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El año Del Potro

La Torre de Tandil ganó el US Open ante Federer y se afianzó como número cinco del mundo.

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La temporada tenística de los argentinos en el circuito se puede definir como floja desde lo colectivo. Luego de once años ningún criollo pudo triunfar en los certámenes jugados en polvo de ladrillo.   Pero si se habla desde lo individual, sin lugar a dudas la estrella de la temporada fue Juan Martín Del Potro, ganador del Abierto de los Estados Unidos y consolidado como una de las cinco mejores raquetas del planeta, y dispuesto a pelear palmo a palmo el número uno en el 2010.

El tenis argentino conquistó durante el 2009 apenas cuatro torneos, tres de los cuales tuvieron como protagonista a Del Potro y el restante al cordobés David Nalbandian, en Sydney a principio de temporada, quien en mayo se despidió del circuito hasta el 2010 porque decidió operarse de una molesta lesión en la cadera.

Del Potro ganó los torneos de Auckland, Washington y dio el gran golpe al conseguir el Grand Slam que se juega en los Estados Unidos, algo que sólo había obtenido el mejor tenista argentino de todos los tiempos, Guillermo Vilas, en 1977.

El tandilense venció en la final de los Estados Unidos nada más y nada menos a que el mejor jugador de la historia, el suizo Roger Federer, que buscaba su sexto título consecutivo en Nueva Cork, pero Del Potro lo dejo con las manos vacías.

Con esa consagración, el tandilense clasificó para el Masters de Londres, último torneo del año, donde cumplió una descollante actuación venciendo nuevamente a Federer en la ronda de grupos. Alcanzó la final, tras derrotar al sueco Robin Soderling y fue superado por el ruso Nikolay Davydenko, quien aprovechó el cansancio del argentino para imponerse en el cotejo decisivo.

Además de haber ganado el US Open, el tandilense consiguió en el 2009 el respeto absoluto de sus colegas, incluso de los cuatro que lo preceden en el ranking (Federer, Nadal, Djokovic y Murray) ya que además del suizo, Del Potro les ganó esta temporada al español y al británico.

En cuanto al resto de los argentinos, el que más se destacó fue Juan Mónaco, quien terminó el año como el tenista que más partidos ganó sobre polvo de ladrillo, aunque en el debe quedó que no ganó ninguna final de las tres que disputó.

La aparición más rutilante de la temporada fue la de Horacio Zeballos, quien gracias a sus cuatro títulos en torneos challengers, más tres finales en ese tipo de torneos y otra en un ATP, consiguió meterse entre los 50 mejores del mundo.

Su gran objetivo para el 2010 será consolidarse y tendrá como motivación extra que el capitán de Copa Davis, Modesto Vázquez, le pidió que juegue torneos de dobles junto a Leonardo Mayer, otro de la nueva camada, para ver si se pueden consolidar como pareja para tratar de mejorar el doble, algo que Argentina no pudo afianzar desde hace varios años.

Justamente la Copa Davis sigue siendo la gran cuenta pendiente del tenis argentino. Esta temporada, el equipo de Vázquez cayó por un ajustado 3 a 2, como visitante, frente a la República Checa, que luego cayó en la final ante España.

Del Potro jugó una gran serie y ganó sus dos partidos pero a Mónaco no le alcanzó para superar el duro escollo que representaron Tomas Berdych y Radek Stepanek.

Para el 2010 se espera la plena recuperación de Nalbandian, quien luego de operarse de la cadera en mayo pasado, ya comenzó a jugar exhibiciones para meterse de lleno en la competencia.

Con Nalbandian y Del Potro en un buen nivel, siempre y cuando aclaren las asperezas surgidas luego de la final perdida ante España en 2007, Argentina puede comenzar el año con la ilusión renovada de poder conquistar por primera vez en su historia la ansiada Copa Davis, que tendrá su punto de partida del 5 al 7 de marzo frente a Suecia como visitante en una superficie rápida.

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