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Despedida

El adiós a Conan, músico y motoquero que dejó su marca en la piel de los rosarinos

Juan Carlos Lamas falleció esta semana de un paro cardíaco, muchos fueron los recuerdos a este reconocido tatuador de la ciudad, integrante de la banda Greenga by Conan Blues y amante de las dos ruedas


Conan era un tipo grandote, que llegaba con su moto. Tenía un aspecto físico de duro, de pesado. “A pesar de todo eso, era muy amable, muy amiguero, muy familiero”. Así recordó el músico rosarino Bonzo Morelli a Juan Carlos Lamas, reconocido como Conan, un tatuador, músico y motoquero rosarino que falleció esta semana de un paro cardíaco tras haber sufrido algunos problemas de salud. Los mensajes en las redes sociales lo recordaron con nostalgia y cariño pero también con mucha alegría por los momentos compartidos y los diseños imborrables de los tatuajes de cientos de rosarinos y rosarinas en los que seguirá vivo su recuerdo y talento.

“El tatuaje mas lindo me lo regalaste vos”, “me alegra haber podido ser una pequeñísima parte de tu historia y vos de la mía”, “el tattoo de rosario de luto”, son algunos de los mensajes de las últimas horas en la redes entre los que se encuentra también el recuerdo de un tipo noble y emprendedor.

“Te nos fuiste hermano querido, dios te debe tener a su lado porque fuiste un gran tipo, un arriero 100 por ciento. Ya nos veremos de nuevo”, escribieron desde Arrieros Motoclub Rosario, un espacio que Conan tenía como pertenencia.

Conan también formó parte del ambiente del blues local y tuvo una banda: Greenga by Conan Blues. La formación comenzó a andar en los encuentros realizados por los fanáticos de las dos ruedas. “Fue en esos eventos motoqueros que La Gringa y Conan se vieron cantando y tocando juntos con bandas en vivo. Si bien cada uno ya tenía un estilo musical, muchos fueron los amigos que los empujaron a formar una banda propia. Así fue como pasó a formar parte del folclore de los encuentros el subir a tocar juntos, y no sólo ahí sino que también en reuniones con amigos. Con el baterista Gabriel Mainella se conocieron en la ruta después de un encuentro en Villa María (Córdoba). Fue él quien se detuvo junto con otros motoqueros a auxiliar a Conan y La Gringa, dado que la moto se había averiado. Desde el 2001, semanalmente, se reunían con los amigos a cantar y de esta manera comenzó a vislumbrarse realmente la posibilidad de formar una banda con estilo propio”, apunta la biografía publicada en la página oficial de Acople Radio.

La banda era un dúo blusero basado en el rock and roll. Editaron su primer disco en el 2002 que se titulo Por los que están acá, un homenaje a todos los motoqueros que dejaron sus vidas en las rutas. E hicieron un un video clip del tema “La lucha eterna”, tocaron en Plataforma Lavardén y en el Teatro Mateo Booz.

“Lo conocí en Chicago Blues, un bar que estaba Pueyrredon y Brown”, recordó El Bonzo. El cantante tiene dos tatuajes, uno en cada brazo. El primero lo hizo cuando falleció George Harrison, Conan le tatuó el símbolo del Om. De modelo le llevó el booklet del disco Living in the Material World. “Y del otro lado tengo los cortes de una de las guitarras que vendí, que lo vio muy original. El fue un precursor, hacía convenciones y encuentros”, apuntó.

El Bonzo es fóbico a las agujas, cuando lo conoció a Conan tenía los dos brazos “limpios”. “Confié en el porque cumplía con todos los recaudos. No sentí nada y no me lo cobré. Fue tanto lo que hablamos acerca de que yo no quería (risas) que me regaló el trabajo. Un tipo muy noble”, apuntó el músico.

Las Islas tatuadas en la piel

Entre las anécdotas e historias que rondan la figura de Conan está que en el 2014, precisamente el 3 de abril, decidió realizar una acción muy inusual y fue noticia: en conmemoración de un nuevo aniversario del desembarco a las Islas Malvinas, entre homenajes y actos de protocolo, realizó a través de su página de Facebook una convocatoria mediante la cual invitaba a tatuarse las islas Malvinas de manera gratuita a cambio de un alimento no perecedero o útiles escolares.

Es que Conan tenía conocidos que son ex combatientes y uno de sus mejores amigos murió en la guerra. “Soy clase 63, y en esos días de abril del 82 nació mi hijo, mientras estaba como reservista. Aquella guerra, en nuestra generación, quedó muy marcada y una manera de rendir tributo a los que pelearon es ofrecer mi trabajo a cambio de algo que podamos llevar a una escuela o comedor”, contó en ese momento.

Las Islas tatuadas en la piel

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