Opinión

Análisis del día después

El apagón como mensaje extorsivo: ¿Y si las redes sociales desaparecieran para siempre?

Desde el domingo están sucediendo cosas extrañas que son más cercanas a una película de espías que a un problema técnico. ¿Whatsapp, Facebook e instagram se cayeron porque alguien muy tonto pateó sin querer un cable o porque alguien muy inteligente está manejando los hilos?


El domingo, una ex empleada de Facebook filtró a través del diario The Wall Street Journal que desde hace tiempo Facebook sabe que sus productos están dañando la salud mental de los niños y alimentando el odio en ciertos grupos sociales.

Frances Haugen, de ella se trata, afirmó que Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, y sus ejecutivos saben que las plataformas de la empresa son, en muchos casos, nocivas para los usuarios. Por ejemplo, una investigación realizada por la misma empresa concluyó que Instagram es perjudicial para una parte de sus usuarios más jóvenes, y “especialmente tóxico” para las adolescentes. La mujer agregó que, a pesar de poder cambiar esto, no hicieron nada para mantener la “adicción” de los jóvenes y mantenerlos “captados”.

Haugen agregó que el algoritmo con el que Facebook organiza la información podía ser regulado o modificado para que no privilegiara ciertas conductas adictivas o dejara de favorecer la muestra de los mismos cuerpos idealizados. Los directivos de Facebook podían, con una simple modificación del algoritmo, evitar que las adolescentes sufrieran trastornos de alimentación mostrando, por ejemplo, figuras más normales. Sin embargo, esto no sucedió a pesar de que conocían el problema y tenían la solución a mano.

Otro de los documentos que el Wall Street Journal publicó el domingo explica cómo un grupo de empleados de Facebook avisó a sus superiores de que se estaban publicando mensajes en países de África y Asia sobre tráfico de personas, venta de órganos y violencia contra minorías étnicas. Todos esos mensajes están prohibidos por las reglas de la propia plataforma pero, según los documentos internos, la respuesta de la empresa fue en muchos casos inadecuada o nula.

Haugen también explicó que durante las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, Facebook se dio cuenta del peligro que representaban los contenidos de odio que motorizaban los seguidores del entonces candidato Donald Trump y activó un algoritmo de seguridad para reducirlos, pero que “tan pronto como terminaron las elecciones, los apagaron o cambiaron la configuración a la previa”.


Frances Haugen: ¿Por su culpa Zuckerberg apagó Facebook?

 

Todo esto que pasó el domingo, sumado al historial de Facebook, deriva en un pedido que se está impulsando desde ciertos sectores de la población civil de los Estados Unidos e incluso del gobierno: la intervención de Facebook o al menos, su regulación.

Zuckerberg ya no es un nerd que sólo sabe teclear código para programar una computadora, ahora es otra persona. No es aquel que creó Facebook allá por 2004. Ahora su perfil es más cercano al líder de un país de 3.500 millones de habitantes que intenta conservar y aumentar su poder y no está dispuesto a ceder ni una selfie de su imperio a nadie que no sea él.

Por eso, y esto entra sólo en el terreno de la teoría y el análisis casi conspiranoico: ¿Es posible que Mark nos quisiera dar una lección de cómo sería el mundo sin él y sin sus productos? Algo así como: “Ojito, si yo no controlo mi empresa, entonces van a tener esto: la nada misma”.

Y si parece demasiado loco piensen en esta secuencia. El domingo, el Wall Street Journal publica lo que leyeron arriba (en inglés, claro y un poco más largo y aburrido). El lunes, dejan de funcionar Whatsapp, Facebook e Instagram y sumergen al mundo en un medioevo digital donde teníamos que usar el teléfono para… hablar. Y este martes, está planeado que testifique en el Congreso de los Estados Unidos Frances Haugen, la ex empleada de Facebook, ante el subcomité de Protección al Consumidor del Senado.

O sea, el domingo se prepara el terreno para la declaración del martes, pero en el medio está el lunes, un lunes negro… ¿para quién?

Ahora sabemos que si Mark baja la palanca nos quedamos más que sin las fotos del cumpleaños de los chicos o de los gatitos taaaaannn lindos. Nos quedamos sin mucho más. Entonces, lo vamos a pensar dos veces antes de atacar a quien nos da ¿gratis? estos regalos tan hermosos.

Piensen lo que pensaron en Facebook cuando escucharon las declaraciones de la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien dijo que los documentos de Facebook “dejan claro que la autorregulación no está funcionando” y que “refuerzan la gran preocupación que el presidente Joe Biden y legisladores de ambos partidos (Republicano y Demócrata) han expresado sobre el poder y la manera de operar de estos gigantes mediáticos”.

Es una pelea entre elefantes y nosotros estamos en el medio (o debajo). Y como les gusta decir a los que usan la jerga militar, tal vez, sólo en un lejano tal vez, nosotros, las personas de a pie, los que laburamos y cuidamos de los nuestros, seamos un daño colateral. Bueno, en realidad siempre lo fuimos.

Hasta el próximo apagón.

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