la posibilidad de prescripción de la causa. Eso es un atentado contra la seguridad santafesina”, dijo en diálogo con El Ciudadano Mónica Gangemi, mamá de Úrsula Notz.

La mujer, fundadora y directora ejecutiva de la asociación civil Compromiso Vial, lamentó el pedido de la defensa de Capozucca por las consecuencias que podría acarrear: “Si se le concede va a quedar sobreseído, lo que significa que queda impune, es decir sin ninguna pena y sin ningún antecedente penal”.

El punto neurálgico de la discusión que terminó con la anulación de la sentencia contra Capozzuca por parte de la Corte Suprema de Justicia no fue en relación a la condena –de tres años de prisión– sino a si su cumplimiento debía ser condicional o efectivo.

En noviembre de 2009, el muchacho fue condenado a cuatro años de prisión efectiva (que le permite recuperar la libertad a los ochos meses) y diez de inhabilitación para conducir por los delitos de homicidio culposo en dos hechos y lesiones gravísimas culposas.

Ese fallo dictado por el juez Correccional Héctor Núñez Cartelle fue apelado por la defensa, instancia en la que el fiscal de Cámara Guillermo Camporini solicitó que se baje la condena a tres años sin objetar que su cumplimiento fuera condicional.

A la hora de dar su veredicto, los jueces de la Sala 2ª de la Cámara Penal Ramón Ríos, Rubén Jukic y Adolfo Prunotto Laborde acordaron aplicar la pena de tres años pero manteniendo el cumplimiento efectivo, fallo que conformó a los familiares de las víctimas.

Sin embargo, la respuesta de la defensa de Capozucca fue un recurso de inconstitucionalidad en el que plantearon que nunca un juez puede aplicar una pena mayor a la solicitada por la fiscalía, y que en caso de dudas, se debe favorecer al imputado.

En diciembre pasado, cuatro de los seis ministros de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe dieron lugar a la queja y anularon la condena.

Para Mónica la sola posibilidad de que Capozucca sea sobreseído expresa el sentimiento de “doble tragedia” que atribuye a la Justicia: “La tragedia de la muerte de un ser querido y además, la tragedia de la impunidad”.

La mamá de Úrsula brindó una extensa entrevista a El Ciudadano el mismo día que los diarios de todo el país titularon con la condena impuesta al boxeador Rodrigo La Hiena Barrios por el choque que protagonizó en la ciudad de Mar del Plata y que costó la vida de una joven embarazada.

El boxeador fue condenado a cuatro años de prisión efectiva pese a que el fiscal había solicitado tres años y medio. “Anoche tuvimos la grandísima sorpresa que a La Hiena Barrios le dieron una pena mayor a la que pidió el fiscal, con lo cual yo espero que la Corte santafesina me dé una respuesta. Esto quiere decir que hay otros jueces que también se animan y que los jueces santafesinos no estaban tan equivocados”, dijo Mónica tras hacer hincapié en las fuertes diferencias que mantiene con el fiscal de Cámara Guillermo Camporini en la causa Capozucca.

“En su rol de fiscal de la provincia de Santa Fe trabajó para esta causa dos veces como defensor y no como acusador. Con lo cual,  él (por Camporini)  no cumple con los criterios que se esperan para la labor del fiscal. Primero le quiso sacar la pena al pedir una “probation” (como se denominaba la suspensión del juicio a prueba que permite evitar una condena a cambio de la realización de tareas comunitarias) y luego consideró que cuatro años de prisión le parecían mucho. En su lugar, pidió tres sin ofrecer oposición a que su cumplimiento sea condicional”.

Para Mónica, “lo que hizo fue exponerse con su palabra, con su firma y con su texto en ambigüedades que son puertas a la impunidad”. “Él (por Camporini) dejó abierta la puerta de la impunidad dos veces, por lo cual para mi es el responsable más claro de esta doble desgracia que vive mi familia, la de Nayib Abraham, la de Carla Alfaro y la de Guillermo Buratovich (un conductor que tras el choque se bajó de su Fiat Uno a ayudar) y más tarde fue implicado en la causa por Capozucca que lo culpó de “encerrarlo” y hacerle perder el control del vehículo.

Las pericias determinaron que Buratovich iba delante del BMW y al ver el accidente por el espejo retrovisor volvió para prestar ayuda. Además, los pesquisas comprobaron que Capozucca estaba alcoholizado y tras colisionar huyó del lugar.

“Lo máximo que yo puedo aspirar con este caso es que la Justicia santafesina falle a favor del bien común que es que Matías Capozucca quede con sus antecedentes penales por haber sido el responsable de dos muertes y lesiones gravísimas a Carla Alfaro”, dijo Mónica.

“Esa es la aspiración máxima de este caso, para que sirva de jurisprudencia para el resto de los delincuentes viales”, continuó la mujer tras remarcar las alarmantes cifras de muertos en hechos de tránsito.

“En la Argentina se siguen muriendo 22 personas por día y el 68 por ciento son jóvenes”, concluyó la Mónica que apuntó a la responsabilidad: “No puede ser que la negligencia al volante que provoca tantas muertes sea interpretada como azarosa, si no, tener un auto es lo mismo que tirar tiros al viento”.

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