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DAIANA MEJORA TRAS EL BOTELLAZO

“El aceite de cannabis nos cambió la vida”

Lo dijo Daiana, la chica a la que hace menos de un año le pegaron un botellazo en la cabeza cuando estaba en el bar La Chamuyera. Hoy se recupera gracias al componente de la marihuana.


A Daiana T. le rompieron la cabeza de un botellazo. Fue la madrugada del último 27 de octubre cuando alguien tiró la botella desde un edificio de Corrientes al 1300 hacia la puerta del bar La Chamuyera, hoy cerrado. Daiana estuvo diez días internada y perdió la movilidad de las dos piernas y de uno de los brazos. Pasó a vivir de lunes a viernes en un centro de rehabilitación. Dejó su casa porque tenía escalera. Los fines de semana se instaló en el departamento de su primo, con ascensor amplio y ningún escalón. Empezó a mover los brazos y a sentir las piernas. La volvieron a operar para ponerle una prótesis 3D. Hoy, Daiana hace rehabilitación todos los días y de a poco logró dejar la silla e intentar caminar con un andador.

Hoy en el programa radial Apuntes y resumen de Radio Universidad, Daiana contó cómo logró dejar medicamentos que tenían morfina para los dolores y aliviarlos, hasta hacerlos desaparecer, gracias al aceite de cannabis. El problema es que la sustancia no se consigue y hoy la necesita no sólo para ella, sino para un amigo con un problema oncológico que no puede más con los dolores.

“Estoy caminando con andador, intentando con bastones canadienses, aunque tengo una pierna que aún le falta y un pie que no reacciona”, relató a los periodistas Diego Fiori y Lisandro Leoni.

“La recuperación fue muy dolorosa. El cuerpo cuando se empieza activar y genera muchos calambres. Yo tenía los tendones apelmazados, capas de colágeno bajo el pie. Lo más insoportable son los dolores de huesos y los calambres, para lo que te dan calmantes y pastillas. Pero sumado a todas las pastillas que uno toma, el hígado no lo resistió y tenía vómitos continuos, no toleraba el té, el agua, la comida”, detalló Daiana. Uno de los más fuertes tenía algo de morfina y era el que peor le caía. “Me empezaron a sacar los medicamentos y yo me negué a tomarlos y empecé con cosas alternativas. Yo no tomaba medicamentos, siempre con cosas naturales y quiero volver de a poco a eso”, indicó.

“Me aconsejaron probar con el aceite de cannabis. Y con mi familia decidimos experimentar, con miedo, pues una parte de la medicina se niega. Y con el apoyo de otro médico pudimos probar. Yo le agradezco por estar abierto a otra cosa”.

Daiana resume con alegría esa experiencia. “Los calambres iban cesando, después desaparecieron los dolores de los huesos. Cuando estoy dolorida después de tanta rehabilitación y me froto el cuerpo con el aceite el dolor se va. Incluso se lo hice probar a mi abuela por la artrosis y se le pasaron los dolores. A medida que lo iba comentando me iban diciendo que también lo tomaban”.

Pero también le contaban lo difícil que es conseguirlo. “Yo siempre conseguí a través de cultivadores, gente que me conocía y hacía el contacto para conseguirla; siempre me la regalaron, pero se complica conseguir hoy. Estoy buscando para un amigo que está en un tratamiento oncológico y que tiene muchos dolores, su familia quiere probar con esto para ver si lo pueden ayudar”.

La abuela de Daiana sigue usando el aceite. “Primero le costó usarlo, yo le explicaba que era un yuyo y quiso probarlo”. A la abuela, los dolores se le atenuaron y con el tiempo le desaparecieron. “A ella le duelen los huesos y las rodillas. Ella ahora se puede parar, estar más tiempo de pie. Le daban medicamentos, pero no la ayudaban y se caía. Y ahora puede estar parada sin que le duerman las piernas”.

“Mi vida cambió por completo. Antes del botellazo no paraba”